El exmandatario estadounidense es acusado de pagar grandes cantidades de dinero a ciertas personas para callar encuentros sexuales extramaritales durante su campaña presidencial de 2016; Trump acusa que la investigación en su contra es una “persecución”.
Por Michael R. Sisak
Nueva York, 31 de marzo (AP).— El expresidente Donald Trump enfrenta diversos cargos de falsificar registros empresariales en la acusación formal que un jurado investigador de Nueva York presentó en su contra, y al menos uno de ellos es de delito grave, le dijeron a The Associated Press dos personas al tanto del asunto el viernes.
Trump será arrestado e instruido de cargos el martes en relación con el proceso por los pagos realizados para acallar las afirmaciones de que había tenido un encuentro sexual extramatrimonial, indicaron funcionarios de la corte, lo que dará pie a la histórica e impactante escena de un exmandatario obligado a pararse frente a un juez.
La acusación formal en su contra sigue estando precintada y se desconocen de momento los cargos específicos, pero los detalles fueron confirmados por personas que solicitaron guardar el anonimato para poder discutir información que aún no es pública.
Las calles frente al tribunal estaban tranquilas el viernes, en comparación con días previos. No hubo grandes manifestaciones a favor de Trump ni en contra suya, aunque los turistas se detenían para sacarse selfies y aún había gran cantidad de reporteros y policías.
Cuando Trump se entregue, será básicamente fichado como cualquier otra persona que enfrenta cargos, con una fotografía policial, toma de huellas digitales y los demás requisitos. Pero no se prevé que sea esposado. Contará con la protección del Servicio Secreto y es casi seguro que será liberado el mismo día.
Se prevé que el expresidente vuele a Nueva York el lunes y pase la noche en la Torre Trump antes de su comparecencia prevista para el martes, según dos personas familiarizadas con sus planes que hablaron bajo condición de anonimato para hablar del viaje de Trump.
Mientras tanto, el equipo jurídico de Trump preparaba su defensa y el fiscal defendió la pesquisa del jurado investigador que llevó el asunto a juicio. Legisladores republicanos, y el propio Trump, alegan que todo el asunto tiene móviles políticos.
“Los exhortamos a que se abstengan de emitir estas acusaciones incendiarias, retiren su exigencia de información, y dejen que el proceso de justicia penal proceda sin interferencia política ilegal”, escribió el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, a tres presidentes republicanos de comisiones de la Cámara de Representantes en una carta obtenida por The Associated Press.
Un jurado investigador indagó los pagos de dinero durante la campaña electoral de 2016 para acallar denuncias de encuentros sexuales extramaritales. La acusación en sí está bajo sello, como es de rigor en Nueva York antes de la instrucción formal de cargos.
Trump ha negado haber cometido delito alguno y ha calificado la investigación de “estafa”, “persecución”, injusticia y un golpe bajo político para perjudicar su intento de presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2024. El expresidente es republicano; el fiscal que presidió la investigación, Alvin Bragg, es demócrata.
Ningún expresidente había sido acusado de un delito antes, por lo que no existe un reglamento para ficharlo. Trump está protegido por el Servicio Secreto, cuyos agentes lo acompañan en todo momento.
Se le pidió que compareciera el viernes, pero sus abogados dijeron que el Servicio Secreto necesitaba más tiempo para los preparativos de seguridad, revelaron a The Associated Press dos personas al tanto del asunto.
Aun para los acusados que se presentan voluntariamente, los casos penales en Nueva York implican varias horas de detención mientras se toman las huellas digitales y las fotos, así como otros trámites.
La oficina de Bragg dijo el jueves que contactó al abogado de Trump para coordinar el procedimiento. Antes del anuncio de la fecha por la corte, el abogado Joseph Tacopina dijo que el martes era la fecha probable para la presentación.
La investigación fue sobre los pagos efectuados a la actriz porno Stormy Daniels y a la exmodelo de Playboy Karen McDougal. Ambas dijeron haber mantenido encuentros sexuales con Trump años antes de que se dedicara a la política. El expresidente lo niega en ambos casos.
Durante la campaña presidencial de 2016, sus aliados pagaron a las mujeres para acallar sus denuncias. El director del tabloide National Enquirer pagó a McDougal 150 mil dólares por los derechos de su historia y luego la enterró, en un acuerdo mediado por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen.
Después que Cohen mismo pagó 130 mil dólares a Daniels, la empresa de Trump se los reembolsó con bonificaciones e hizo figurar esos pagos como gastos legales.
En un caso penal contra Cohen en 2018, los fiscales federales argumentaron que los pagos equivalían a ayuda ilegal a la campaña de Trump. Cohen se declaró culpable de violar las leyes de financiación de campaña, pero los fiscales no acusaron a Trump, que todavía era presidente. Sin embargo, algunos de sus documentos lo implicaban indirectamente como alguien que estaba al tanto de los pagos.
Trump enfrenta otras investigaciones con posibles consecuencias legales graves para él.
En Atlanta, los fiscales tratan de determinar si Trump cometió delitos cuando trató de conseguir que funcionarios de Georgia revocaran su estrecha derrota electoral ante Joe Biden en 2020.
A nivel federal, un fiscal especial designado por el Departamento de Justicia investiga los intentos de Trump de modificar los resultados de la elección nacional. Además, indaga el porqué Trump conservó un cúmulo de documentos secretos del gobierno en su finca en Florida, Mar-a-Lago, y si él o sus representantes intentaron obstruir esa investigación.