Pese a que la infraestructura es uno de los sectores de mayor importancia para el impulso de la economía mexicana, la inversión gubernamental en este sector se encuentra en su menor nivel histórico. En los últimos días, diversos analistas y calificadoras alertaron que si el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto sigue invirtiendo en Pemex, será difícil disminuir la deuda del país, que al cierre del segundo trimestre de 2016, se ubica en 6 billones 519 mil 981.7 millones de pesos. Como porcentaje del PIB, representó el 34.5 por ciento.
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Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).– Si el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto continúa invirtiendo en Petróleos Mexicanos (Pemex) sin que esta muestre los rendimientos esperados, la economía mexicana no alcanzará un repunte, advirtió Francisco Lelo de Larrea Padilla, integrante del panel de expertos de la organización México ¿Cómo vamos? y subdirector de análisis económico del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Pemex, que es la empresa productiva del Estado, como agente del Gobierno para explotar las riquezas petroleras de los mexicanos recibe montos importantes para invertir y con esa inversión ir reponiendo todo el petróleo que se consume, es decir, reponer las reservas probadas de petróleo y eso es lo que no está funcionando”, dijo el analista en entrevista con SinEmbargo.
De acuerdo con Lelo de Larrea, una de los rubros a los que se están destinando recursos es la exploración. “Pemex decide dónde explorar y en toda esta exploración resulta que no hay petróleo o es muy difícil de sacar. No hay yacimientos ricos. Entonces, se está invirtiendo en exploración y no se están sustituyendo las reservas a la velocidad a la que se saca el petróleo”.
"Pemex no está mostrando rendimientos. Nadie puede seguir invirtiendo en algo que no da frutos”, añadió.
Ayer, Jaime Reushe, vicepresidente analista senior de riesgo soberano de Moody’s, dijo que aunque México asegura que hay disciplina financiera y la deuda del país se estabilizará en los próximos años, ésta seguirá creciendo y llegaría a 39 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2019 si el Gobierno mexicano continúa con los apoyos fiscales que entrega a Petróleos Mexicanos.
"En un escenario en el que Pemex no tuviera deuda, el Gobierno mexicano podría estabilizarse entre el 2017 y el 2018", dijo Reushe durante la 17 Conferencia Anual de Moody’s.
Lelo de Larrea señaló que las reformas estructurales lo que buscan es hacer más dinámica la economía, pero es muy pronto para ver los resultados. Sin embargo, la inversión al sector energético que se realiza a través de Pemex, no ha tenido los resultados esperados ya que “se le están destinando grandes montos de recursos y las reservas siguen disminuyendo”.
El Gobierno de Peña Nieto entregó a Pemex una aportación patrimonial de 26 mil 500 millones de pesos, según el Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública del segundo trimestre de 2016 publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En una proyección a futuro, seguir invirtiendo en Petróleos Mexicanos a cambio de nada es una “situación preocupante”, mencionó.
Por otro lado Lelo de Larrea señaló que uno de los sectores de mayor importancia para el impulso de la economía mexicana es la infraestructura y la inversión gubernamental en este sector se encuentra en su menor nivel histórico. El expertos de la organización México ¿Cómo vamos?, mencionó que durante el primer trimestre de 2016 la inversión del Gobierno mexicano en el área de infraestructura fue de sólo el 3 por ciento en relación con el PIB, es el dato más bajo del que se tiene registro.
"En México faltan proyectos a largo plazo que independientemente los cambios de Gobierno tengan los recursos asegurados y planeación".
La caída en la inversión en la construcción de carretas, autopistas e incluso infraestructura ferroviaria, la cual en los últimos 10 años no ha aumentado ni un kilómetro, no se debe a la falta de recursos federales es al revés, dijo, ya que la Reforma Fiscal le dio recursos adicionales a los que ya tenía.
Esta situación de nula inversión se ha convertido en un tema preocupante pues “si el Gobierno no invierte en infraestructura para el futuro, se van a generar cuellos de botella que van a frenar el crecimiento del país”.
Respecto a la perspectiva negativa que dio la calificadora Standard & Poor’s, lo cual deja una posibilidad de tres de que rebaje la nota crediticia en los próximos 24 meses si el nivel de deuda o la carga de intereses presenta un deterioro mayor a lo esperado. Y al cambio de perspectiva de “estable” a “negativa” que la calificadora Moody’s dio a la perspectiva para el sistema bancario ante expectativas de que el riesgo de activos aumente con la expansión de su cartera de crédito, aun cuando el crecimiento económico se mantiene deprimido.
El experto dijo que el Gobierno se está endeudando y no está invirtiendo en activos, situación que complicará que se realice el pago de la deuda de manera eficiente. Pero dijo que es importante señalar que las calificadoras no han disminuido las calificaciones, sólo la perspectivas, sin embargo, estas bajas “son un foco amarillo que preocupa”.
PEMEX EN PICADA
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La Reforma Energética dio la capacidad de importar gases LP, como propano, a empresas distintas a Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que pone en riesgo el dominio de la petrolera en el mercado del combustible más utilizado en el país, informó hoy la agencia Bloomberg.
De acuerdo con especialistas del sector energético, es probable que la demanda de gas LP en México crezca un 7 por ciento este año a 300 mil barriles por día.
Pero Pemex, por su parte, no está en condiciones de aprovechar las circunstancias después de reportar insuficiencias en su flujo de caja por tres años consecutivos, y este año el déficit aumentó a un monto récord de 22 mil millones de dólares, de acuerdo con datos y cálculos compilados por Bloomberg.
La deuda total de la Empresa Productiva del Estado se disparó a casi 100 mil millones de pesos, y ha resistido recortes de 162 mil millones de pesos en su presupuesto en los últimos dos años.