Hugo Armando Pinto, un profesor hondureño, rema diez kilómetros diariamente, por el río San Juan, para llegar y volver de su trabajo. Además, el docente lleva en el cayuco, que es prestado, a varios alumnos de la Escuela "Francisco Vegas Pérez", de la comunidad Boca Cerrada, municipio de La Masica, departamento de Atlántida.
Tegucigalpa, 20 Septiembre (EFE).- El "Maestro del Año 2016" de Honduras, Hugo Armando Pinto, tiene que remar diez kilómetros diariamente, por el río San Juan, en el Caribe del país centroamericano, para llegar y volver de su trabajo, dijo hoy el docente.
Además, Pinto lleva en el cayuco, que es prestado, a varios alumnos de la Escuela "Francisco Vegas Pérez", de la comunidad Boca Cerrada, municipio de La Masica, departamento de Atlántida.
Por su dedicación a la enseñanza, el Gobierno de Honduras ha declarado a Pinto "Maestro del Año 2016" y el próximo lunes se le rendirá un homenaje en la Casa Presidencial en Tegucigalpa, informó por su parte una fuente del poder Ejecutivo.
Al conmemorarse hoy el "Día del Maestro Hondureño", el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, felicitó a Pinto, quien ejerce como docente interino desde 2005 en el centro educativo que trabaja.
"Muchas felicidades Hugo (Armando) Pinto, Maestro del Año 2016. Que su esfuerzo sea ejemplo e inspiración para los hondureños", le expresó Hernández al mentor galardonado a través de la red social Twitter.
Pinto dijo a periodistas que desea tener una lancha con motor para llegar más rápido a la escuela donde presta sus servicios.
Añadió que en invierno tiene que desafiar las malas condiciones del tiempo para remar a puro brazo los cinco kilómetros de ida y cinco de regreso, además de sufrir las plagas de zancudos, entre otras inclemencias.
El maestro agradeció el reconocimiento que se le ha hecho por su trabajo de formar a la niñez hondureña a través de la educación en una comunidad que, en su opinión, ha sido olvidada por las autoridades.
Dijo además que aspira a tener una plaza permanente como maestro de educación para no seguir ejerciendo de manera interina.
Ejemplos de maestros como Pinto abundan en Honduras, principalmente en comunidades rurales.
Algunos docentes y alumnos caminan a diario largas distancias para llegar a su centro educativo.
Otros maestros lo hacen a caballo o se quedan a dormir en la comunidad de su escuela y regresan el fin de semana a su comunidad de origen.