“Ya estamos hasta la madre de mentiras. No queremos otra cosa más que hagan lo que corresponde”. La Segunda Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos se enfrenta con la indiferencia de las autoridades. Pese a que este flagelo ha alcanzado a más de 27 mil desaparecidos en México, los familiares presentes en Veracruz han señalado que las autoridades federales y del Gobierno de Javier Duarte de Ochoa entorpecen los trabajos, de la misma forma que los hicieron con los hallazgos de la Primera Brigada. ¿Qué acciones han impedido un pleno desarrollo de los rastreos en Veracruz?
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).- Familiares de desaparecidos de todo el país reunidos en Veracruz durante la Segunda Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos manifestaron su malestar con las autoridades por no colaborar durante el primer rastreó que realizaron.
Alrededor de 50 personas provenientes de diversos estados del país se hallan en el municipio de Amatlán de los Reyes para encontrar osamentas en sitios clandestinos. Del 15 al 29 de julio, la Segunda Brigada se lleva a cabo. En el primer día de salir al terreno, el papel de la Policía Científica y de la Fiscalía Regional de Córdoba han terminado por molestarlos.
“Ya estamos hasta la madre de mentiras. No queremos otra cosa más que hagan lo que corresponde. Los que estamos haciendo la búsqueda somos los familiares de los desaparecidos, acompañados de gente y asociaciones civiles. Esto no va funcionar así, porque el Gobierno debe realizar su trabajo, pero a raíz de que no lo hacen, lo hacemos nosotros. Ellos nos piden ser coadyuvantes, pero no lo están haciendo de la mejor manera. No nos mandan gente para ayudar, sólo nos mandan gente por si nosotros encontramos algo, ellos lo levantan”, dijo Mario Vergara Hernández, representante del Comité Los otros desaparecidos de Iguala, quien se haya presente en Veracruz.
La indignación, acusaron miembros de la Red de Enlaces Nacionales, inició desde el lunes, cuando las autoridades acusaron no tener listos resultados de la primera Brigada, realizada en abril.
“No nos dieron ningún informe de lo que han procesado, nomás hicieron que perdiéramos el tiempo, que nos irritáramos más”, dijo Vergara, sobre la reunión que se llevó a cabo en las oficinas de la Parroquia de los Santos Reyes, en Amatlán.
La Fiscalía del estado detalló que aún faltan por embalar 10 mil fragmentos de restos óseos, que no han podido ser entregados a la división científica de la Policía federal. Pese a haber sido el resultado de la primera brigada en ese municipio, especialmente, provenientes de los predios San Rafael Calería y el Porvenir.
En respuesta, Luis Ángel Bravo afirmó que los hallazgos de 65 cuadras ex cavadas en el primer terreno serían entregados mañana. Un acto que los padres de familia han interpretado como “tirarse la bolita”.
“Los fragmentos son muy chicos. No son cuerpos enteros, porque aquí los cocinaban. Los quemaron. Ojalá haya algunos que se les puede extraer ADN”, dijo Vergara. 15 concinas clandestinas fueron encontradas por la primera brigada hace tres meses.
En la primera brigada, Juan Carlos Trujillo Herrera, presidente de Familiares en Búsqueda María Herrera, detalló que al menos 40 familiares locales que buscan a desaparecidos se unieron a este esfuerzo, no sin denunciar la falta de atención por parte de las autoridades.
“[Personas] que por miedo u omisión de las autoridades no habían tenido la oportunidad de recibir asesoría, presionar o avanzar en sus investigaciones, o en algunos casos interponer denuncia”, señaló Trujillo el 22 de abril.
APOYOS DE SEGURIDAD
El viernes pasado, la Brigada llegó al municipio Paso del Macho. La Comisión Nacional de Seguridad Pública acompañó con dos patrullas a la fila de automóviles con destino a la Parroquia de la Virgen de Guadalupe. Pero, una vez llegados al sitio el acompañamiento de la seguridad se perdió, lo que prendió las alarmas.
Previo al inicio de la brigada, se pidió el respaldo de las Medidas Cautelares de Protección emitidas por el Comité de Desaparición Forzada de la Organización de Naciones Unidas, para paliar el aumento de las agresiones en contra de quienes buscan.
“Esta resistencia debe de vencerse. Tienen que entender que es una tarea de ellos buscar a quienes están desaparecidos. En su momento no les dieron las garantías individuales. Y bueno, creo que si queremos evitar nuevas tragedias, la autoridad tiene disponer de la seguridad”, expuso Oscar Loza Ochoa, representante de Voces Unidas por la Vida.
Los familiares que buscan sus desaparecidos aún tienen presente que el pasado 22 de junio, José Jesús Jiménez Gaona, uno de los miembros de la Brigada Nacional fue asesinado en Poza Rica. Se había unido a este esfuerzo para buscar a su hija Jenny Isabel Jiménez de 23, que desapareció en el 2011.
Ese miércoles por la noche Jiménez se encontraba con su esposa en la Colonia Flores Magón, cuando fue asesinado a tiros. Sujetos no identificados descendieron de una camioneta color rojo, y dispararon en numerosas ocasiones con un arma de asalto AK-47. La pareja de Jiménez, Francisca Vásquez Mendoza, resultó herida de gravedad.
Loza refirió que tres representantes de la organización ubicada en Sinaloa viajaron a Veracruz. La posibilidad de que uno de sus desaparecidos se hallé tan lejos no es un disparate: “Tenemos registros e gente desaparecida en Ahome y hallada en Nuevo León. Pero además, el acto de presencia no es sólo para encontrar a nuestros familiares, sino en solidaridad con los de los otros”.
El próximo lunes los familiares esperan que los elementos de la Policía Científica tomen muestras de ADN a los participantes de la Brigada con el objetivo de cotejarlas con los restos encontrados.
BÚSQUEDA CONTRA CORRIENTE
Vergara expuso que a diferencia de la primera Brigada, esta se realiza con mejores condiciones.
“La iglesia de Veracruz nos ha apoyado. Es algo muy lindo. La iglesia ha respondido mucho mejor que el Gobierno. Nos está dando hospedaje, todo. Sin que nosotros demos nada. La gente ha perdido la credibilidad en el Gobierno, pero no la fe y la esperanza en la iglesia”, detalló.
Dentro de la misma entidad hay personas que no han encontrado un cauce a una búsqueda de sus seres queridos. Juan Carlos Trujillo Herrera, presidente de Familiares en Búsqueda María Herrera, detalló el 22 de abril pasado que al menos 40 familiares locales que buscan a desaparecidos se unieron a este esfuerzo, no sin denunciar la falta de atención por parte de las autoridades.
“[Personas] que por miedo u omisión de las autoridades no habían tenido la oportunidad de recibir asesoría, presionar o avanzar en sus investigaciones, o en algunos casos interponer denuncia”, señaló Trujillo.
Los organizadores se han dado a la tarea de intervenir en las misas para pedir el apoyo de la gente, y que les puedan dar algún indicio de adonde dirigirse para iniciar la búsqueda. Algo que será imprescindible, dijo Vergara, porque las condiciones del terreno en Veracruz son más inhóspitas que en otros lugares del país.
“Yo como buscador de fosas, la primera vez que vine me dieron ganas de llorar. Aquí la naturaleza está del lado del Gobierno. Es muy fresco, muy húmedo, mucha hoja. Aquí sólo vamos a encontrar si la gente nos ayuda”, detalló el miembro de la Red de Enlaces Nacionales, quien perdió a su hermano Tomás el 5 de julio del 2012 en Huitzuco Guerrero.
