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Sergio Saldaña Zorrilla

29/03/2016 - 12:00 am

Más mentiras de la reforma energética

A pesar de la caída del 70 por ciento en el precio internacional del petróleo, el precio promedio de las gasolinas Magna y Premium ha aumentado en 3% desde el inicio de la reforma energética. Mientras que en julio de 2014 el precio promedio de las gasolinas Magna y Premium era de 13.21 pesos por litro, su precio ha subido a 13.55.

Desde el inicio de la reforma energética, el precio de la luz ha subido 19 por ciento, el gas ha aumentado 7 por ciento, y la gasolina 3 por ciento.

Si tuviera algo de verdad el discurso oficial sobre los supuestos beneficios de la reforma energética, a estas alturas ya no nos daríamos abasto con tantas ofertas laborales para trabajar en empresas petroleras; llenaríamos el tanque de gasolina de nuestro auto con 80 pesos; los trabajadores del sindicato de petroleros estarían muy contentos con sus nuevas condiciones laborales y hasta nos alegraríamos al ver recibos de la luz.

Si abrimos la página web de la Presidencia de la República, ahí podemos ver una serie de mentiras propagandísticas sobre los beneficios de esta reforma energética. Entre otros supuestos beneficios, la propaganda oficial dice:

“Lo que busca la Reforma Energética es dotar a México de un marco jurídico moderno, para, sin privatizar, fortalecer a la industria petrolera e incrementar la renta petrolera en beneficio de los mexicanos.”

FUENTE: Presidencia de la República.

Sin embargo:

  • El marco jurídico de esta reforma no es moderno; se asemeja mucho a la legislación nigeriana de los años 1980’s con la que aún despojan a este país de sus hidrocarburos empresas de los Estados Unidos de América (EUA) y de la Gran Bretaña (GB).
  • Sí se está privatizando nuestra industria petrolera, ¿o qué otra cosa se está haciendo con las licitaciones de la Ronda Uno y la bursatilización-endeudamiento de Petróleos Mexicanos (PEMEX)?
  • Tampoco se ha incrementado la renta petrolera, por el contrario, los ingresos petroleros del gobierno mexicano han caído en 63 por ciento desde que la reforma energética entró en vigor. Si bien la caída de los precios internacionales del petróleo ayudan a entender lo anterior, aún cuando estos precios se recuperen la renta petrolera marginal (ingresos públicos por barril de petróleo equivalente extraído) disminuirá debido al bajísimo nivel de impuestos y regalías que se les cobra a las empresas particulares.

La propaganda oficial también miente al decir que:

Con la Reforma Energética bajará el precio de la luz y también del gas.

FUENTE: Presidencia de la República.

El precio de la luz en México ha subido un 19 por ciento desde el inicio de la reforma energética. Entre julio de 2014 (un mes previo a la aprobación final de la reforma energética) y febrero de 2016 (último corte estadístico), el precio de la luz se incrementó en promedio 19 por ciento en las 46 ciudades que son usadas como muestra por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) para la medición de precios en el país.

Llaman particularmente la atención los incrementos del precio de la luz durante este período en lugares como Ciudad Acuña (Coahuila), con un aumento del 63 por ciento; Culiacán (Sinaloa), Hermosillo (Sonora) y Mexicali (Baja California), donde el precio de la luz subió 55 por ciento; Monterrey (Nuevo León), Veracruz (Veracruz), Iguala (Guerrero) y Mérida (Yucatán), donde aumentó 47 por ciento; Villahermosa (Tabasco), Matamoros (Tamaulipas) y Monclova (Coahuila), donde la luz subió 43 por ciento; Acapulco (Guerrero), Chihuahua (Chihuahua) y Colima (Colima), con un incremento de 22 por ciento. Ver Tabla a continuación.

Principales aumentos del precio de la luz* (julio 2014-febrero 2016)

Precios Luz (1)

* Precio promedio del consumo entre 200 y 500 kilowatts/hora, rango de consumo de electricidad promedio de un hogar en México.

FUENTE: Elaboración propia con datos del INEGI

El precio promedio del gas ha aumentado 7 por ciento desde el inicio de la reforma energética. El precio promedio ponderado del gas LP y del gas natural aumentó casi parejo en toda la República Mexicana, con diferencias mínimas entre las ciudades consideradas dentro de la muestra estadística del INEGI. En julio de 2014, el precio promedio del gas LP en el país era de 7.5 pesos por litro; en febrero de 2016 su precio subió a 8.1 pesos por litro.

A pesar de la caída del 70 por ciento en el precio internacional del petróleo, el precio promedio de las gasolinas Magna y Premium ha aumentado en 3% desde el inicio de la reforma energética. Mientras que en julio de 2014 el precio promedio de las gasolinas Magna y Premium era de 13.21 pesos por litro, su precio ha subido a 13.55.

Esta reforma energética está hundiendo más al país. Si el gobierno mexicano realmente hubiera querido mejorar la calidad de vida de los mexicanos, esta reforma energética nuca hubiera tenido lugar. Todos estos incrementos de precios combinados están causando un daño irreparable al bienestar de las mayorías de este país. Estos incrementos son proporcionalmente más gravosos para las personas de menos recursos. Después de estos aumentos en la luz, el gas y la gasolina, cualquier transferencia de dinero de los programas sociales es irrelevante para compensar el daño patrimonial a los hogares del país.

Luego de todo lo que ha mentido el actual gobierno mexicano, creo que a pocos debe sorprendernos esta serie de mentiras sobre la reforma energética. Es insultante el cinismo de los titulares de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, del de la Secretaría de Energía (SENER), Pedro Joaquín Coldwell, del actual y del anterior titular de Petróleos Mexicanos (PEMEX), José Antonio González Anaya y Emilio Lozoya Austin, del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray y Caso, y del propio Enrique Peña Nieto, quienes, además de todos los escándalos de corrupción en los que se han visto involucrados, siguen presumiendo esta reforma energética; su cinismo sólo es comparado con el de todos los diputados y senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y del Partido Nueva Alianza (PANAL), quienes servilmente aprobaron esta reforma.

Lo he dicho en múltiples ocasiones y no desperdiciaré esta oportunidad para repetirlo: si estos personajes tuvieran un mínimo de sentido del honor, renunciarían.

Twitter @SergioSaldanaZ

Sergio Saldaña Zorrilla
Doctor en Economía por la Universidad de Economía de Viena (WU-Wien), en Austria, ex-funcionario de la ONU (CEPAL) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACYT.

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