El lugar en que se encuentran Carmen Aristegui y Laura Bozzo en este momento, estas mujeres tan disimiles, que en un momento dado se encontraron en la esfera pública, es la expresión más nítida del sistema que se ha conformado en nuestro país. Carmen Aristegui se encuentra fuera del aire y Laura Bozzo continua denigrando a la sociedad mexicana.
Una sociedad con valores éticos crea círculos virtuosos, una sociedad descompuesta produce círculos viciosos. Los círculos viciosos hunden a las sociedades, las descomponen, los círculos virtuosos fortalecen a las sociedades, desarrollan sus potencialidades. Laura Bozzo reconocida en su país de origen, Perú, e internacionalmente como una conductora despreciable, que se aprovecha de la miseria humana, desde 2011 cuenta con un millonario contrato con Televisa. Carmen Aristegui, periodista mexicana reconocida y premiada nacional e internacionalmente por su compromiso con la libertad de prensa y la defensa de los derechos humanos, lleva más de 2 meses fuera del aire.
El poder político y económico dominante en los medios de comunicación, premia a Laura Bozzo y castiga a Carmen Aristegui, favorece los círculos viciosos y destruye los virtuosos. Laura Bozzo huyó de su país despreciada por involucrarse en la corrupción política y llevar adelante el show más “ofensivo a la decencia humana”, para ser contratada en México por TV Azteca entre 2009 y 2010, y por Televisa donde comenzó a transmitir su denigrante show desde 2011 como una “estrella” más del “Canal de las Estrellas”.
Televisa es uno de los factores más determinantes de la descomposición cultural que vivimos, de ese círculo vicioso, y una de las manifestaciones más acabadas de esa descomposición es Laura Bozzo. Laura Bozzo salió de Perú, expulsada de esa sociedad que no le permitió continuar con su espectáculo de degradación cultural y de valores. Pregunté a Jaime Delgado su opinión sobre Laura Bozzo. Jaime Delgado es abogado y legislador peruano, reconocido en América Latina como uno de los principales impulsores de los derechos de los consumidores y usuarios, preside actualmente la Comisión de Servicios Públicos y Defensa del Consumidor en el Parlamento Latinoamericano. Delgado explicó: “Laura Bozzo es la mujer más detestada en Perú. Fue sentenciada con sus vínculos con la mafia, con Fujimori y Montesinos, aún presos. Fue sacada de la TV peruana por armar historias pagadas y falsas, por aprovecharse de la miseria humana. No me explico cómo los mexicanos la pueden soportar. En Perú no la queremos ver ni en fotografía, nos avergüenza, pues puso a los peruanos en el más absoluto ridículo ante el mundo para explotar el inframundo”.
El show de Laura Bozzo encajó muy bien en las prácticas de Televisa, en esa filosofía expresada por Emilio Azcárraga Milmo en 1993: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil.” Jaime Delgado expresa:” No me explico cómo los mexicanos la pueden soportar “, Televisa por sí mismo lo explica. Como señala Jenaro Villamil: “Para Azcárraga Milmo, como para su padre Emilio Azcárraga Vidaurreta, y para su hijo Azcárraga Jean la televisión simplemente es un gran negocio: venderle espectáculo a los pobres y, a cambio, garantizarle al sistema la sumisión de los “jodidos” y el control político vía la información teledirigida”.
El involucramiento reciente de Laura Bozzo en el caso del niño Cristopher de 6 años asesinado por otros cinco niños en Chihuahua, ofreciendo a la madre encargarse del caso, habla una vez más de la práctica de esta conductora de Televisa que busca sacar provecho de los dramas más crueles que vivimos en el país, habla del grado extremo de descomposición y el lugar que ocupa Laura Bozzo y Televisa en este círculo de deterioro: una televisión para jodidos para mantenerlos jodidos.
El encuentro mediático entre Aristegui y Bozzo se dio a partir de la información que retomó Carmen y que había sido publicada el 22 de septiembre de 2013 en Proceso. La revista documentaba como la conductora de Televisa había llegado a Coyuca de Benitez, tras el huracán Manuel. Laura Bozzo arribó a la comunidad en un helicóptero del Estado de México con el único propósito de filmarse a ella misma llevando ayuda a los damnificados. Una práctica muy común de Televisa ha sido presentarse como benefactor, quien no recuerda a Emilio Azcárraga Jean formando parte de una cadena humana bajando víveres de un helicóptero en una comunidad afectada por un evento similar.
El reportaje de Proceso constataba que el helicóptero no llevaba ayuda y tomaba las declaraciones del propio alcalde de Coyuca que narró que Laura Bozzo y el equipo del helicóptero se negó a llevar ayuda a comunidades incomunicadas. Los hechos evidenciaban el vínculo entre Televisa y el gobierno del Estado de México para darle servicio al show de Laura Bozzo mientras cientos de pequeñas comunidades estaban incomunicadas y sin acceso a alimentos , agua y medicamentos. Carmen Aristegui entrevistó a los reporteros de Proceso y dio difusión a las imágenes que mostraban el show de Laura Bozzo en medio de la tragedia. Como reacción vendría otro show mediático de Laura Bozzo demandando el derecho de réplica a Aristegui, retándola y atacándola desde su programa en Televisa, una práctica seguramente vista con simpatía por los directivos de la televisora. Laura Bozzo está en la pantalla, en el Canal de las Estrellas, despreciada en su país llegó al nuestro donde se le tendió la alfombra roja. Su show denigrante encontró empatía con el DNA de Televisa.
Carmen Aristegui lleva una larga trayectoria en el periodismo. Contabiliza más de 18 reconocimientos nacionales e internacionales. Su trabajo se ha centrado en exponer y combatir la corrupción, en la exposición de la violación de derechos humanos, de las redes de prostitución infantil, de la pederastia clerical, en dar voz a las comunidades indígenas, exponer los fraudes electorales, entre otros temas.
En su última etapa en radio, el 4 de enero de 2008 deja W Radio por presiones de la dirección editorial en manos de Televisa y el grupo Prisa, en pocas palabras: censura. El 12 de enero de 2009 toma la primera emisión de noticias de MVS Radio para alcanzar en poco tiempo el mayor rating nacional. Poco más de 2 años después de ser contratada, el 7 de febrero de 2011 Aristegui es despedida por violar el código de ética tras abordar en su noticiario el rumor del alcoholismo del presidente Calderón. La situación no es sencilla, difícilmente Aristegui encontrará espacio en otra empresa. La empresa MVS, propiedad de la familia Vargas, es considerada la empresa más progresista en los medios, la más abierta e independiente de las componendas políticas. Viene la reacción de la audiencia, las críticas, las protestas, la defensa de Carmen y su espacio, la demanda de su reinstalación.
Joaquín Vargas, presidente de MVS declara más tarde y tras haber reinstalado a Aristegui, que el despido se dio bajo fuertes presiones del gobierno de Calderón, especialmente del Secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez Jácome, quien condicionaba la entrega de una licitación de bandas a la salida de Aristegui. También se daría a conocer que la vocera de la Presidencia, Alejandra Sota, había entregado un texto para que lo leyera Carmen Aristegui en forma de disculpa.
Las revelaciones de Joaquín Vargas y, en especial, la reinstalación de Carmen Aristegui, respondiendo a la demanda de las audiencias, da muestra de la independencia de MVS. Además, MVS elabora un contrato que brinda a la periodista autonomía editorial y establece un ombudsman de las audiencias en MVS, actos que ponen a MVS y a la familia Vargas en la vanguardia democrática de los medios de comunicación en México. Con la reinstalación el trabajo de Aristegui se potencia en MVS gracias a su equipo de investigación que lleva sus reportajes a profundidad sobre las irregularidades en las elecciones, las redes de prostitución en el PRI del DF, la corrupción oficial y, por último, el caso de la casa Blanca. El trabajo de Carmen y su equipo se convierte en un factor de influencia y presión que pone en crisis a la presidencia y atrae la atención de los medios de comunicación más importantes del mundo sobre la corrupción gubernamental. La imagen del presidente de México en el exterior sufre un giro de 180° y en el país su popularidad cae dramáticamente.
El 11 de marzo de 2015 MVS acusa públicamente a Carmen Aristegui de abuso de confianza por el uso del nombre de la empresa sin autorización en la plataforma Mexicoleaks y despide dos reporteros de investigación del equipo de Aristegui, los reporteros que habían participado en el lanzamiento de Mexicoleaks y habían estado también a cargo del reportaje de la Casa Blanca. En el propio espacio radiofónico y fuera de él se difunden mensajes de MVS contra el abuso de confianza de Aristegui y Aristegui responde en su noticiario a lo que califica una reacción injusta y desmedida, exigiendo la reinstalación de los reporteros como condición para continuar en la estación. El 15 de marzo MVS rescinde el contrato argumentando que no cumplirá la condición de la periodista y da a conocer nuevos lineamientos editoriales para todos sus conductores que en los hechos retira la autonomía editorial a los periodistas, estableciendo un control directo de los contenidos por parte de la empresa. Aristegui logra un amparo y como parte de este proceso se originan dos encuentros entre las partes con un mediador, José Woldemberg.
No conocemos las presiones que ha recibido MVS de parte de esta administración, las podemos imaginar más severas que las de la presidencia de calderón. Sin embargo, aún hay una salida que podemos demandar las audiencias: José Woldemberg ha propuesto un adendum al contrato entre Aristegui y MVS que establezca la regulación a la forma en que la periodista puede usar o no la información generada en el espacio noticiario de MVS en su portal de noticias. A esta propuesta podemos añadir otra: un órgano mediador que vele tanto por los derechos de la empresa como la de la periodista y las audiencias.
Seguramente las presiones sobre MVS significan un riesgo financiero para la empresa, sin embargo, si las cartas se pusieran sobre la mesa, tanto Aristegui como MVS podrían recibir el respaldo de las audiencias, incluso, bajo nuevos modelos de participación que puedan fortalecer estos espacios, a estos periodistas y a estas empresas, para dejar de vivir bajo la amenaza del gobierno en turno Hay que apostar por los círculos virtuosos en este país que se hunde en los viciosos. Hay que regresar a Carmen Aristegui al lugar que debe ocupar y mandar a Laura Bozzo al que le corresponde, que no debe ser en nuestro país. Lo mismo tendríamos que hacer con los medios, premiar a los que mejoran a nuestro país y castigar a los que lo hunden.
