Ciudad de México, 31 de ene (SinEmbargo).– Son dos los integrantes del conjunto de vallenato Kombo Kolombia que lograron salvar su vida. El primero es el que había logrado huir de sus captores y dio aviso a las autoridades del posible lugar en Nuevo León en el que estarían sus compañeros. Y allí encontraron los 17 cadáveres de los músicos dentro de un pozo de agua.
Pero hay otro miembro de Kombo Kolombia, cuyo paradero se mantiene en reserva por las fuerzas de seguridad, según reportes de la prensa de Coahuila. Se trata de uno de los músicos que justo esa noche no asistió a tocar en la fiesta del Bar la Carreta en el municipio de Hidalgo, Nuevo León.
“Tras declarar, quedó bajo protección policial, según informó el miércoles la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), aunque la fuente más valiosa es la del músico que fue secuestrado y consiguió salvarse”, dice Vanguardia, que cita a su vez otros medios.
Los cuerpos de los 17 músicos presentaban impactos de bala. Fueron ejecutados. Las autoridades sospechan que podría tratarse de una venganza narco, dado el supuesto vínculo entre los clubes que frecuentaban y el cártel de Los Zetas.
Los restos de los integrantes de Kombo Kolombia ya sido velados. Familiares y seguidores del grupo asistieron a los funerales con el ritmo de de la música vallenata.
El martes, el vocero de Seguridad del Gobierno estatal, Jorge Domene, remarcó que las investigaciones apuntan a que se trató de un “ataque directo” a los miembros del grupo, puesto que a las aproximadamente 50 personas que asistían la noche del jueves al festejo privado en el que aquellos se presentaban no les pasó nada.