José Luis Rodríguez tiene 80 años. Vive en la colonia Frente de Defensa Popular, ubicada al sur de de Xalapa, en donde enfrenta una pobreza desmedida... al igual que otros 177 mil 918 habitantes de ese municipio donde el Gobernador, Javier Duarte de Ochoa, tiene su Palacio de Gobierno. "El Puma", como lo apodan, sólo tiene su casa de piso de tierra, su camastro y un azadón con el que se gana la vida cortando la maleza en colonias más favorecidas. De acuerdo a cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 5 millones 469 mil 200 personas tienen carencia por acceso a la seguridad social, sólo en Veracruz.
Por Miguel Ángel León Carmona
Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo/BlogExpediente). — Cerca de la ciudad llamada "Atenas Veracruzana", a tres kilómetros de la Secretaría de Desarrollo Social, justo detrás de las Villas Olímpicas que alguna vez Javier Duarte soñó serían parte de “los mejores juegos de la historia”.
En las periferias de Xalapa, la gente sigue defecando al aire libre, durmiendo entre pulgas, perros y sarna.
Se trata de una realidad que en ningún momento ha sido extraída del imaginario, pues según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Xalapa es la ciudad con más pobres en el estado; 177 mil 918 personas estancadas en la media y alta marginación.
En la colonia Frente de Defensa Popular (FREDEPO), ubicada al sur del municipio, vive José Luis Rodríguez, alias “El Puma”, quien sin dificultades podría ser el más pobre entre el casi medio millón de habitantes; un ser inexistente para la delegada federal de la SEDESOL, Ana Guadalupe Ingram. No obstante que a la priista se le ve publicar fotos abrazada de adultos mayores.
“El gobierno se dedica a robarnos. Se chingan el dinero y se van. Antes sí nos apoyaban, ahora me tienen bien jodido. No es que me dé por vencido, yo sigo luchando, pero ya tengo 80 años, de pura pena deberían echarme la mano”, comenta el hombre cabizbajo.
"ENTREN Y VEARÁN QUE VIVO DE LA FREGADA"
Don José Luis vive en las primeras casitas de la colonia FREDEPO, es el único que ignora la advertencia de su dirigente. “Apenas vieron que estaban sacando fotos y nos avisaron que no habláramos con ustedes. Pero ¡ah, qué importa! entren y verán que vivo de la fregada”.
Se trata de un hombre vivaracho, platicador, originario del estado de Michoacán, según le dijeron sus padres. A los 16 años se instaló en Veracruz en busca de oportunidades de trabajo para alguien que no sabe ni leer ni escribir. Un trotamundos, que en sus palabras, "nunca le gustó ser ratón de un solo agujero”.
"El Puma", como le dicen por el nombre idéntico al del cantante venezolano, acepta relatar uno de sus días: “No hay mucho qué contar, joven, toda mi vida había sido albañil, pero ya ni de eso me dan chamba. Estoy solo, sí tuve hijas, no sé si sepan que estoy vivo”.
Como todos los días, a las seis de la mañana, "El Puma" se levanta de su camastro tamaño individual. Si hay café, lo calienta en un recipiente de aluminio, un envase de fórmula láctea "Nido". El dinero no le rinde para comprar leña, así que cada 15 días paga por alcohol industrial y así fríe sus tortillas, frijoles y nopales. Difícilmente varía el menú para don José Luis. “Aquí si tengo, como y si no, me quedo así y ya. Ha habido veces en las que me quedo hasta dos días sin comer”, relata.
Una vez que engañó el hambre sale a buscar trabajo, chapeando el pasto en colonias de mejores estratos sociales. “Depende cómo esté el terreno y el tamaño de la hierba. Si el zacate está muy crecido cobro unos 250 ó 300 pesos” asegura.
Sin embargo, en ocasiones como la de hoy, las familias le piden que vuelva al mes siguiente, pues hay gastos en inscripciones y útiles escolares. “Ahorita pues no me queda mas que sacarle filo al azadón, ya caerá una chambita. Ya más al rato me pongo a barrer el patio o a tapar los hoyos en la casa pa' que no se meta el agua”.
La morada de "El Puma" no mide más de ocho metros cuadrados; similar a una habitación del INFONAVIT. El piso es de tierra y las ventanas de cartón; los muros de ladrillos están apilados sin algún mortero.
“Estos ladrillos se amarran solitos, lo ideal es ponerle su cemento, pero primero Dios no se me venga abajo con las lluvias como a uno de los vecinos. Es lo que hay, y pues tengo que aguantarme” insiste el entrevistado.
Don José Luis apenas posee su cama, una mesa apolillada y un par de zapatos que usa para trabajar en la maleza. No hay más, ni siquiera cuadros religiosos. “Para qué le rezo a los santos. Yo nomás me persigno y con eso”.
A don José Luis, no le apena decir que su cuarto no cuenta con un baño, una taza, ni siquiera una letrina. El hombre explica su método ante la situación precaria. “La verdad joven, por ahí anda un bote de pintura. Ahí hago mis necesidades y ya después las riego en la tierra”.
El hombre de 80 años, recién cumplidos el pasado 25 de junio, comparte que desde hace casi un lustro es parte del Frente de Defensa Popular, gracias a ello le tocó espacio en los terrenos ubicados en las zonas conocidas como de alto riesgo.
“EL PUMA", EL HOMBRE MÁS POBRE EN XALAPA
De acuerdo con los lineamientos del Coneval, “una persona se encuentra en situación de pobreza extrema cuando presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria”.
Son seis los aspectos que se toman en cuenta: el rezago educativo, las carencias por acceso a los servicios de salud, por acceso a la seguridad social, por calidad y espacios de la vivienda, por acceso a los servicios básicos en la vivienda y por acceso a la alimentación. Don José Luis reúne, sin problemas, todos los requisitos para ser una de las personas más pobres, incluso en toda la República Mexicana, entre los 55. 3 millones de desventurados que anuncia el Coneval.
En Veracruz, 2 millones 220 mil 700 personas tienen rezago educativo. "El Puma" acepta que a la escuela sólo ha entrado a cortar los prados. Y si hace sumas y restas es para que le peguen completo sus jornadas de 10 horas.
En Veracruz, 1 millón 736 mil 300 personas tienen carencias por acceso a los servicios de salud. Don José Luis, jamás ha asistido al médico. Se define como un tipo que poco se enferma, y cuando le pasa aminora sus males cortando plantas medicinales del monte.
En Veracruz, 5 millones 469 mil 200 personas tienen carencia por acceso a la seguridad social. Don José Luis lleva años solicitando un acta de nacimiento para poder postularse, si quiera a los programas de asistencia social. Hasta la fecha las respuestas han sido nulas. No obstante que Ana Guadalupe Ingram, aún como presidenta de la mesa directiva del Congreso Local, se diera tiempo en 2014 para cambiarse de nombre por el de Anilú Ingram.
En Veracruz, 1 millón 345 mil 300 personas tienen carencias por calidad y espacios en la vivienda. Don José Luis come y duerme en un cuarto de ocho metros cuadrados, que a la fecha le dicen que es suyo, aunque no tenga algún papel que lo avale.
En Veracruz, 2 millones 396 mil 600 personas tienen carencias por acceso a la alimentación. "El Puma" se ha acostumbrado a comer frijoles y nopales a todas horas, todos los días de la semana. Incluso, confiesa ha pasado hasta 48 horas sin probar bocado.
Así la vida resumida de José Luis Rodríguez un hombre que, asegura, no se rinde. Sin embargo, al mar de necesidades, le suma una última que ha venido apareciendo conforme el correr de los años.
“Ya estoy viejo y pronto Dios me va a llamar a cuentas. A como están las cosas, ya ni sé si alguien se dignará a llevarme a enterrar. Yo me acuerdo que antes las cosas eran diferentes. Pero ni modos, este gobierno nos tocaron y hay que echarle ganas” sentencia "El Puma".