¡Qué Pancho!

21/06/2015 - 12:03 am
Foto tomada de la red
Foto tomada de la red

¿Cuándo nos dirán donde están los 43 estudiantes?

Frecuentemente en el lenguaje coloquial utilizamos palabras para describir situaciones cotidianas de las cuáles no tenemos idea de porqué se usan o cuál es su origen. En particular el día de hoy les platicaré sobre unos escarabajos conocidos como Panchos o Cuereres en la región del Bajío, son escarabajos muy particulares de la familia Staphylinidae del género Paederus que no tienen la clásica morfología de una catarina o un mayate sino que son alargados y cuesta trabajo encontrar sus alas, puesto que su tórax es reducido y lo élitros (el par de alas endurecidas) son muy pequeños. Los Panchos tienen colores muy llamativos, alternan colores rojos-naranja y verde-azules que nos alertan de que algo significativo esconden. Efectivamente los Paederus spp. presentan un grupo de toxinas llamadas pederinas que al contacto con la piel humana generan una irritación con ampollas muy dolorosa.

Los Paederus no muerden, ni tampoco tienen aguijones que piquen o sustancias irritantes en su exterior que sólo por caminar sobre la piel humana puedan provocar lesiones; el peligro con los Panchos es que al ser aplastados de forma accidental sobre la piel o retirados con brusquedad, se produce la liberación de hemolinfa del insecto que contiene pederina. Y en entonces sí, hacemos un Pancho porque la lesión ocasionada por la toxina es muy dolorosa. En América Latina la dermatitis ocasionada se conoce como latigazo o dermatitis linearis, por su semejanza con la lesión lineal que produce el látigo en la piel. Al contacto con la piel se genera una irritación, y conforme pasan las horas del contacto con la pederina se producen las ampollas, posteriormente la sustancia se difunde por la piel y aparecen nuevas ampollas y puede haber un malestar más intenso e incluso fiebre. A partir de los 8 días del contacto con la pederina, disminuye la irritación, se forman costras y luego caen. Generalmente no hay una cicatriz sólo una pigmentación residual que desaparece después de 5 días más.

Curiosamente las pederinas mencionadas son más abundantes en las hembras que en los machos y éstas no son producidas por los insectos sino por unas bacterias simbióticas asociadas parecidas a las Pseudomonoas. Al parecer las bacterias simbiontes están presentes exclusivamente en algunas las hembras de las poblaciones de Paederus por lo que los machos adquieren las toxinas por vía materna, las hembras proporcionan una cantidad de toxina a cada huevo y las larvas las ingieren al nacer y las mantiene protegidas.

Los Paedurus son insectos pequeños con el abdomen aplanado y normalmente mantienen una posición horizontal pero al ser molestados levantan el abdomen formando un arco característico con el resto del cuerpo. Los huevos son puestos individualmente en sitios húmedos y típicamente se desarrollan de larva a adulto en un periodo corto de 3-19 días. Sus hábitos alimenticios son depredadores, se alimentan principalmente de pulgones y también de materia orgánica en descomposición, por lo que son considerados como benéficos para la agricultura. Los adultos se encuentran más activos durante la noche en la temporada de lluvias.

Se han reportado más de 622 especies de Paederus distribuidas en todo el mundo, aunque son más abundantes en áreas tropicales y subtropicales. En México hay descritas 19 especies y son más comunes en áreas húmedas, principalmente se han descrito en Veracruz y Jalisco, pero debido a que su clasificación a nivel de especie es complicada no se tienen registros certeros de su distribución.

Recientemente en algunos países como Perú y Sierra Leona se reportan incrementos en las poblaciones de estos insectos y por lo tanto en las afectaciones a los humanos, estas fluctuaciones poblacionales se han vinculado con incrementos en las precipitaciones y en particular con el fenómeno de El Niño, por lo que es importante que la población conozca a estos insectos para evitar tener contacto con ellos. Sin embargo las afectaciones provocadas por los Panchos han sido reportadas desde la antigüedad, no son una novedad, inclusive se postula que son las causantes de la tercera y cuarta plaga proclamadas en la Biblia, en particular Norton y Lyons (2002) afirman que podría tratarse de la especie Paederus alfierii.

Entonces para no hacer panchos hay que conocer a los Panchos y saber identificarlos para no tener accidentes con ellos. En lugares donde son abundantes se recomienda tener mosquiteros en las ventanas u hamacas puesto que son atraídos por la luz.

Más sobre los Panchos:

Alva Dávalos V. 1999. Dermatite epidémica por Paederus irritans em Piura, Perú, relacionada ao fenômeno El Niño. Rev Soc Bras Med Trop. 2002; 35(1): [aprox. 8 p.]. [citado 12 Jun 2011]. Disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0037- 86822002000100005&script=sci_arttext

Navarrete-Heredia, J.L. y V. Gómez-Flores. 2005. Aspectos etnoentomológicos acerca de sp. (Coleoptera: Staphylinidae) en Mascota, Jalisco, México. Dugesiana 12(1): 9-18,
http://dugesiana.cucba.udg.mx/dugesiana_jul2005/paederus.pdf

Norton S, Lyons C. 2002. Blister beetles and the ten plagues. Lancet: 359:1950

Pagotto, B. et al. 2013 PRESENTACIÓN DE CASOS CLÍNICOS Dermatitis de contacto por Paederus en un niño de 12 años Arch. argent. pediatr. vol.111 no.3
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S0325-00752013000300014&script=sci_arttext

Ek del Val de Gortari
Soy bióloga egresada de la UNAM y después realicé un doctorado en ecología en el Imperial College del Reino Unido. Actualmente trabajo en el Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM en Morelia y coordino la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES-Morelia también de la UNAM. Dedico mis días a tratar de entender cómo funcionan las interacciones entre las plantas y los herbívoros que se las comen. Me gusta trabajar en las selva y también estoy interesada en entender como se modifican las interacciones entre especies cuando hay alteraciones en los ecosistemas, por lo que estoy trabajando en campos agrícolas y en ambientes restaurados. Considero que la visión que la ciencia aporta a la vida cotidiana es muy importante, por eso me gusta escribir textos de divulgación científica y procurar que un mayor número de gente conozca las maravillas que hemos aprendido y descubierto. En particular escribo sobre bichos porque son seres considerados abominables en el inconciente colectivo, que cuando nos detenemos un poco a observar y entender mejor, se vuelven maravillosos.
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