El caos se apoderó de Nochixtlán, Oaxaca, el fin de semana pasado; los ataques a la población por parte de elementos de la Policía Federal y Estatal –con balazos y gas lacrimógeno– generaron terror, y luego la tristeza enorme de perder a seres queridos. Los pobladores acusan que elementos de seguridad abrieron fuego en contra de civiles y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Las balas alcanzaron a pobladores que estuvieron en la zona del ataque. Las cifras oficiales, hasta el martes pasado, señalan que hubo nueve muertos, pero la CNTE menciona que fueron diez personas las que perdieron la vida en los enfrentamientos.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– El enfrentamiento del domingo entre maestros, padres de familia y Policía Federal (PF) y estatal en Nochixtlán, Oaxaca –con un saldo oficial que hasta ayer era de nueve muertos– no sólo se limitó al bloqueo de la carretera, sino que alcanzó a los pobladores que salieron de sus casas con palos y piedras para ayudar a sus vecinos que eran atacados, dijeron testigos de los hechos a SinEmbargo.
Los uniformados llegaron al bloqueo en la carretera México-Oaxaca que mantenían los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en oposición a la Reforma Educativa, y sin hablar con los manifestantes, lanzaron gas lacrimógeno e inició el ataque, dijeron.
De acuerdo con Adonis Castellanos Miguel, vecino de Nochixtlán, los maestros y padres de familia se replegaron y llegaron hasta la entrada del poblado; entonces, las campanas de la iglesia repicaron y el vehículo comunal anunció a través de un altavoz que las personas que desearan ayudar a los maestros con agua, vinagre, cítricos y mantas, lo hicieran en ese momento. Después vino el caos.
“Muchos de mis vecinos salieron con palos en las manos, con tubos y algunos víveres para llevar a la entrada, entonces el ataque fue parejo. Fue una situación de tensión fea, de miedo, porque si hubieran actuado de una forma normal con sus toletes y cascos, hubiera sido una lucha cuerpo a cuerpo y de igualdad, pero pues echaron balas de verdad y eso hizo que las personas se dispersaran un poco y no fue una batalla pareja”, narró el habitante de Nochixtlán mientras a su espalda pasaba el cortejo fúnebre de uno de los asesinados el domingo.
“Justo ahí en esa carroza llevan a uno de los muertos de ayer [del domingo]. No es nada agradable ver esto”, dijo en entrevista.
Adonis Castellanos contó que "los policías" dispararon al aire y que una de las balas alcanzó a Andrés Aguilar Sanabria, de 25 años de edad, uno de los muertos reconocidos oficialmente.
El joven, de acuerdo con Castellanos, fue alcanzado por la bala a una cuadra de distancia de donde ocurría el enfrentamiento entre los policías y los maestros.
“Era un muchacho que vendía raspados, papas y agua, no era maestro, era un vecino de aquí del pueblo”, dijo.
Por la balacera el hospital y el Centro de Salud cerraron las puertas principales, pero recibían a los heridos por las puertas traseras. También se habilitó un lugar de emergencia en la parroquia. Los civiles eran atendidos en Nochixtlán, mientras que los policías eran trasladados en helicóptero, indicó.
Algunos dolientes que sepultaban en el panteón municipal el cadáver de una persona fallecida el día anterior fueron aprehendidos por los policías y el lunes por la tarde sólo se supo algo sobre la ubicación de una de ellas.
VI QUE SE LLEVABAN A MI HIJO Y PENSÉ LO PEOR
María Esperanza Monjardín Hernández, de 74 años, preparaba el desayuno en la capital oaxaqueña cuando se enteró que su hijo había sido aprehendido por policías en Nochixtlán.
La mujer dejó lo que estaba haciendo y salió corriendo a pedir ayuda. Se trasladó al lugar y recorrió varios lugares en busca de su hijo, un maestro de 35 años, que fue detenido en un entronque de la carretera, antes de llegar al bloqueo.
“Me enseñaron un video de cómo unos policías se llevaban a mi hijo. Fue horrible, pensé qué le van hacer, a dónde se lo llevan”, recordó.
María Esperanza pasó más de 24 horas buscando a su hijo en medio de la angustia. Se colocó un cartel en el pecho y salió a marchar. La cartulina pedía ayuda para localizar al maestro, hasta que le sugirieron que buscara en Santa María, una comunidad ubicada en los alrededores de Nochixtlán.
“En la marcha nos dijeron que se habían traído unos y aquí está, voy a verlo apenas. Pasé horas horribles por no saber de mi hijo, donde está, qué le pasaría, tan feo que estuvo, hubo muchos muertos”, dijo.
María Esperanza aseguró que los policías “abusaron de su poder para maltratar a la gente”.
“No saben ser autoridad, son como animales, se le echaron encima a la gente”, expuso.
Durante el enfrentamiento hubo varios niños perdidos que fueron trasladados a San Andrés Sinaxtla, según reportaron pobladores de Nochixtlán en una lista a través de redes sociales con 33 nombres de menores, el más pequeño de un año.
El testimonio de Magali, una estudiante destacada que ganó el Concurso de Conocimientos de Literatura estatal a nivel bachillerato, llegó a la redacción de SinEmbargo a través de un profesor universitario que recibió un correo electrónico de la joven.
Magali, de primer ingreso en la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), hija de un maestro y cuya familia vive en Nochixtlán, narró lo sucedido el domingo en el poblado:
“Hola! Hoy te escribo este mensaje con lágrimas en los ojos porque mi pueblo llora sangre, hoy a las 8 de la mañana llegaron cientos de policías a Nochixtlán para reprimir el bloqueo que tenían los maestros y padres de familia en la carretera. Tú sabes que por Nochixtlán pasa una vía importante para acceder a la capital. La gente se reunió, muchas madres y padres, maestros y jóvenes para defender a nuestro pueblo, armados solamente con palos, machetes y piedras. No sé si te conté alguna vez, pero mi papá es maestro de secundaria. Tú que has estado en la docencia tanto tiempo entiendes muy bien el arte de la enseñanza; mi papá me cuenta que sus alumnos muchas veces llegan con hambre a la escuela y así es imposible enseñar [sic]", escribió la joven.
Magali prosigue: "Todos tenemos un amigo, un familiar, un conocido maestro, por ello nos solidarizamos y fuimos a apoyar a nuestra gente. Los policías quemaron un tráiler que llevaba pollos, cosa por lo que culparon a los maestros. Luego empezaron a tirar gas lacrimógeno y es una de las experiencias más horribles; el gas te llega a lo más profundo de los ojos y de la garganta, sientes que te sangran por dentro. Nosotros no teníamos ni escudos, ni cascos, ni armas y ellos empezaron a disparar desde arriba de unos hoteles cercanos, francotiradores dispararon balas reales (no de goma como decían y como dicen en sus páginas de internet y en los medios de comunicación) a toda la gente, nos tiramos al suelo y un joven de veintitrés años quedó a media carretera con una herida en la cabeza. Hay muchos heridos, entre maestros, padres de familia, hijos de maestros, en las listas de heridos hay muchos niños y bebés, además de otros que estén extraviados. La gente enardecida capturó a un policía, pero ellos se llevaron a mucha gente nuestra. A los heridos se los llevaron a la parroquia en donde doctores y enfermeras particulares trataban de atender a los caídos como podían y con lo que tenían, porque déjame contarte que el hospital comunitario lo tenían secuestrado los federales y sólo dejaban que los doctores atendieran a los suyos.Nuestro presidente nos dejó solos, ellos ayudaron a que los policías planearan la táctica para que entraran a nuestro Nochixtlán; él sí huyo con su familia en helicóptero mientras nuestra gente luchaba.Esto no saldrá en las noticias, porque la prensa está vendida; pasan imágenes solamente del policía herido, pero los nuestros no tienen derecho de ser reclamados [sic]"
EL ENFRENTAMIENTO DEL DOMINGO
El domingo cerca de 21 disidentes, entre ciudadanos y maestros, fueron detenidos. De acuerdo con el Gobierno de la República y el Gobierno del Estado de Oaxaca hay unos 53 civiles heridos, 41 policías federales y 14 estatales y se confirmó la muerte de seis civiles luego de una jornada de enfrentamientos entre integrantes de la CNTE, simpatizantes y elementos de las policías federal y estatal, quienes desalojaron a los profesores disidentes de la autopista Oaxaca-Puebla y la carretera federal 190, en el municipio de Asunción Nochixtlán, en Oaxaca.
El enfrentamiento se desató cuando unos 500 policías llegaron al lugar y fueron recibidos con piedras y palos por parte de los profesores, que incendiaron varios vehículos del lugar al intentar utilizarlos como barricadas. La policía de Oaxaca informó que seis agentes resultaron heridos “por armas de fuego” y que unos 20 manifestantes también fueron lesionados.
“Seis elementos de Seguridad Pública, quienes no portaban armas, resultaron lesionados de bala”, escribió la Policía Estatal en su cuenta de Twitter. “Los elementos portaban solo su equipo antimotín -no iban armados- fueron agredidos por disparos durante el Operativo Nochixtlán”.
La agencia The Associated Press dijo que según pudo constatar, en este último pueblo policías antidisturbios abrieron fuego para intentar disolver las protestas en las que se habían incendiado vehículos y levantado bloqueos y barricadas en algunas vialidades. En un comunicado, la Policía Federal dijo que en Nochixtlán es donde los manifestantes reaccionaron de forma más agresiva contra la autoridad, retuvieron a uno de sus agentes y no permitieron establecer diálogo alguno.
Los choques se prolongaron durante varias horas tanto en ese municipio como en San Pablo Huitzo, ambos al norte de la ciudad de Oaxaca. En el sur, la Policía Federal, la estatal y la Gendarmería desalojaron el sábado en la noche a los manifestantes que bloqueaban la carretera internacional 190 a la altura de la refinería de Petróleos Mexicanos ubicada en la localidad de Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec.