La mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la contramañanera de la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz. Dos ejercicios que responden a distintas causas y las cuales fueron enfrentadas por las periodistas Alina Duarte, Adriana Buentello, Daniela Barragán, Perla Velázquez y Meme Yamel en esta entrega de VERSUS.
Ciudad de México, 31 de enero (SinEmbargo).– Andrés Manuel López Obrador ha empleado sus conferencias mañaneras para romper el cerco informativo con el que tuvo lidiar durante años como el principal líder de la oposición, un ejercicio que una vez en el poder institucionalizó desde el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, el espacio en el que día a día encabeza esta rueda de prensa que ahora busca ser emulada por la candidata opositora Xóchitl Gálvez, en un reconocimiento de esta práctica.
En este entrega de VERSUS, las periodistas Alina Duarte, Adriana Buentello, Daniela Barragán, Perla Velázquez y Meme Yamel analizaron cómo detrás de este ejercicio López Obrador no sólo ha centrado su estrategia de comunicación, sino que además ha demostrado ser un eficiente comunicador como su propio vocero ante las políticas de su Gobierno. En contraparte, señalaron, que Xóchitl Gálvez ahora trata de copiar este ejercicio sobre todo para contrarrestar a la mañanera original.
“El que sí sufrió un cerco mediático fue Andrés Manuel López Obrador, de ahí que por ejemplo muchos de mi generación, los millennials de otros estados, que no eran la Ciudad de México, no conocíamos mucho sobre Andrés Manuel, sabías que existía pero no tenías como mayor contexto sobre su historia porque los medios de comunicación tradicionales no le daban tanta cobertura”, recordó en ese sentido Meme Yamel.
Expuso que fue cuando llegaron las redes sociales cuando López Obrador sacó su canal de Youtube “y empieza justamente a hacer difusión de sus ideas, de su proyectos, a través de las redes sociales, se empieza a subir muchísima gente y para cuando llega a ser Presidente ya trae todo el fenómeno de redes sociales completamente desarrollado”.
“Entrevistar al Presidente era un privilegio exclusivamente de ciertos comunicadores, no de todos, y lo que hace Andrés Manuel es quitar ese privilegio y decir ‘pregúntenme’ y abrimos la conferencia a todas y a todos los que quieran. Con esa chispa, se vuelve un fenómeno”, refirió.
Perla Velázquez, quien conduce y produce VERSUS, destacó que las conferencias mañaneras en efecto han servido para darle una respuesta a los medios de comunicación y tener un canal directo con la ciudadanía, tener esa conversación con la gente que le ha dado la confianza al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Adriana Buentello coincidió que con la llega de las redes sociales, López Obrador rompe este cerco informativo, y se hace de una audiencia propia.
“Creo que también hay que decir que no solamente es porque el Presidente, por la figura específica del Presidente López Obrador, sino es todo un movimiento de izquierda que no tiene cabida en los medios masivos, en las empresas grandes de medios de comunicación, precisamente por los intereses políticos, económicos, entonces no solamente es el caso exclusivo del Presidente, sí es el más representativo que es el que pues a lo largo de estos últimos años es el que ha encabezado movimiento político relevante a las izquierdas, o desde o desde el movimiento progresista, pero es interesante cómo él logra esa conexión de manera directa con las audiencias”.
Por el contrario, Buentello indicó que Xóchitl Gálvez no alcanza a dimensionar que la comunicación que se emite desde Palacio Nacional es estructural precisamente por muchos de los atrasos y desigualdades sociales que tenemos como país y las que, en parte, han impulsado las empresas grandes en medios.
Daniela Barragán consideró que el espacio de la mañanera se va a volver algo más que necesario sin importar quién sea la sucesora de López Obrador. “La gente va a necesitar ya una mañanera y los medios de comunicación también debemos exigir ya conferencias de prensa, hasta el propio presidente López Obrador ha puesto el ejemplo de ‘cuántas conferencias de prensa dio Peña Nieto’ para no irnos tan lejos, ni siquiera por el caso Ayotzinapa se paró a dar respuestas, siempre mandó a otras personas, ya ni hablar de otros casos, cuando quiso hablar de la Casa Blanca mejor mando Angélica Rivera, o sea, son ejemplos que son válidos, pero que si nos pintan esa realidad a la que, me incluyo, ya no quiero regresar ni con periodista ni como ciudadana.
Barragán explicó que al replicar este modelo de comunicación Xóchitl Gálvez termina por confirmar que la oposición ya sabe que descartar las acciones de López Obrador no son opción, “por eso también los vemos incluso siendo flexibles, por ejemplo, con el tema de los programas sociales”.
“Creo que ya están entendiendo que su radicalidad no les ha funcionado y que, ni siquiera, quienes estén con ellos quieren eso, o sea, quién quiere un Gobierno al que no le conozcas la voz, al que no le conozcas cómo reacciona ante una pregunta crítica de un medio de comunicación, o sea, creo que de entrada primero nos confirma eso y por el otro también estamos hablando de una desesperación que parte de varios puntos, el primero de una Xóchitl Gálvez que tiene que empezar a erradicar los números negativos que tiene, que son alarmantes y son con los que va a arrancar la campaña”.
Alina Duarte apuntó a su vez que en realidad Andrés Manuel López Obrador no descubrió el hilo negro con la mañanera: “ya lo venía haciendo Hugo Chávez a través de Aló presidente, después vienen la sabatinas con Rafael Correa, incluso él hablaba otro idioma originario, o sea, eso también ese parte de estos procesos de democratización de la información; Evo Morales también tenía sus reuniones de gabinete a las 5 de la mañana”.
“El proyecto comunicacional responde a un proyecto de clase y, sobre todo, se fortalece porque si alguien le ha hecho la vida imposible a la 4T y específicamente Andrés Manuel son los medios de comunicación que le cerraban las puertas, que lo invisibilizaban, o cuando lo nombraban era para criminalizarlo o fomentar esta campaña de ‘Andrés Manuel es un peligro para México’, eso fue todas estas década”, puntualizó.
Alina Duarte señaló que Xóchitl Gálvez “es la representante de ciertas oligarquías, entonces no entienden que su comunicación no es exitosa, no porque no sepan qué decir sino porque el proyecto económico-ideológico que representan ya no tiene cabida en la sociedad, hoy la gente no les cree que vienen a buscar el beneficio de sus ingresos, de sus ganancias, cuando lo están haciendo los programas sociales, ya no les creen cuando dicen que van a recuperar el campo cuando la gente migró porque destrozaron el campo; ya no les creen que están pensando en las mujeres cuando miles de mujeres en este país murieron porque tuvieron que abortar en la clandestinidad con leyes que ellos mismos votaron”.
“Entonces la contramañanera, la ‘conferencia de la verdad’, me parece ya el caso de desespero más absoluto que tiene hoy la derecha y especialmente el equipo de Xóchitl Gálvez que no ha logrado pernear en el sentido común del electorado, o sea, porque además así nos ven, no nos ven como ciudadanos, como mexicanos, nos ven como electorado, pero lo que no entienden es que no hay un proyecto, o sea, su proyecto es estar en contra de todo lo que plantea la cuarta transformación”, expresó.