Roberto López Nájera fue testigo protegido de la PGR durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa bajo el nombre de “Jennifer”, y en este rol brindó a las autoridades federales testimonios inexactos como parte de la llamada “Operación Limpieza”, lo cual resultó en la exoneración de tres funcionarios de alto rango, además que se le ha acusado de fabricación de pruebas.
Ciudad de México, 31 de enero (SinEmbargo).– Roberto López Nájera, un testigo protegido conocido también como “Jennifer”, es clave para el texto que publicó ProPublica, donde se cuestiona si la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en el 2006 utilizó –con o sin el conocimiento del ahora Presidente– dos millones de dólares provenientes del narcotráfico.
Lo cierto es que como testigo protegido de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, López Nájera brindó testimonios que provocaron la caída de al menos tres casos judiciales en contra de altos funcionarios por la inexactitud de sus acusaciones.
El texto del reportero Tim Golden, quien ha sido galardonado con el Premio Pulitzer, se centra en documentos a los que tuvo acceso en los cuales narran cómo López Nájera llegó en el 2008 a la Embajada de Estados Unidos solicitando hablar con alguien de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y posteriormente el abogado originario de Guerrero relató a funcionarios extranjeros cómo el narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, dio dinero al chofer personal de López Obrador, Nicolás “Nico” Mollinedo Bastar, incluso para financiar el plantón de Paseo de la Reforma en 2006, cuando López Obrador protestaba contra el fraude electoral que llevó a Calderón Hinojosa a la Presidencia.
López Nájera comenzó a colaborar con “La Barbie” como enlace para sobornar a funcionarios públicos y militares a favor del Cártel de los Beltrán Leyva, cita el periodista, pero en el sexenio de Calderón Hinojosa obtuvo un papel protagónico como testigo colaborador en la llamada “Operación Limpieza”, que buscaba erradicar la corrupción dentro del Gobierno al identificar y perseguir a funcionarios con nexos con el narcotráfico. Pero este operativo fue considerado como un “verdadero desastre”.
De la “Operación Limpieza” resultaron tres detenciones destacables: del excomisionado de la Policía Federal, Javier Herrera Valles; el titular de la antes Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) Noé Ramírez Mandujano y al general y subsecretario de la Defensa Nacional, Tomás Ángeles Dauahare.
Todos ellos fueron exonerados ya que las declaraciones López Nájera eran falsas, y por tanto no se pudo concluir el proceso judicial contra los exfuncionarios.
“Jennifer” también fue el testigo central del caso contra el mayor Arturo González Rodríguez, acusado de proporcionar información al Cártel de los Beltrán Leyva. De acuerdo con el testimonio de López Nájera, el mayor había proporcionado información del Estado Mayor de la Defensa a dicha organización criminal, así como a “La Barbie”, sobre los movimientos del entonces Presidente Calderón para “evitar encontrarse” con el personal de seguridad del mandatario federal.
El militar González Rodríguez fue liberado cuatro años después de su detención cuando un Juez de Nayarit determinó que la información que sustentaba las acusaciones provenía de testigos protegidos “mentirosos y mendaces”.
López Nájera igualmente se convirtió en un informante para agentes estadounidenses, quienes en 2010 abrieron una investigación sobre el financiamiento a la campaña de López Obrador, cita un reportaje elaborado por InSight Crime.
“Las autoridades estadounidenses afirmaron que habían usado a López como informante después de que el jefe de su cártel, ‘La Barbie’, supuestamente secuestrara y desapareciera a uno de los familiares de López a causa de una disputa interna. ‘La Barbie’, años más tarde, en la audiencia de lectura de su sentencia, negaría haber matado a alguien durante su larga carrera criminal”, retoma el medio.
E incluso, el mismo InSight Crime reconoce que López Nájera trabajó en algún momento para el Cártel de Sinaloa y fue el testigo estrella de casos penales “en algunos de los cuales presuntamente se vieron acusados funcionarios públicos falsamente”.
NO HAY NINGUNA PRUEBA; ES GOLPETEO MEDIÁTICO
Mike Vigil, exagente de la DEA, dijo en entrevista con el reportero Obed Rosas para SinEmbargo que no hay evidencia concluyente de que López Obrador estuviera involucrado con el narcotráfico y tuviera el intento de recibir dinero para su campaña presidencial de 2006.
“No hay ninguna evidencia en contra de López Obrador de que tenga vínculos con el crimen organizado. Se habla de algunos informantes que dicen que tuvieron conversaciones con gente que estaba acercada de López Obrador pero no hay ninguna, ninguna, evidencia vinculando a López Obrador”, indicó.
“En mi opinión, parece que las personas que estaban acercadas en la campaña de 2006 de López Obrador contra de Felipe Calderón posiblemente estaban utilizando el nombre del mandatario para poder ganar dinero del crimen organizado y quedarse con ese dinero, pero de que ellos tienen grabaciones, que ellos tienen videos, que tienen cosas contra del exmandatario, para nada”.
El exfuncionario estadounidense opinó igualmente que se trata de un ataque personal en contra del Presidente López Obrador en el marco de las elecciones presidenciales que se realizarán este año tanto en Estados Unidos como en México, lo cual a su vez impactará al deteriorar “en una manera horrible” las relaciones bilaterales en el tema de combate del crimen organizado.
Por su parte, la académica Guadalupe Correa advirtió para el noticiero “Café y Noticias”, de SinEmbargo Al Aire, que hay que tomar la información publicada por ProPublica con cautela, ya que se enmarca en tiempos electorales tanto para México como Estados Unidos –ambos renovarán la Presidencia este 2024–, además de que carece de evidencia que demuestre este financiamiento más allá de los dichos de testigos cuestionables.
“Estos dichos, o estas preguntas, está basada en testimonios de criminales confesos y testigos protegidos como el muy dudoso, la muy dudosa forma de hacer justicia en temas de narcotráfico y delincuencia organizada que nos lleva a cuestionar el sistema de Justicia de los Estados Unidos”, dijo la investigadora en entrevista con Daniela Barragán y Perla Velázquez. “No hay ninguna prueba, ninguna imagen, ningún video, ningún audio, pero sí existen los testimonios de personas que han estado vinculadas a otros casos y que probablemente podríamos pensar que han fabricado pruebas”.
El mismo texto de Golden no brinda pruebas que den cuenta de nexos entre la campaña de López Obrador de 2006 y el narcotráfico, pues únicamente declara que “agentes antidrogas estadounidenses descubrieron lo que creían que era evidencia sustancial de que los principales traficantes de cocaína habían canalizado unos dos millones de dólares hacia su primera campaña presidencial”
“Este tipo de desinformación y la utilización de estas notas, escritas con cierto rigor, pero que también dan un espacio para que exista esto [conjeturas], el cuestionamiento es: ¿por qué se hicieron?”, recalcó Correa.
La doctora también señaló que notas como la recién publicada abonan a una narrativa de un narcoestado en México para que Estados Unidos tenga argumentos para intervencionismo en territorio mexicano, que daña la imagen del Gobierno y cobra un peso importante en contexto electoral.
“Sería muy importante saber cuáles son las fuentes [de los reportajes], porque sino podría ser un invento, y esto sí nos sorprende, ¿que el Presidente [López Obrador] haya tenido este contacto tan directo con un narcotraficante? Eso habla[ría] muy mal del Presidente, y lo que implicaría, porque estas tres investigaciones se escriben de una forma que los medios han interpretado –bien o mal– (…) que el Cártel de Sinaloa está siendo protegido por Andrés Manuel López Obrador y hay un narcoestado en México”, cuestionó la académica.
“Lo que a mí me preocupa (…) es que esta idea abona a los intereses geopolíticos de los Estados Unidos en el hemisferio y de geoestrategia hablando sobre México, y la presión que podrían tener las agencias de los Estados Unidos y principalmente el Departamento de la Defensa de Estados Unidos si se declaran a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales, y se aprueban legislaciones de acuerdo a la elección [de EU]”, expuso. “No hay que perder de vista esta retórica que se empieza a generar en los medios estadounidenses”.