La académica Guadalupe Correa indicó que el texto de ProPublica no brinda pruebas que den cuenta de nexos entre la campaña de López Obrador de 2006 y el narcotráfico, pues únicamente declara que “agentes antidrogas estadounidenses descubrieron lo que creían que era evidencia sustancial de que los principales traficantes de cocaína habían canalizado unos dos millones de dólares hacia su primera campaña presidencial”.
Ciudad de México, 31 de enero (SinEmbargo).– Hay que tomar la nota publicada por ProPublica con cautela, ya que se enmarca en tiempos electorales tanto para México como Estados Unidos –ambos renovarán la Presidencia este 2024–, además de que carece de evidencia que demuestre este financiamiento más allá de los dichos de testigos cuestionables, señaló en entrevista la académica Guadalupe Correa.
“Estos dichos están basados en testimonios de criminales confesos y testigos protegidos como la muy dudosa forma de hacer justicia en temas de narcotráfico y delincuencia organizada que nos lleva a cuestionar el sistema de Justicia de los Estados Unidos”, dijo la investigadora en entrevista para el programa Café y Noticias que se transmite en SinEmbargo Al Aire.
Y puntualizó: “No hay ninguna prueba, ninguna imagen, ningún video, ningún audio, pero sí existen los testimonios de personas que han estado vinculadas a otros casos y que probablemente podríamos pensar que han fabricado pruebas”.
El mismo texto de Golden no brinda pruebas que den cuenta de nexos entre la campaña de López Obrador de 2006 y el narcotráfico, pues únicamente declara que “agentes antidrogas estadounidenses descubrieron lo que creían que era evidencia sustancial de que los principales traficantes de cocaína habían canalizado unos dos millones de dólares hacia su primera campaña presidencial”.
“Este tipo de desinformación y la utilización de estas notas, escritas con cierto rigor, pero que también dan un espacio para que exista esto [conjeturas], el cuestionamiento es: ¿por qué se hicieron?”, recalcó Correa.
La doctora también señaló que notas como la recién publicada abonan a una narrativa de un narcoestado en México para que Estados Unidos tenga argumentos para intervencionismo en territorio mexicano, que daña la imagen del Gobierno y cobra un peso importante en contexto electoral.
“Sería muy importante saber cuáles son las fuentes [de los reportajes], porque sino podría ser un invento, y esto sí nos sorprende, ¿que el Presidente [López Obrador] haya tenido este contacto tan directo con un narcotraficante? Eso hablaría muy mal del Presidente, y lo que implicaría, porque estas tres investigaciones se escriben de una forma que los medios han interpretado –bien o mal– (…) que el Cártel de Sinaloa está siendo protegido por Andrés Manuel López Obrador y hay un narcoestado en México”, cuestionó la académica.
“Lo que a mí me preocupa (…) es que esta idea abona a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos en el hemisferio y de geoestrategia hablando sobre México, y la presión que podrían tener las agencias de los Estados Unidos y principalmente el Departamento de la Defensa de Estados Unidos si se declaran a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales, y se aprueban legislaciones de acuerdo a la elección [de EU]”, expuso. “No hay que perder de vista esta retórica que se empieza a generar en los medios estadounidenses”.