Univision Investiga viajó a Eslovenia, el país de nacimiento de la esposa de Donald Trump, y realizó un recorrido por el intrigante pasado de la exmodelo que podría ser la Primera Dama de Estados Unidos. Un día, cuenta el periodista Gerardo Reyes, la agencia de Melania se llevó a los reporteros de Eslovenia a París; allá les dijo “que era una de las 50 mejores modelos del mundo”. Como prueba de “su fama”, y a falta de fotos, los reporteros recibieron una portada de la revista Harpers Bazaar, en español, en la que Melania apareció con un chifón negro que dejaba traslucir sus senos. Era la edición de agosto de 1997 que fue montada en México. Con autorización del autor, por su importancia para los lectores, SinEmbargo publica este reportaje que llevó al equipo de Univisión más allá del Atlántico...
Por Gerardo Reyes, de Univisión Investiga
Ljubljana, Eslovenia, 12 de septiembre (Univisión).– Una noche de septiembre de 1998, el periodista esloveno Dusan Nograsek recibió una llamada que dio comienzo a lo que aún hoy considera fue una de las más extrañas historias que ha cubierto en el mundo del espectáculo.
Una agencia de modelos lo invitó a él y a otros cuatro reporteros a conocer en París a una exitosa modelo eslovena.
Desde Ljubljana, la capital de Eslovenia, los reporteros viajaron en un avión privado con los gastos pagos a París y se hospedaron en el lujoso hotel Lutetia. Después de una larga espera vieron aparecer a la bella modelo en la suite 211. Se presentó como Melania Knaus y pidió que no le tomaran fotos.
“Nadie la conocía, nadie sabía quién era. Ahí nos dijeron su nombre, nosotros lo apuntamos'’’, recuerda el reportero.
El encuentro con los periodistas se convertiría en un curioso anticipo de algunas de las características que desde entonces han rodeado las intervenciones públicas de la esposa del candidato presidencial republicano, Donald Trump: sorpresas, secretos y contradicciones.
Un equipo de Univision Investiga viajó a Eslovenia para conocer más detalles del pasado de Melania Trump. Amigos y conocidos de la exmodelo la recuerdan como una joven introspectiva y con poco encanto, pero muy inteligente, que creció en una familia modesta de padres estrictos pensando en que su futuro estaba en otra parte. Al menos más allá de las fronteras del diminuto país de menos de dos millones de habitantes que sobrevivía bajo un "socialismo light'', como algunos recuerdan aquí la autocracia populista del mariscal Tito.
Una y otra vez escuchamos la frase de que Melania era una muchacha “común y corriente’’, introvertida, creativa, astuta. A veces inmodesta.
A los intrigados periodistas que la visitaron en París en 1998, Melania les dijo que era una de las 50 mejores modelos del mundo, según lo reportó Nograsek. Para el fotógrafo que la descubrió como modelo cuando tenía casi 17 años, esa clasificación fue exagerada.
“No es real. Ella tenía poco tiempo como modelo y en tan poco tiempo no puedes estar entre las 50 mejores’’, dijo a Univision Stane Jerko, uno de los más prestigiosos fotógrafos de modelos del país.
Como prueba de la fama de la modelo, y a falta de fotos, los reporteros recibieron una portada de la revista Harpers Bazaar, en español, en la que Melania apareció con un chifón negro que dejaba traslucir sus senos. Era la edición de agosto de 1997 que fue montada en México y que circuló para hispanos en Estados Unidos. En las páginas interiores no había ninguna entrevista con la modelo de la carátula, solo una brevísima explicación en la que se referían a ella solo por su nombre: “A pleno verano, Melania, fotografiada por Manfred Gestrich’’. En la portada de la edición en inglés figuró otra modelo.
Trump ya era el novio oficial de Melania. Ella no habló de él durante la entrevista, pero hoy el reportero sospecha que todo el montaje del lanzamiento tenía el sello del magnate de Nueva York: avión privado, hotel de lujo, paseo por París para los periodistas.
La situación no dejaba de ser extraña. Los periodistas estaban frente a una modelo desconocida que alegaba ser famosa, que no se dejaba tomar fotografías porque ninguno de ellos era experto y que lo único que tenía que mostrar para darse a conocer en su país era una revista en un idioma extranjero.
“Ella se despidió después de la cena y nosotros nos fuimos a hacer la ruta turística por París. Más tarde por la noche fuimos al aeropuerto, durante el vuelo hubo bastante turbulencia y todos nos preguntábamos ¿qué fue todo esto?‘’, recordó Nograsek.
INFANCIA DULCE
Eslovenia es un país en forma de gallina que se puede recorrer en tres horas. El trayecto atraviesa por pueblos acogedores y pintorescos que tienen huellas de varias culturas y las heridas de algunas invasiones. Los eslovenos no ocultan el orgullo de que su idioma ha sobrevivido a todas las formas del asedio exterior. Y a la dificultad de aprenderlo. En esloveno, por ejemplo, los nombres de las personas cambian según los tiempos de los verbos.
“Nosotros debemos luchar por nuestro lenguaje porque el lenguaje es nación’’, comentó el profesor de arquitectura de Melania, Blaz Vogelnik.
Por ese amor a su lengua, algunos eslovenos se disgustaron tras enterarse de que Melania le respondió en forma poco cordial, " English, please'', a un conocido magnate del país que se acercó a hablarle en su idioma durante una recepción en la Florida, según lo relata la biografía no autorizada de la exmodelo escrita por los periodistas Bajan Pozar e Igor Omeriza ( Melania Trump, The Inside Story).
En defensa de Melania, una periodista que se identificó como Ksenia y quien vive en Raka, un pueblo del centro del país, le dijo a Univision que Barron, el hijo de Melania con Trump, habla esloveno gracias a que su madre se lo inculcó para que se comunicara con sus abuelos que viven en Nueva York.
Ksenia contó que las primas de Melania, que también viven en esa tranquila villa rodeada de pastizales y viñedos, están muy agradecidas porque ella les envía a sus hijos la ropa que ya no usa Barron.
“En los últimos meses esto ha sido un poco loco, toda la gente de todo el mundo quiere saber todo de Melania’’, dijo.
Es una premura explicable. A menos de tres meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la vida de Melania se conoce a retazos. Hay algunos pasajes inéditos y otros que ella no ha aclarado. Hoy no se sabe cómo esta exmodelo, que podría convertirse en la Primera Dama, obtuvo la residencia en Estados Unidos. Tampoco es claro si tiene o no un título universitario.
Univision Investiga ha preguntado en dos ocasiones a la campaña de Trump sobre el historial migratorio de su esposa. La primera petición no fue respondida. Esta semana, la oficina del abogado de Melania en Estados Unidos, Charles Harder, respondió todas las preguntas de un cuestionario excepto dos, la que indagaba por la manera en la que la señora Trump obtuvo la Green Card y otra que solicitaba los récords de su carrera en Eslovenia.
Melania fue la segunda de dos hijas del matrimonio de Viktor Knavs y Amalija Ulčnik, trabajadores de la ya liquidada fábrica gubernamental de textiles Jutranca en el pueblo de Sevnica, situado en el ala de la gallina. Ella era costurera y él un chofer. La familia germanizó el apellido y ahora se firman Knauss.
La modelo nació en abril de 1970 en el hospital de Novo Mesto un año después que su hermana Inés.
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En Sevnica, donde pasó su infancia, la vida era apacible y segura, según lo recuerdan sus amigas de la escuela.
“Eramos niños, todo era dulce en esta época. Tuvimos una infancia muy bonita. Era un ambiente tranquilo. Teníamos casi todo lo que necesitábamos y algo más'’’, explicó Diana Kosar, compañera de primaria.
Ella recuerda que Melania era una niña madura y obediente que cosía los mejores vestidos para las muñecas siguiendo las virtudes de su mamá.
“Era buena para todo lo que fuese creatividad. Nosotros no dibujábamos los vestidos, solo los cosíamos, pero ella los dibujaba primero, eran bosquejos muy buenos'’’, agregó.
A Melania, en medio del bullicio de los niños del barrio, le gustaba tomar respiros de soledad.
“Necesitaba espacio y tiempo para ella. Leía o se quedaba pensando en cosas que luego dibujaba’’, dijo Kosar.
Los padres ocuparon un apartamento de dos habitaciones en Sevnica, un pueblo de 5 mil habitantes. Lo adquirieron a través del plan de vivienda de la hoy liquidada fábrica oficial de textiles Jutranca para la que ambos trabajaban. Al nacer Melania se mudaron a un edificio cercano con una habitación más que el anterior.
Viktor, el padre de Melania, era miembro del partido comunista. Varios vecinos coinciden en que se inscribió más por conveniencia que por convicción. Y en esa condición corrió el pequeño riesgo de meterse en problemas con el partido por haber bautizado a su hija. Ella fue bautizada en una iglesia católica de Raka como muchos de los miembros de su familia.
Para algunos vecinos que continúan viviendo en el barrio fue una sorpresa enterarse recientemente de que Viktor había tenido un hijo extramatrimonial que se negó a reconocer durante años hasta que un tribunal lo forzó a pagar su manutención basándose en una prueba de paternidad.
El drama del medio hermano de Melania, Denis Cigelnja, quien tiene 50 años y trabaja para una cadena de supermercados en Eslovenia, fue reportado por un artículo de la periodista Julia Ioffe en la revista GQ y por los biógrafos eslovenos de la exmodelo citando documentos judiciales. Como parte de una ofensiva legal internacional que incluye a uno de los exnovios de Melania, los abogados de Trump han exigido a los biógrafos que remuevan la biografía de Amazon. Pozar respondió que no lo hará.
ENIGMA ACADÉMICO
Melania siempre quiso irse de su pueblo. “Ella siempre supo que quería marcharse de Sevnica porque era muy pequeña para ella. Quería irse a Ljubljana. Era su primera meta. Una ciudad grande para nosotros aquí en este pueblo’’, dijo Kosar, su amiga de la infancia.
Son pocos los amigos de esa época con quien Melania mantiene comunicación. Se sabe que intercambiaba mensajes con quien fue su nana, quien ya falleció, y con una compañera que vive en el Líbano.
Melania se estableció en la capital y fue aceptada para estudiar arquitectura en la Universidad de Ljubljana, luego de aprobar los estrictos exámenes de admisión.
“Ella es, sin duda, una mujer muy inteligente porque nadie puede presentarse en nuestra facultad si no es suficientemente inteligente [….] Usted debe tener un IQ muy alto. No la subestimen’’, comentó Vogelnik, su exprofesor del primer año de carrera.
Vogelnik explicó que para la época en que Melania se matriculó, la carrera de arquitectura tomaba un promedio de casi ocho años para terminarla. En una entrevista en su casa en una zona residencial cercana a la capital eslovena, el exprofesor retirado habló con la irreverencia que dan los años. Sostuvo que sólo puede dar fe de que ella asistió a clases el primer año pero esquivó varias veces la pregunta de si a él le consta que terminó la carrera. Aunque no lo descartó.
“Se dio cuenta que esos son los mejores días de una mujer hermosa para desperdiciarlos'', dijo.
Las dudas sobre el título académico surgieron luego de que Melania dijo a la televisión de Estados Unidos que había terminado la carrera de arquitectura y lo puso en su página personal de internet. Ella quizás no contaba con que 18 años atrás, en la entrevista de su lanzamiento en París, su versión fue diferente.
“Surgió la pregunta si piensa continuar sus estudios, si planea terminar sus estudios y en este punto respondió que ser modelo para ella es más importante que seguir los estudios'', recordó Nograsek.
El semanario Nedeljski Dnevnik, donde trabajaba Nograsek, reprodujo la respuesta nunca desmentida por Melania.
“Yo me matriculé en la facultad de arquitectura pero no terminé porque estaba más interesada en trabajar como modelo''.
Univision Investiga pidió los resultados académicos a la facultad de arquitectura y acudió a la sede para hablar con algún directivo. La facultad respondió que no puede revelar los documentos sin autorización de Melania.
Una búsqueda en una base de datos oficial de tesis de grado, consultada por Univision en Eslovenia, no muestra ningún trabajo de Melania como requisito de graduación.
Melania Trump removió de su página personal la referencia a sus estudios académicos.
"SIN ENCANTO"
Melania no había cumplido los 17 años cuando fue abordada por un conocido fotógrafo de modelos que le propuso posar para él.
“Mi ojo de fotógrafo profesional siempre buscaba muchachas para fotografiar, para la moda, para los anuncios, así que enseguida noté esta muchacha alta, delgada con una buena figura, piernas largas’’, recuerda con su voz calmada Jerko, durante una entrevista en su casa en Liubjiana.
Cuando sus amigos del mundo de la moda vieron las fotografías, la contactaron. El otoño siguiente Melania, según el fotógrafo, hizo un curso para modelos y posó para revistas de moda.
Jerko pensó en un principio que ella tenía un muy buen futuro en el modelaje pero después de dos sesiones perdió un poco el entusiasmo, dijo.
“Su exterior era muy bueno para ser un excelente fotomodelo pero creo que le faltaba una energía, un cierto encanto que si lo tienes lo estás transmitiendo a través de tus ojos, a través de tu personalidad; si tienes algo que, como diría, viene del corazón, esto se nota en la fotografía’’, explicó el fotógrafo.
A Jerko siempre le intrigó que Melania nunca le hubiera pedido una sola de las fotografías que le tomó gratuitamente.
“Nunca se puso en contacto conmigo ni me dio las gracias porque la descubrí y le ofrecí la posibilidad de llegar a ser modelo y que de alguna manera con su trabajo de modelo, con su cuerpo, llegó tan lejos que a lo mejor llega a ser la primera dama de Estados Unidos’’, agregó.
“Y si va a ser la primera dama de América pienso que podría llegar a ser un verdadero icono de América. Un icono de moda’’.
Aunque desfiló desde que tenía siete años con diseños de la fábrica donde trabajaba su madre, la carrera de Melania como modelo empezó oficialmente en 1992 cuando obtuvo el segundo lugar en el concurso 'El Rostro del Año'.
Bernarda Jeklin, quie fue jurado del premio, la recuerda. “Lo único que me fascinaba eran sus ojos. Ella tiene unos ojos agresivos, pero no ojos de gato, en mi tiempo tenía ojos de tigresa. Ojos peligrosos… era muy flaca, no tenía busto’’.
Después de este premio, Melania se lanzó al modelaje en Europa, pero es poco lo que se sabe de esa época. En su entrevista en París, ella alardeó de que su futuro inmediato estaba en el cine. Según Nograsek dijo que había sido invitada por el director Craig Signer a trabajar en una película junto a Mickey Rourke, que era la estrella del momento por su éxito taquillero del film 'Nueve Semanas y media’'. Univision contactó a Signer, quien confirmó que Melania hizo dos audiciones para la película de mafiosos 'Good Night to Die', pero que no fue escogida por su marcado acento extranjero.
EL MISTERIO DE LA GREEN CARD
Paolo Zampolli, un multimillonario italoamericano que vive en Nueva York, es quizás el personaje más importante en la vida de Melania Trump.
Por la época en que Melania recorría las pasarelas de Europa a mediados de los años noventa, Zampolli buscaba modelos para su agencia de Nueva York. Él la entrevistó en Milán, Italia.
“Muy linda, muy seria. Le pregunté si quería venir a trabajar en Nueva York. Ella ha dicho: 'ya trabajé varios años aquí en Europa, en otro medio de la Alemania y de la Francia y de Milano. Me encantaría, probar un nuevo mercado [….] estaba en mi sueño, el American dream’’, recuerda Zampolli.
Zampolli, que tiene la misma edad de Melania, recibió a los periodistas de Univision en su amplia casa de Nueva York donde además tiene su despacho de embajador ante Naciones Unidas de Dominica, una de las Antillas menores del Caribe.
Él sostiene que Melania empezó a trabajar para Metropolitan, su agencia de modelaje, con una visa de trabajo H1.
“Ella trabajó solo con visa’’, aseguró cuando se le preguntó por otra de las declaraciones de Melania que desataron suspicacia sobre su historial migratorio.
Esta vez la exmodelo sembró la duda al ponerse ella misma como ejemplo de una inmigrante que cumple con las reglas en Estados Unidos. Melania dijo que en esa época viajaba con cierta frecuencia a Eslovenia a renovar sus documentos de inmigración. Para abogados expertos consultados por Univision, la declaración sugería que la entonces modelo tenía una visa de turista, no de trabajo, pues la segunda no requiere presentaciones periódicas tan frecuentes.
Zampolli cree que Melania estaba confundida cuando dio las declaraciones.
Pero en la historia migratoria de Melania, queda una duda mayor. ¿Cómo obtuvo su residencia permanente o Green card?
Esa es una historia que Zampolli dice que desconoce pese al importante papel que ha jugado en la vida profesional y personal de Melania. Zampolli no solo le ayudó a dar el salto a las pasarelas de Estados Unidos y sus abogados consiguieron, según él, la aprobación de la visa de trabajo, sino que se la presentó en 1998 a Donald Trump. Tiempo después Trump nombró a Zampolli director de desarrollo internacional de la organización Trump.
“Usted continuó siendo amigo y cercano a la familia Trump. ¿No podría suponerse que debería saber cómo obtuvo ella la Green Card si era tan cercano?, le preguntó este reportero.
En una mezcla de italiano y español, Zampolli respondió que no es un tema de conversación con la pareja, incluso que su estatus migratorio no lo discute con ellos: “En el mismo tiempo que yo he conocido a ellos mi Green Card después pegué en mi passaporto, nunca discutí con ellos cómo lo he hecho’’, dijo.
"¿Por qué usted, que los conoce, cree que ellos no han aclarado cómo obtuvo la Green Card?
“Es la primera vez que me hacen esa pregunta. Pensaba que estaba claro cómo ha obtenido la Green Card, no sé’’.
* REPRODUCIDO EN SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE GERARDO REYES Y DE UNIVISIÓN INVESTIGA