El lunfardo se desarrolló a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Se dice que es una jerga ladronil adherida al ambiente delictivo dentro y fuera de la cárcel. Se dice que se gestó a partir de las palabras utilizadas en clave con la intención de que la policía no entendiera lo que se decía en el mundo del hampa.

Los primeros descriptores del lunfardo lo entendieron como un tecnolecto de la delincuencia y esto es de entenderse ya que todos ellos fueron criminalistas o policías. Sin embargo, el lunfardo en sus origines fue mucho más que eso. Considero que es más que una jerga o un argot ya que abarca amplios campos semánticos y a partir de estos se escribió literatura, letras de tangos y textos periodísticos, es decir, con el paso del tiempo pasó de ser hablado a ser también escrito e introducido en otros ámbitos. Así, el lunfardo es un repertorio léxico, un vocabulario que tiene sus orígenes en Buenos Aires y Montevideo e incluso llegó hasta Rosario y Santa Fe. Es tan fuerte su peso en el habla del Río de la Plata que al día de hoy se utiliza en cualquier sector de la sociedad. No hay en América Latina algo parecido. “En casi todos los idiomas existen vocabularios de características semejantes llamados argots, creados al margen de la lengua general, pero compuestos mayormente por términos que pertenecen a esa misma lengua. En ese sentido el lunfardo es, si se lo compara con ellos, un fenómeno lingüístico original” dice Oscar Conde en la introducción a la novela La muerte del pibe Oscar. Y es original porque está compuesto, sí de variaciones de voces españolas; pero también se nutre en un alto porcentaje de itanialismos, anglicismos, lusismos, brasileñismos y africanismos.

La primera novela escrita en Lunfardo fue La muerte del pibe Oscar. Ésta se publicó a manera de folletín y por entregas en la revista Sherlock Holmes; revista dedicada, entre otras temas, a mostrar los crímenes y las historias relacionadas con ellos en el Buenos Aires de comienzos del siglo pasado. Fue escrita por un guarda cárceles llamado Luis C. Villamayor, que, al estar en contacto con los presos conoció muchas historias y aprendió su manera de hablar. La novela trata de un pibe que vive su infancia en las calles de esa Buenos Aires babélica, donde la pobreza, los cuchillos y lo marginal eran amos y señores. El pibe, sin la supervisión de sus padres forma en el hermoso barrio de La Chacarita un grupo de niños que se dedican a afanar desde verduras y frutas hasta billeteras y todo lo que puedan. La vida de este niño toma otro sentido cuando, al robar dos quesos de Holanda en el barrio hermano de Villa Crespo, es detenido y encarcelado. Lo que en principio era una condena de seis meses termina por ser una de ocho años ya que juegan en contra la rebeldía del niño y sus protestas ante las injusticias vividas dentro del reformatorio. En esos ocho años Oscar se especializa, desde adentro, para ser un especialista del delito, el mejor. Esta novela que también es una novela de aventuras, está cargada de secuencias de hurtos que incluyen persecuciones por tejados, romances y la infaltable pelea a cuchillos en una milonga en Villa Santa Rita.

La muerte del pibe Oscar fue publicada en 1926, año de suma importancia para la literatura argentina, pues fue en este mismo año que se publicó El juguete rabioso de Roberto Arlt, Don Segundo Sombra de Güiraldes, El tamaño de mi esperanza escrito por Borges y los tangos que ya son un hito "Qué vachaché" y "Viejo ciego", el primero de Santos Discépolo y el segundo de Homero Manzi. Lamentablemente no se pudo medir qué impresión generaría esta novela, ya que se incendió la bodega donde almacenaron los ejemplares recién traídos de imprenta. Esta primera novela lunfarda fue rescata luego de años de investigación por parte de Oscar Conde. Felizmente el año pasado fue reeditada bajo el sello unipe: editorial universitaria. Sin lugar a dudas una joya que ahora está al alcance de nosotros.

Gerardo Grande

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Gerardo Grande (Ciudad de México, 1991). Poeta. Publicó La edad atómica (La Bella Varsovia, Córdoba, España, 2014), Fiesta brava (Neutrinos, Entre Ríos, Argentina, 2015), Seguir (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, Argentina, 2016). Es co-compilador de Astronave, panorámica de poesía mexicana 1985-1993 (UANL-UNAM, México, 2015).

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