A lo largo de sus 13 años de existencia, los dos escenarios del Igloofest han recibido a una larga lista de pesos pesados de la música electrónica, como Modeselektor, SBTRKT, Nina Kraviz, Ellen Alien y Carl Cox, por mencionar algunos ejemplos. Este año, además, la organización dio por primera vez el paso de llevar al Igloofest fuera de la ciudad, directamente a la montaña de Le Massif de Charlevoix, un popular destino para esquiar, al norte de la ciudad de Quebec. A partir de este año, Off-Igloofest hará equipo con el evento deportivo y de moda, Massif Open, para ayudar a perfeccionar su fantasía invernal.
Ciudad de México, 31 de marzo (Vice/SinEmbargo).- El Igloofest le da la vuelta al invierno. Cada año, entre mediados de enero y principios de febrero, desde el año 2007, este festival se apodera del viejo puerto Jacques-Cartier a las orillas del río St. Lawrence en Montreal y reúne a locales y turistas para calentar sus cuerpos con lo mejor de la música electrónica de nuestros tiempos. No solo contribuye a la oferta cultural al aire libre durante estos meses, sino que adapta la diversión colectiva a su versión invernal.
“Al principio parecía una idea tonta”, dice Nicolas Cournoyer, cofundador del Igloofest y uno de los cerebros detrás de Piknic Électronik, pieza fundamental de la escena electrónica de Montreal y parada obligatoria para los festivaleros de todo el mundo. “Nos reímos de eso y pensamos, ‘¿Por qué no?’ […] Hay gente que quería experimentar algo al aire libre, música electrónica, y decidimos montarlo durante el invierno”. Con el tiempo, la apuesta de los organizadores pagó y con creces: anualmente, el festival recibe decenas de miles de asistentes que sólo viajan a Montreal durante el invierno para asistir al Igloofest.
A lo largo de sus 13 años de existencia, los dos escenarios del Igloofest han recibido a una larga lista de pesos pesados de la música electrónica, como Modeselektor, SBTRKT, Nina Kraviz, Ellen Alien y Carl Cox, por mencionar algunos ejemplos. Tan solo en su edición 2019, más de 60 artistas y VJs derritieron el hielo del invierno montrealés con sus beats, a lo largo de tres fines de semana. Con carteles que juntan a DJs y productores de renombre internacional con talentos emergentes y representativos de la escena local, la programación de este año presentó a Four Tet, Nina Las Vegas, Jacques Greene, Shaydakiss y fue el escenario para el regreso triunfal de Diplo.
Este año, además, la organización dio por primera vez el paso de llevar al Igloofest fuera de la ciudad, directamente a la montaña de Le Massif de Charlevoix, un popular destino para esquiar, al norte de la ciudad de Quebec. A partir de este año, Off-Igloofest hará equipo con el evento deportivo y de moda, Massif Open, para ayudar a perfeccionar su fantasía invernal.
Pero el atractivo del Igloofest no se limita a escuchar música en vivo. “Describiría al Igloofest [como] el paraíso invernal rave definitivo”, cuenta el productor AC Slater en el after-movie de la edición 2019 del festival. Y no bromea. Más allá de ser una fiesta bajo cero, Igloofest abraza el invierno en su esplendor. El puerto Jacques-Cartier, donde se realiza el festival, se transforma en el Igloo Village e impacta por sus espectaculares conceptos arquitectónicos y magia visual. Es la creación inigualable de todo un nuevo mundo que hace del invierno el escenario perfecto para bailar toda la noche; y termina por evidenciar que nadie ama tanto el invierno como los creadores y asistentes del Igloofest.
Cada año, este festival se supera con los montajes, que incluyen, además de ambos escenarios, decoraciones e instalaciones de hielo y acero, al igual que atracciones para ambientar la velada: fogatas para calentarse y asar malvaviscos, resbaladillas heladas y una secadora gigante para huir a ratos de las bajas temperaturas.
Obviamente, hay que asistir pero muy bien abrigado, lo más tapado posible. Eso, sin embargo, no impide que la ropa resulte un vehículo de expresión individual y comunitaria. Es más, el Igloofest motiva a la gente a vestir sus prendas más irreverentes con su popular concurso Iglooswag. La icónica y ya tradicional competencia propone temas distintos para cada uno de sus fines de semana, y anima a la gente a disfrazarse, a usar trajes de nieve inusuales o los enteritos más llamativos para ganar alguno de los codiciados premios en juego.
Ningún festival como el Igloofest celebra así el invierno. Este es un evento donde la fiesta no existe a pesar del frío, si no gracias a éste. Para miles, el descenso de la temperatura en Montreal es la oportunidad única de pasarla muy bien en las calles, con calor asegurado gracias a sesiones de baile sudorosas, cortesía de una programación magistralmente acertada.