Si hablamos en serio, la mayoría de lo que se transmite en medios sobre el Poder Legislativo es espectáculo y se orienta a distraer la atención sobre lo que realmente sucede. Los discursos en el Pleno se hacen buscando aparecer en los noticieros, en detrimento de la información o la rendición de cuentas. Y temas anecdóticas como las mantas, peleas, diputados que se duermen o legisladores folclóricos venden más que el seguimiento a la agenda.
Esto no es algo malo: todos los medios tienen una línea y le dan relevancia o no a lo que consideran importante. El problema es cuando los ciudadanos nos dejamos llevar por el espectáculo. Quizás el ejemplo más claro y reciente sobre esto es el alboroto que causó Carmen Salinas. ¿Es relevante para el funcionamiento del Congreso? No. ¿Se le puede correr? Tampoco. Logró algo el activismo de sillón con todo el peso moral de Change.org? Menos.
Si deseamos vigilar y evaluar al Poder Legislativo necesitamos preocuparnos por lo más inmediato. ¿Alguien conoce quiénes son sus diputados de distrito, al menos? ¿O las comisiones que tratan los asuntos que les pueden interesar desde lo local hasta lo profesional? No tener esto en cuenta termina haciéndonos tontos útiles de quienes explotan una noticia en su beneficio, sea realmente trascendente o banal.
Hace unas semanas surgió una aplicación llamada Pleno Ciudadano, orientada a supervisar a nuestros diputados federales y senadores. ¿Cuáles son sus méritos? ¿Qué aspectos deberíamos tomar con algo de criterio o incluso con reserva?
Una vez que se descarga y se tienen que compartir datos personales, la aplicación muestra al diputado federal del distrito, así como a los senadores de mayoría, primera minoría y al de representación proporcional de la entidad.
También muestra uno o dos de los diputados de representación proporcional. En mi caso muestra a Ángel Antonio Hernández de la Piedra y a José de Jesús Zambrano Grijalva. No tengo nada contra ellos, pero al expedir nuestro voto por diputados de mayoría el sufragio se cuenta para la lista del partido. ¿Por qué ellos precisamente y no los cuarenta de nuestra circunscripción? ¿O al menos los dos primeros de cada partido que ganó representación?
La información sobre los legisladores se encuentra todavía en construcción: contacto (liga para llamar a su oficina, conversación de chat que presuntamente responde el diputado o senador), agenda (sin eventos registrados), presentación de su #3de3 (de acuerdo con la base de datos de Transparencia Internacional) y trayectoria (en construcción) y una liga para enviar gestiones.
También se incluye un espacio para una moda que sirve de poco para conocer o evaluar al Congreso: hacer un ranking de legisladores. En realidad ese tipo de ejercicios son mediáticamente interesantes pero banales, toda vez que miden actividades visibles y que hablan poco sobre el desempeño. Pretender hacer un ranking más sólo hará que el diputado o senador haga actividades para tener un lugar importante en la evaluación; y a eso se le llama simular.
Un aspecto interesante de la aplicación es que notifica sobre las asistencias de los legisladores y provee un resumen sobre las sesiones. La reseña es escueta, pero permite saber algo más que el espectáculo sobre el Congreso. Sería conveniente presentar avisos de sesiones de las comisiones y su agenda, lo cual se puede encontrar consultando la Gaceta Parlamentaria de cualquiera de las cámaras.
La pestaña “Sube a Tribuna” alienta a que quienes usan la aplicación presenten una propuesta. Suena bien y es un buen ejercicio: sólo hay que cuidar que los administradores no tomen las que consideren más relevantes, constituyéndose después en un Think Tank y convertirse en los campeones de los temas que generosamente les proveyeron los ciudadanos, como ha sucedido varias veces con otras organizaciones.
La pestaña “Curul Virtual” promueve votaciones sobre temas. Suena bien, pero sería útil si esto se acompañase con alguna liga para conocer los debates. La democracia sin discusión es manipulación de quien tiene las mejores habilidades para comunicar.
En resumen, Pleno Ciudadano es una buena herramienta para comenzar a saber que el Congreso es mucho más de lo que manejan los medios. Sin embargo y tal vez por encontrarse en construcción faltan temas que podrían llevar a un seguimiento más asertivo, como trabajo de comisiones. O tal vez explicar cómo funciona el órgano legislativo antes de vigilarlo.
Bienvenido todo esfuerzo por vigilar a nuestros representantes.