A simple vista pareciera ser la misma prenda, sin embargo, una de ellas contiene historia, identidad y sobre todo una producción artesanal. Es importante apoyar y proteger la propiedad de nuestros pueblos indígenas.
Por Emiliano Villalba
Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo/VICE i-D).- Hace unos días, la petición de Claudia Muñoz en Change.org denunciaba actos de plagio en contra de los pueblos indígenas Zapotecos de la Comunidad de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca. La marca argentina Rapsodia, al parecer, había tomado como base la indumentaria típica de esta región.
Si se observa bien la prenda original con la prenda supuestamente plagiada de Rapsodia se encontrarán similitudes. Quizá los patrones, colores o materiales sean diferentes. El cambio es mínimo: flores bordadas acompañadas de un tono base que contrasta con el hilo que forma los patrones y columnas. A simple vista pareciera ser la misma, sin embargo, una de ellas contiene historia, identidad y sobre todo una producción artesanal.
En mayo del año pasado, los medios giraron su atención al caso de la diseñadora francesa Isabel Marant y su supuesto plagio a la comunidad Mixe de Tlahuitoltepec, Oaxaca. Este año, parece que el ciclo se repite; esta vez la historia gira alrededor de la marca argentina, Rapsodia. Su enfoque de moda rápida le ha otorgado ser una de las marcas más importantes de Latinoamérica.
Sin embargo el escándalo, por la supuesta copia de la prenda a los grupos indígenas de la comunidad zapoteca de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca, comenzó con la denuncia de Claudia Muñoz en la página Change, la cual hasta ahora ha logrado 9 mil firmas. Dentro de su manifiesto, Muñoz, recrimina el abuso de Rapsodia por ser injusta con la mano de obra artesanal, y la falta de apoyo de las instituciones para la protección de la propiedad intelectual de los pueblos indígenas del mundo.
A diferencia de la firma francesa Isabel Marant, Rapsodia no ha dado una declaración a cerca del modelo Marion Missy mismo que se encuentra aún disponible para su compra en línea y el cual contiene similitudes en las prendas de la región oaxaqueña. Los ciudadanos y diseñadores que han firmado la petición solicitan a la marca argentina un pago justo por el trabajo de las artesanas zapotecas, así como el trato digno y el reconocimiento de su trabajo. También, la petición expone que no sólo que existe este caso de plagio sino también hacen público que Rapsodia toma siluetas, patrones y diseños de culturas indígenas hindúes.
En entrevista con el diario La Crónica, Muñoz ha explicado que ya se tuvo comunicación con los artesanos de la región y están en proceso para poner en marcha lo correspondiente para proteger su trabajo.
Lo que ocurre hoy en la industria no debe ser causa de críticas malintencionadas como se puede encontrar hoy en pocas notas informativas del tema. Lo que se recomienda hacer, una vez más y a un año de la primer nota que se escribió sobre el plagio de Isabel Marant, es informarse e interesarse en realizar acciones que puedan apoyar y proteger la propiedad de nuestros pueblos indígenas.
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