Cómo la industria alimenticia crea y compra organizaciones, asociaciones y científicos con la meta de negar sus daños (y lucrar con tu salud).
Este escrito fue elaborado por el equipo de El Poder del Consumidor.
Pese al amplio consenso científico sobre el vínculo del consumo de azúcar y comida chatarra con la obesidad y la diabetes (entre otros trastornos de salud), los gigantes de la industria alimenticia han puesto a trabajar más que nunca sus herramientas de marketing -y sus millones- para confundir a los consumidores. Entre sus estrategias de relaciones públicas se encuentra la creación y/o patrocinio generoso de asociaciones profesionales y eventos, la compra de espacios en los medios y el pago a investigadores para que realicen y publiquen estudios cuyos resultados contradigan -al menos en apariencia- la realidad.
La relación entre el consumo de refrescos, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes está ampliamente demostrada. Análisis y meta análisis alrededor del mundo la han confirmado ya en numerosas ocasiones. Un recuento muy breve de pruebas destacadas y recientes: una investigación realizada en 75 países y publicada por la revista American Journal of Public Health señaló que la suba de solo 1% de la ingesta de bebidas azucaradas se relacionaba con un 4.8% más de adultos con sobrepeso y un 2.3 % de obesos (1). Otro estudio, esta vez con data de 175 países, halló, independientemente de otras variables como la práctica de ejercicio de los participantes, asociación entre el consumo de azúcar y la prevalencia de la diabetes (2). Un meta análisis de ensayos clínicos mostró también que cuanto más azúcar se ingiere, más empeoran indicadores de enfermedad cardiovascular (3). Más problemas metabólicos suceden ante el consumo de dulces: mayor resistencia a la insulina, factor de riesgo para la obesidad y la diabetes (4) y mayor probabilidad de infarto cerebral (5). Una de las revisiones más exhaustivas al respecto la realizó el British Medical Journal, que examinó una muestra de ensayos clínicos y estudios observacionales y concluyó que en dietas libres (esto es, en la alimentación cotidiana normal sin control de calorías), la ingesta de azúcar y bebidas azucaradas es un factor determinante en el peso corporal (6). Otra investigación reciente realizada por la Universidad de California con pacientes niños encontró, por otra parte, que en una dieta en la que no se reduzca la cantidad de calorías, pero sí la ingesta de azúcar (de un 28% a un 10% de la ingesta diaria, al eliminar los alimentos infantiles con azúcar añadido) es posible revertir indicadores de enfermedad metabólica en 10 días. (7)
La evidencia hasta el momento ha sido suficiente como para que la Organización Mundial de la Salud incluyera en sus últimas recomendaciones reducir el consumo de azúcares del 10% del total de la ingesta de energía diarias anteriormente sugerido a un preferible 5% o menos. Este porcentaje equivale a un aproximado de 25 gramos, unas 6 cucharaditas de té de azúcar al día para un adulto con un Índice de Masa Corporal normal. Las sugerencias aplican para todos los tipos de azúcares, como la glucosa, la fructosa, el azúcar de mesa, la miel los siropes, los jugos y los concentrados de fruta, así como los agregados a los alimentos por sus fabricantes. Pero, advierte la entidad en su página oficial: “Muchos de los azúcares consumidos hoy están ocultos en la comida procesada y no son vistos como dulces. Por ejemplo, una cucharada de ketchup contiene alrededor de 4 gramos (casi una cucharada) de azúcar. Una sola lata de refresco azucarado contiene hasta 40 gramos (casi 10 cucharadas) de azúcar.” (8)
Las nuevas direcciones no han sido recibidas de buen grado por la industria alimenticia, que ha salido a defenderse enérgicamente por varias vías, más allá del marketing emocional de sus publicidades clásicas. Así como se ha llamado “greenwashing” al maquillaje de algún producto o empresa para hacerlo aparecer como amigable con el medio ambiente, la tendencia en este caso ha sido bautizada por algunos expertos como “nutriwashing”, esto es, hacer aparecer al producto como saludable o inofensivo, y al fabricante como interesado en la salud del consumidor. Importantes medios internacionales y organizaciones han llamado la atención sobre este fenómeno que se ha agudizado recientemente. Las tres tácticas principales en esta estrategia son:
1) Patrocinar para confundir
Las compañías más destacadas del ramo contratan investigadores y respaldan económicamente asociaciones, fundaciones o entidades que les garanticen resultados convenientes. Esto es, el financiamiento de estudios cuyas conclusiones pongan en duda la nocividad de sus productos y que confundan a los compradores. Un artículo publicado hace poco en el New York Times denuncia, por ejemplo, que Coca Cola ha gastado casi 120 millones de dólares en los últimos cinco años para pagar investigaciones académicas, asociaciones con las principales agrupaciones médicas y programas de fitness para combatir la obesidad. (9).
Otra nota, continuación de esta investigación, aparecida en el británico The Times este octubre señala que por lo menos una docena de los científicos que ponían en duda el comúnmente aceptado vínculo entre azúcar y obesidad, tenían lazos financieros con Coca Cola, quien les había pagado millones de libras (10).
Es cierto que el patrocinio no indica necesariamente que el resultado favorezca a quien brinda los fondos. Pero ¿qué dicen los números? *De acuerdo a una revisión sobre el tema publicada en Plos Medicine, más del 80% de los estudios realizados de modo independiente relacionan los refrescos y otras bebidas con azúcar con el sobrepeso y la obesidad. En cambio, nada más el 20% de los que son pagados por la industria encuentran una relación (11).
Uno de los mensajes claves que la industria quiere difundir en la actualidad es el que indica que no son los alimentos azucarados ni la comida chatarra los que favorecen la obesidad y sus consecuentes problemas de salud fatales, sino la falta de ejercicio: “Muévete y no cuentes calorías” es la premisa esencial del Global Energy Balance Network (GEBN) una nueva organización “sin fines de lucro”, a la que Coca-Cola ha donado para su inicio el año pasado un millón y medio de dólares (12). Desde el 2008 la compañía también otorgó fondos de 4 millones de dólares para proyectos de dos de los actuales miembros fundadores de la GEBN: Steven Blair, de la Universidad de Carolina del Sur, un profesor experto en ejercicio cuyos estudios han contribuido en las bases para las guías federales de actividad física, y Gregory Hand, de la Escuela de Salud Pública de West Virginia. Estos investigadores entre otros se han ocupado de promover la idea de que no importa cuanta comida o chatarra se consuma, sino balancear esas calorías con movimiento. La organización brinda links hacia publicaciones científicas que respaldan esa idea, sin embargo las revistas a los que conducen estos vínculos tienen como pie de nota la leyenda “la publicación de este artículo ha sido soportada por Coca-Cola Company”.
Este mensaje ha permeado en los medios de comunicación y se ve cada vez más seguido en revistas o programas televisivos (también en México) .Sin embargo, pese a la insistencia en esta información, son muchas las pruebas de que el ejercicio –aunque es saludable y recomendable por muchas razones- tiene un impacto mínimo en el peso comparado con la alimentación y por lo tanto no protege contra la obesidad y sus consecuencias. (13)
*En uno de los estudios más rigurosos sobre la actividad física y la pérdida de peso, publicado en la revista Obesity, científicos reclutaron 200 personas sedentarias con sobrepeso y las pusieron a trabajar en un muy potente programa de ejercicio: 6 horas a la semana, más del doble de las 2.5 horas semanales que promueven las guías de salud. Para probar el poder aislado de la actividad, los sujetos de la investigación no deberían hacer ningún cambio en sus dietas. Luego de un año de monitoreo los participantes hombres habían perdido menos de dos kilos y las mujeres poco más de un kilo. Casi todos seguían con sobrepeso u obesidad. (14)
El sitio web de la Global Energy Balance Network, gebn.org, está registrado y administrado por la sede de Coca Cola en Atlanta (aunque la página aclara que solo ha recibido un regalo “sin restricciones” de la empresa) (15).
Respecto a la entidad, Marion Nestlé, una de las expertas investigadoras de la industria alimenticia más importantes del mundo y autora del reciente Soda Politics: Taking On Big Soda (and Winning), aseguró: “La Global Energy Balance Network es un grupo de choque de Coca-Cola, cuya finalidad es muy clara: Tener estos investigadores para confundir la ciencia y quitar la atención sobre la alimentación”. (16)
La unión de la refresquera con una organización profesional que supuestamente formula opiniones y declaraciones independientes no es la única. La American Society for Nutrition y la Academy of Nutrition and Dietetics han sido criticadas por voceros de salud pública por formar lazos con compañías como Kraft Foods, McDonald’s, PepsiCo and Hershey’s. (17) .
Nota: Mientras envío esta primera parte del documento NUTRIWASHING a SinEmbargo, desde República Dominicana, un grupo de los más destacados nutricionistas y expertos en salud pública presentes en el Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN) que se realiza en esta isla, circulan una carta para pedir a su recientemente nombrado nuevo presidente, el Dr. Juan Rivera Domarco de México, establezca que la SLAN no acepte más patrocinios de las empresas de alimentos y bebidas para sus congresos, ya que los productos de éstas son causa de las epidemias de sobrepeso, obesidad y diabetes. La carta circula en medio del Congreso en el que están instalados una serie de stands de las mayores empresas procesadoras de alimentos y bebidas del mundo.
1American Journal of Public Health 2013 Nov;103(11):2071-7. doi: 10.2105/AJPH.2012.300974. Epub 2013 Mar 14 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23488503
2PLOS ONE February 27, 2013DOI: 10.1371/journal.pone.0057873 http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0057873#s3
3 The American Journal of Clinical Nutrition May 7, 2014, doi: 10.3945/ajcn.113.08152 1http://ajcn.nutrition.org/content/early/2014/05/07/ajcn.113.081521.short
4The Journal of Nutrition May 14, 2014, doi: 10.3945/jn.114.195230http://jn.nutrition.org/content/early/2014/05/14/jn.114.195230.abstract
5The Journal of Nutrition April 9, 2014, doi: 10.3945/jn.114.190546 http://jn.nutrition.org/content/144/6/856.abstract?etoc
6 British Medical Journal BMJ 2013;346:e7492 http://www.bmj.com/content/346/bmj.e7492
7 The science is in: the case for a sugar tax is overwhelming, Robert Lusting,The Guardian, 27/10/2015 http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/oct/27/science-new-study-case-sugar-tax
8 WHO public consultation on draft sugars guideline, Note for media (5/3/2014): http://www.who.int/mediacentre/news/notes/2014/consultation-sugar-guideline/en/
9 Coke Discloses Millions in Grants for Health Research and Community Programs, New York Times, de Anahad O´Connor 22/9/2015
10 Drinks giant in retreat as cash for diet studies exposed; The Times, Alexi Mostrous, 29/10/2015 http://www.thetimes.co.uk/tto/health/news/article4581174.ece / Coca-Cola pays millions to counter obesity claims, International BusinessTimes, Kedar Grandhi, 9/10/2015 http://www.ibtimes.co.uk/coca-cola-pays-millions-counter-obesity-claims-1523193
11 Plos Medicine, December 31, 2013DOI: 10.1371/journal.pmed.1001578
http://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1001578
12 Coca-Cola Funds Scientists Who Shift Blame for Obesity Away From Bad Diets, Anahad O’Connor, New York Times, 9/8/2015 http://well.blogs.nytimes.com/2015/08/09/coca-cola-funds-scientists-who-shift-blame-for-obesity-away-from-bad-diets/?_r=0
13. To Lose Weight, Eating Less Is Far More Important Than Exercising More, Aaron E. Carroll, 15/6/2015 http://www.nytimes.com/2015/06/16/upshot/to-lose-weight-eating-less-is-far-more-important-than-exercising-more.html?_r=1
14. Obesity 6 SEP 2012 DOI: 10.1038/oby.2007.178 onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1038/oby.2007.178/full
15 Global Energy Balance Network https://gebn.org/about
16 Coca-Cola Funds Scientists Who Shift Blame for Obesity Away From Bad Diets, Anahad O’Connor, New York Times, 9/8/2015. http://well.blogs.nytimes.com/2015/08/09/coca-cola-funds-scientists-who-shift-blame-for-obesity-away-from-bad-diets/?_r=0
17 Coca-Cola Funds Scientists Who Shift Blame for Obesity Away From Bad Diets, Anahad O’Connor, New York Times, 9/8/2015 http://well.blogs.nytimes.com/2015/08/09/coca-cola-funds-scientists-who-shift-blame-for-obesity-away-from-bad-diets/