Por Iván Benumea, investigador de Fundar
En el contexto económico actual, caracterizado por la fuerte caída de los precios del petróleo, los continuos recortes presupuestarios, la disminución del gasto social y el crecimiento del endeudamiento público, debemos asegurarnos que los impuestos y las deudas fiscales sean captadas de manera justa, y que cuando el Estado decida dejar de recaudar, rinda cuentas sobre ello y no lo haga de manera injustificada. En nuestro estudio Privilegios Fiscales. Beneficios inexplicables para unos cuantos (disponible aquí) evidenciamos lo qué hace falta para lograr que la ciudadanía tenga plena certeza sobre la manera en que el Estado está dejando de recaudar a través de la cancelación y la condonación de créditos fiscales.
La cancelación de un crédito fiscal implica que un impuesto o una deuda dejará de perseguirse porque los deudores ya no tienen bienes, no fueron localizados o porque deben poco y costaría demasiado tiempo y esfuerzo recuperar su deuda. Por su parte, la condonación es un perdón total o parcial de un adeudo cuando esto sea necesario para apoyar económicamente a la población o como una manera de incentivar a que los contribuyentes incumplidos se pongan al corriente de sus obligaciones. Aunque estos mecanismos parecen legítimos, en realidad hace falta más información, más rendición de cuentas e incluso cambios normativos para garantizar que estos mecanismos no estén siendo utilizados de manera injustificada e irregular, tal y como ya ha sucedido en el pasado.
- Más transparencia. Aunque desde que entró en vigor la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LGTAIP) en mayo de 2015 el SAT ya pública información sobre las personas físicas y morales a quienes se les ha cancelado o condonado créditos fiscales, aún hace falta conocer mucha información. Para avanzar en este sentido, el secreto fiscal debe ser superado para que sea posible conocer quienes han sido beneficiados con la cancelación o condonación de sus créditos antes del 2015, y también es importante que el SAT cumpla con las múltiples resoluciones del INAI en donde se le ha ordenado entregar esta información.
- Rendición de cuentas. Para generar credibilidad es fundamental saber que se están realizando todos los esfuerzos para cobrar deudas tributarias a aquellos contribuyentes que sí cuentan con capacidad de pago, y de esta forma evitar que se abuse de las figuras de cancelaciones y condonaciones de créditos. Para lograr lo anterior, es necesario que la autoridad tributaria en México dé a conocer información respecto a los fundamentos y motivos que justificaron la cancelación o condonación de cada crédito fiscal, además de las acciones que fueron intentadas para recuperar los adeudos fiscales antes de beneficiar a los contribuyentes.
- Una agenda legislativa que permita atacar de raíz los privilegios fiscales injustificados. En el marco de los problemas que presentan las finanzas públicas en México, resulta prioritario plantear modificaciones normativas que disminuyan la probabilidad de que ciertos contribuyentes no paguen lo que es justo. Antes de otorgar beneficios fiscales, el Estado debería acreditar plenamente que estas medidas son necesarias para alcanzar los objetivos económicos deseados y la eficiencia recaudatoria.
Para tener un panorama más amplio sobre estos mecanismos y los problemas que deberían atenderse, te invitamos a consultar privilegiosfiscales.fundar.org.mx