Habitar espacios sobre tierra blanda, tener techos y paredes de lámina, intentar resguardarse de una tormenta que parece que pasará pronto y terminar finalmente sepultado bajo deslaves de montañas vecinas que se derramaron sobre cientos de hogares. El riesgo lo comparten muchos, no son la excepción, son por el contrario, una buena parte de la población que carece de servicios públicos para garantizar viviendas dignas y ubicadas en zonas seguras.

Semanas antes de la tormenta "Earl", en Puebla, el Gobernador Moreno Valle y su equipo de comunicación se habían esmerado por proyectar una imagen de inversión en desarrollo. Para ilustrar sus prioridades, hacen desfiles periódicos de fotografías e inauguraciones de caminos, clínicas, periféricos o hasta una rueda de la fortuna gigante, que sólo ciudades como París pueden ostentar.

Entusiasmados anunciaron la construcción de una ciclopista millonaria. En una respuesta de reclamo, las organizaciones de sociedad civil expertas en movilidad e incluso los grupos de ciclistas organizados de Puebla realizaron críticas a esta decisión del gobierno local e hicieron públicas las injustificadas cantidades destinadas a la vía ciclista. En promedio cada kilómetro de su ocurrencia costará 30 millones de pesos. Planeada para alcanzar los 7.6 kilómetros, la ciclopista de Moreno Valle rondaría los 270 millones de pesos. A pesar de las críticas no se ha hecho ningún ajuste al absurdo proyecto. Esos recursos podrían ser aprovechados para cubrir varias de las necesidades de vivienda que están claramente demostradas.

Puebla ocupa el cuarto lugar de la lista de los estados más de pobres de la República Mexicana. Uno de cada seis poblanos vive en pobreza. Con el gobierno de Moreno Valle se ha presentado un sensible aumento en el Índice de Tendencias Laboral de la Pobreza (ITLP) de acuerdo con el CONEVAL y su Observatorio sobre Desarrollo Regional y Pobreza 2015. Igualmente, muestran que el poder adquisitivo del ingreso laboral de los poblanos que no pueden comprar una canasta básica aumentó 0.4 por ciento respecto del periodo anterior. No está de más recordar que los indicadores de pobreza en la que los poblanos sobreviven, tienen tres o más carencias en: educación, salud, seguridad social y vivienda.

Un desastre natural suele ser tragedia cuando las acciones de protección civil son reactivas y la inversión en desarrollo urbano y organización de espacios comunitarios son escasas. Las condiciones de vivienda son un reflejo de la situación de pobreza en la que están millones de poblanos. En consecuencia, la tormenta Earl ha causado la evacuación de 540 familias que estaban ubicadas en terrenos accidentados. Son ya 35 los muertos y 9 desaparecidos en comunidades como Xaltepec y Huauchinango que han permanecido en el abandono del gobierno.

El Gobernador ha visitado las zonas y ha prometido apoyo a los damnificados. No vendría mal que revisara proyectos como el de la ciclopista que claramente están sobrevaluados y no representan las prioridades del cuarto estado más pobre de nuestro país. Lo que destina en publicitarse para contrarrestar cifras oficiales de su ineficiencia para reducir la pobreza, podría, por vergüenza, colocarlo en presupuestos que atiendan la reubicación digna de familias con viviendas en riesgo. Pero quizá prefiera terminar sus últimos meses de gobierno en acrobacias aparatosas que abandonan en la pobreza a la mayoría de los poblanos.

Maite Azuela

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Analista Política y Activista por los derechos humanos y la rendición de cuentas. Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Concordia, Canadá. Colaboradora de Uno Noticias. Dirige la organización Dejemos de Hacernos Pendejos y forma parte de redes ciudadanas para el impulso de los derechos políticos y la defensa de los derechos humanos. Fue servidora pública durante una década y entre las instituciones para las que laboró están el Instituto Nacional Electoral (INE), el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública (INAI).

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