El maestro Erubiel Tirado, coordinador del programa de seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana, expuso que las manifestaciones de violencia en algunas entidades del país se deben al reacomodo de los cárteles de la droga, los cambios de plaza y rutas por donde se trafican drogas o personas. Sin embargo, criticó también que en materia de seguridad no ha habido “un cambio de timón”. Mientras, expertos como Jorge Chabat y Sergio Aguayo Quezada, consideraron que el Estado mexicano se ha visto rebasado y debe pedir ayuda internacional.
Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).– Una jornada violenta registrada el pasado fin de semana, en 17 entidades del centro, norte y sur del país dejó como saldo al menos 99 personas asesinadas. De acuerdo con expertos en seguridad, estos episodios de violencia son el resultado del efecto limitado de la estrategia de seguridad implementada por el Presidente Enrique Peña Nieto que, consideraron, en realidad “es una variación” de la utilizada por Felipe Calderón Hinojosa.
Este lunes, el saldo letal que se registró en entidades históricamente violentas, como Guerrero, Estado de México, Tamaulipas y Michoacán, alcanzó a otros estados que habían permanecido hasta el momento en una aparente calma, pero que durante los últimos meses han registrado altos índices de homicidios, como Guanajuato y la Ciudad de México.
En este contexto, el maestro Erubiel Tirado, coordinador del programa de seguridad nacional de la Universidad Iberoamericana, señaló en entrevista para SinEmbargo que el esquema de la estrategia de seguridad del Gobierno federal “en realidad es una variación de lo que se venía haciendo con Felipe Calderón”.
Al concluir su sexenio, Calderón Hinojosa arrastró el peso de más de 121 mil muertes desde que declaró la guerra contra el crimen organizado. Ante este panorama de violencia y muerte, el Gobierno de Enrique Peña Nieto aseguró, al menos en el discurso oficial, que la estrategia para combatir al narcotráfico sería diferente a la desempeñada por su antecesor.
Sin embargo, de acuerdo con las cifras oficiales, y ante una creciente ola de homicidios, Erubiel Tirado considera que lo que resta del sexenio Peña Nieto será sólo de administración de la problemática, pues alertó que “el sexenio de Peña Nieto está marcado por una visión errónea, sin una visión integral más allá del discurso”.
Tirado dijo que el Gobierno priista comenzó por ocultar información, pensando de manera errónea que la percepción de inseguridad se debía al conociendo de los homicidios que se estaban cometiendo a lo largo y ancho del país.
“La estrategia de seguridad ha mostrado sus limitaciones desde el segundo año de Gobierno, las cifras que ahora vemos son una fenomenología del escaso éxito que ha tenido”. Consideró que esta situación tiene matices como el avance que se ha tenido en la atención de víctimas, en el Sistema Anticorrupción, sin embargo, en lo sustancial, dijo, la ciudadanía sigue observando un déficit en la seguridad.
El experto de la Ibero señaló que las manifestaciones de violencia en algunas entidades del país se deben al reacomodo de los cárteles de la droga, los cambios de plaza y rutas por donde se trafican drogas o personas.
Al cuestionarle si la inseguridad registró un recrudecimiento con el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Gobierno, Tirado consideró que más que una situación de partidos, se debe tomar en cuenta que a nivel de estructuras, en los aparatos policiales, castrenses y militares, no ha habido cambio significativos.
“No hay un cambio de timón, no hay un golpe en la visión, los operarios siguen siendo los mismos, solo se están reciclando. Son los mismos que han estado operando el aparato de seguridad desde hace 15 años. No hay una variación trátese del PRI o del PAN”, dijo.
Añadió que la Gendarmería Nacional terminó siendo un apéndice de la Policía Federal y “no un esquema integral como se había pensado”.
El coordinador del programa de seguridad nacional de la Ibero, también dijo que la violencia está vinculada a una oferta no controlada e ilegal de armas de fuego en el país. Y mencionó que las medidas como la tomada por empresarios de Guerrero, los cuales buscan adquirir permisos para portar armas para protegerse del crimen organizado, son la representación de que “hay una ausencia del Estado”.
Tirado expuso que se necesita una visión integral que nos lleve a abatir la incidencia de delitos. Mencionó que falta una política que nos lleve a recuperar la confianza en las instituciones, en sus políticas de seguridad y eso empieza por acabar con la impunidad y con la corrupción.
“Esperemos que los gobernantes empiecen a trabajar en este sentido ya sea por la presión de los mexicanos o la presión externa. Los graves incidentes como Ayotzinapa, Tanhuato y hasta Nochixtlán nos llevan a ese esquema, necesitamos un cambio de timón en un visión integral que asegure a la ciudadanía y dé garantías”, dijo.
En días pasados, el internacionalista Jorge Chabat y el especialista Sergio Aguayo Quezada, coincidieron en entrevista con SinEmbargo, que los crímenes como el de los 300 desaparecidos de Allende, Coahuila; los hornos crematorios de la cárcel de Piedras Negras utilizados por el crimen organizado para desaparecer a hombres, viejos, niños y mujeres; las desapariciones masivas de estudiantes como la ocurrida en Iguala, Guerrero; las fosas con cadáveres por todo el país y los migrantes acribillados en la ruta para conseguir el “sueño americano”, como los 72 de San Fernando, hablan de un Estado rebasado por el crimen y la corrupción, pero que aún está a tiempo de resolver sus problemas.
Ayer, Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, uno de los municipios más golpeados por la ola de violencia, dijo que el deterioro de la seguridad, y el crecimiento de la violencia en Guerrero y otros estados, “revela la necesidad de revisar y reorientar la estrategia de seguridad”.
Incluso, el Arzobispo se refirió a las policías comunitarias como modelo alternativo de seguridad y justicia, y convocó a todos los pueblos para que se apoye a esas organizaciones y mantener los valores y principios con los que se conformaron.
SE DESATA LA VIOLENCIA DE NORTE A SUR
En todo el territorio del país la marea violenta está aumentando de nivel. En Guerrero, de acuerdo con información del periódico El Sur, la mañana de este lunes fue localizada en una hielera la cabeza de un hombre. Una fuente de la Secretaria de Seguridad Pública de la entidad dijo que en la tapa de la hielera se encontró un narco mensaje.
Según fuentes extraoficiales, la cabeza podría pertenecer al cuerpo desmembrado encontrado la noche de este domingo en la carretera Chilapa-Acazacatlán; las extremidades del cuerpo se localizaron en tres bolsas de plástico con un narcomensaje: “Esto es lo que les va a pasar a todos los que anden apoyando a la federal ya saben quien manda mierdas att. Los jefes”.
Este hallazgo forma parte de las 24 ejecuciones que se registraron en las últimas 72 horas, entre las cuales también destacó el homicidio de siete integrantes de una familia y el deceso de Octavio Morales Pastor, juez de paz de Heliodoro Castillo en el municipio de Tlacotepec, quien fue asesinado a golpes.
La violencia también se acentuó en otros estados que hasta el momento habían permanecido en aparente calma, como Zacatecas, donde para el primer semestre del 2016 se contabilizaron ya 202 homicidios dolosos, según las cifras presentadas por el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SENSP). En tanto, este fin de semana actos de violencia en diferentes zonas del estado dejaron al menos cinco personas muertas.
Durante un enfrentamiento en Apatzingán, Michoacán, la madrugada de hoy lunes, dos personas fueron abatidas y una más resultó herida. Decesos que se suman a la muerte de una persona en Lázaro Cárdenas y a las diez personas calcinadas que se encontraron al interior de un vehículo en el municipio de Cuitzeo.
Al respecto el Gobernador del estado, Silvano Aureoles aseguró que el Alcalde del municipio de Álvaro Obregón, Juan Carlos Arreygue Nuñez, policías municipales y un policía ministerial son los presuntos responsables de la muerte de estas diez personas.
Otro de las entidades que durante los últimos meses se ha colado a los primeros lugares de violencia, es Guanajuato, gobernado por el panista Miguel Márquez Márquez, donde este fin de semana hubo cinco ejecutados, igual que en el Estado de México de Eruviel Ávila Villegas y en Nuevo León del independiente Jaime Rodríguez Calderón, "El Bronco".
En Ciudad Victoria, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron agredidos por integrantes del crimen organizado donde resultaron muertos tres delincuentes y un marino. Tamaulipas cerró el fin de semana con un total de siete muertos.
Las cifra roja en Oaxaca, Sinaloa y la Ciudad de México fue de cuatro. El crimen también dejó víctimas en estados como Coahuila, Hidalgo, Morelos y Veracruz, con tres personas muertas en cada entidad. En Chihuahua se contabilizó el homicidio de dos personas y en Chiapas una persona fue privada de la vida, al igual que en Jalisco.