Si una persona que sufre una discapacidad permanente o temporal no se puede desplazar por su ciudad en transporte público, si una persona mayor sufre riesgos para hacerlo o una mujer embarazada se pone en peligro, cualquier otra forma de discriminación viene de más. Si no me puedo desplazar: no puedo trabajar, no puedo estudiar, no puedo acceder a los servicios médicos, al entretenimiento, quedo excluido socialmente. Así están millones de mexicanos en nuestras ciudades. Cómo acceder al metro, a un microbús o un camión si no veo, si voy en silla de ruedas, si estoy embarazada, si llevo a un niño de meses en los brazos. En mucho casos, simplemente, no se puede; en otros, representa un gran riesgo. Desde una condición permanente a una temporal, el transporte público actual excluye, discrimina o pone en riesgo.
El INEGI establece que hay 5 millones de mexicanos con algún tipo de limitación física. También, en base a los datos de INEGI sabemos que hay decenas de millones de personas que por su edad avanzada o por ser niños pequeños necesitan de asistencia, acompañamiento o condiciones especiales para movilizarse en transporte público.
De todos los sistemas de transporte público existentes, el que por su naturaleza puede revertir esta situación y puede ofrecer las mejores condiciones para las personas que sufren de alguna discapacidad o se encuentran por condiciones temporales o de edad con dificultades para desplazarse, es el BRT o Metrobus. Además de ser una de las mejores opciones de transporte público, en general, al atraer al mayor porcentaje de propietarios de automóvil (alrededor del 16 por ciento de sus usuarios dejan el auto para tomarlo) y no requerir de subsidios (las líneas pueden ser de propiedad privada y cobrar lo mismo que el metro); puede brindar las mejores condiciones para el transporte de personas invidentes, con deficiencias auditivas, en sillas de ruedas, personas mayores, mujeres embarazadas y padres con pequeños.
Victor Alvarado, ingeniero en transporte de El Poder del Consumidor se dio a la tarea de evaluar los 747 accesos que ofrecen las 573 estaciones actualmente abiertas al público distribuidas en 16 líneas de BRT en el país (Ciudad de México, Monterrey, Chihuahua, Puebla, León. Pachuca, Guadalajara y Ciudad Juárez). El reporte está contenido en el documento: “Diagnóstico de accesibilidad de los sistemas BRT en México”, que fue calificado por Tom Ricket, director ejecutivo de Access Exchange International, uno de los mayores expertos en el mundo en el tema de accesibilidad, como uno de los mejores estudios al respecto, como “un ejemplo a seguir”. Ver el reporte en: http://bit.ly/29PiUaC
En las condiciones que vivimos de deterioro de las condiciones de vida y de los servicios públicos, es importante evaluar y destacar lo que si funciona. El reporte señala como un ejemplo de buena práctica de accesibilidad a la línea 5 del Metrobus en la ciudad de México, que sale como la mejor calificada. Señala las deficiencias y aciertos en el resto de las rutas de BRT invitando a realizar las mejoras y a establecer los estándares que deben cumplir las nuevas rutas de BRT en el país.
Como lo explica el documento: “Algunos sistemas como el Metrobús de la Ciudad de México ha mostrado una tendencia evolutiva en la implementación de elementos que facilitan la accesibilidad para el uso del servicio a lo largo de sus cinco líneas en operación. Hemos observado como a partir de la primera línea se implementaron los botones de llamado para el apoyo de personas con movilidad limitada; en la segunda línea fueron implementados semáforos peatonales audibles así como la colocación de rutas podo-táctiles y placas táctiles con información en alto relieve (con uso de pictogramas, texto o braille). En beneficio de usuarios con discapacidad visual; la tercera colocó pantallas con información audible para el público que no perciba la información visual; la cuarta línea buscó tener una mejor conectividad con el espacio público y finalmente en la línea cinco vemos todos estos elementos desde el inicio de la operación, logrando un servicio accesible al usuario. Cabe mencionar que en la actualidad se están adoptando estos elementos paulatinamente en sus líneas existentes. Sin embargo, es vital que estos elementos no solamente se encuentren presentes, también deben estar en constante mantenimiento para garantizar su óptimo funcionamiento.
Partimos de un hecho, la necesidad urgente de ampliar el número de líneas de BRT, de establecer líneas en calles paralelas a las líneas ya saturadas. Es claro que los sistemas diseñados para personas con discapacidad permanente o temporal no son funcionales si las líneas se encuentran saturadas. Desde hace varios años hemos demandado una línea paralela a la 1 que circula en la ciudad de México que a los pocos años de servicio, al no haber otras opciones, duplicó y triplicó la demanda de pasajeros en transporte público sobre Insurgentes. Es decir, su éxito la llevó al colapso, al desatender la autoridad la necesidad de establecer otra línea de BRT que transitara paralela a Insurgentes, cubriendo la demanda Norte-Sur-Norte.
Cuando, desde Greenpeace México, a mediados de los 90s demandamos la instalación de una ruta de autobuses articulados y biarticulados en carril central confinado y con estaciones de abordaje prepago sobre Insurgentes, fuimos duramente criticados. Cómo se le iba a quitar un carril a los automóviles, se preguntaban, eso sería un caos, no se daban cuenta que los camiones y microbuses ya tenían ocupados dos carriles. Si imagina usted, ahora, Insurgentes con servicio de camiones, ya no digamos microbuses.
Durante años hemos evaluado la calidad de las rutas de BRT en México, estableciendo una calificación comparativa entre ellas. El objetivo ha sido que la calidad del servicio que brindan estas líneas de BRT se mantengan y se mejoren, que el servicio no se descuide al pasar el tiempo, como ocurre con buenos proyectos que después son abandonados. Hemos recibido buenas respuestas al publicar estos ejercicios de calificación, en varios casos, las empresas operadoras nos han llamado para que compartamos con ellas nuestras observaciones y han comenzado a realizar mejoras. Este ejercicio de comunicación entre organizaciones que evaluamos el servicio a los usuarios y las empresas operadoras debe mantenerse de manera continua tanto en el transporte público, como debería implementarse en todos los demás servicios públicos: agua, electricidad, alumbrado, etcétera.
Por muchas razones el BRT es una gran opción, por la accesibilidad que puede brindar a millones de mexicanos para desplazarse por la ciudad y que no les brinda ningún otro sistema de transporte público y por la oportunidad que ofrece a los usuarios de automóvil para que dejen su vehículo, baje el parque vehicular en tránsito y las emisiones por recorrido. Es el transporte público que atrae a un mayor porcentaje de usuarios de automóvil. Y si algo necesita esta ciudad, además de que todas las personas puedan cumplir su derecho a desplazarse por la ciudad, es que dejen de circular tantos automóviles para evitar el colapso vial.