A través de la poesía he conocido a personas con un gran corazón y un talento en verdad prodigioso, tal es el caso de Davo Valdés de la Campa. Lo conocí en 2010 en un festival de poesía que organizábamos mis amigos y yo. Recuerdo que él asistió a una lectura y llevaba varios ejemplares de una revista literaria que por aquellos años hacía. Poco tiempo después nos volvimos amigos. Hace un par de semanas yo estaba con mi hermana en la librería de la Cineteca Nacional y me tomó por asalto un “¿Qué hace por acá, Gerardo Grande”, era Davo Valdés que iba a ver la película mexicana Güeros de Alfredo Ruizpalacios. Ahí me enteré que él participaba en el Segundo Concurso de Crítica Cinematográfica, convocado por la Cineteca Nacional, la Embajada de Francia, Contra Campo TV y Corre Cámara. Iba a ver Güeros para después escribir un texto crítico sobre la película, el último o el penúltimo antes de que terminara el concurso, que tiene como premio llevar al ganador al taller Talents Critiques 2015, en La semana de la Crítica en Cannes. Nos despedimos y cada quien fue a ver su película. Unos días después supe que fue el ganador de este concurso.
Hoy escribo sobre Davo Valdés de la Campa porque considero oportuno hablar de los jóvenes que con dedicación, furia, carne y amanecer consiguen romper las barreras geográficas, las barreras mentales y las barreras de un mundo cultural que, seamos honestos, pocas veces abre sus espacios para los más jóvenes.
- ¿Cómo fue el inicio de la experiencia de participar en el concurso?, ¿sobre qué película hiciste el primer texto crítico y qué buscabas con ese texto?
Entré al concurso por sugerencia de Alonso Díaz de la Vega, editor de Butaca Ancha, revista de cine que unos meses antes me había invitado a su equipo como crítico de cine. La dinámica consistió en enviar una crítica sobre alguna de las películas que se proyectaron durante la 57 Muestra de la Cineteca Nacional. Yo elegí Only lovers left alive de Jim Jarmush porque fue una de las pocas que pude ver, dado que la Muestra llega a Cuernavaca con algunos meses de diferencia. El texto que mandé se centraba en la revisión de la figura del vampiro a lo largo de la Historia. Para mí la criatura vampírica siempre ha sido la metáfora de algo más y me interesaba dilucidar qué representaba en la película de Jarmush, ya que considero que su cine toma elementos de ciertos géneros y los traslada a otro ámbito completamente distinto. Esto quiere decir que Only lovers left alive no es una película de horror -género que ha explotado la figura del vampiro- sino que se construye como una suerte de drama romántico existencialista con vampiros que representan la pugna entre naturaleza e historia. Los vampiros de la película son seres que abrazan la civilización, que incluso se asumen con una ética superior y que niegan o luchan contra su naturaleza monstruosa. Un jurado de cada una de las instituciones organizadoras, Cineteca Nacional, Corre Cámara, Contra Campo TV y Embajada de Francia, eligió a 10 finalistas de críticos menores de 30 años de todo el país, de entre cerca de 100 trabajos. Los 10 finalistas fuimos convocados a un Seminario de Crítica Cinematográfica que se impartió en la Cineteca Nacional. Después de una semana de encuentros con críticos de cine de todo el mundo, editores de revistas, programadores y directores de festivales de cine, así como con cineastas, un jurado encabezado por Leonardo García Tsao, elegiría el ganador. El premio, asistir al taller Talents Critiques 2015 en La semana de la Crítica en Cannes.
- ¿Cómo fue tu experiencia en el concurso con los maestros y el resto de los participantes?
La experiencia en el Seminario fue extraordinaria. De los 10 finalistas sólo dos críticos éramos de provincia y el resto de la zona metropolitana. Mi primera impresión fue que los jurados, que además participaron como asesores nuestros, eran críticos sin ningún tipo de concesión. Advertí desde el inicio que las sesiones serían rigurosas y de confrontación hacia las ideas que cada uno de nosotros tenía sobre la labor del crítico. También me sentí muy contento de hallarme con un grupo de jóvenes talentosos y apasionados del cine. Durante una semana, la sala 4 de la Cineteca fue nuestra aula. De nueve de la mañana a tres de la tarde tuvimos encuentros, pláticas, proyecciones, conferencias y asesorías con críticos importantes, cineastas, programadores, editores de revistas y profesionales del medio cinematográfico. En el seminario, intervinieron Robert Koehler (EUA), Carlos Bonfil, Carlos Gómez Iniesta, Gabriel Ripstein, Hugo Lara, Rigoberto Perezcano, Sergio Raúl López, Alain Kruger (Francia), José Carlos Avellar (Brasil), José Antonio Valdés Peña, Nick Roddick (UK), Erick Estrada, Daniela Michel y Nelson Carro. Pudimos ver casi en exclusiva dos filmes mexicanos: 600 millas y Carmín Tropical. Además de que nos brindaron acceso a la cartelera de la Cineteca para acudir a las funciones por la tarde. También me parece importante recalcar que la organización del seminario estuvo a cargo de Marcela Encinas.
Para mí el Seminario fue una gran oportunidad de aprendizaje, pero también me sirvió para confirmar algunas ideas o cosas que intuía de la crítica. Una de ellas, la noción de que todos los textos que hago son un ladrillo del edificio de obra que construyo de forma paralela a la poesía, por ejemplo.
-Tu trabajo final fue un texto crítico sobre “Güeros” de Alonso Ruizpalacios, ¿desde qué punto desarrollaste ese texto final?
Sobre la película rescaté la forma en cómo se construyó la identidad de nuestra generación a partir del concepto de rizoma de Deleuze y Guatarri. Me interesó mucho la forma en cómo se tejen las referencias en el primer largometraje de Ruizpalacios, ya que no se limitan a menciones, guiños o referencias directas sino que van más allá, incluso en la técnica cinematográfica. También se nos pidió escribir una breve reflexión en inglés o francés sobre la violencia y la cotidianidad en el cine mexicano actual. Sobre eso dije:
Por más que se intente encasillar el cine mexicano actual en un género o en una temática específica, creo que su verdadero punto en común (o quizá sea más adecuado llamarlo punto de quiebre) es la exploración del lenguaje cinematográfico a territorios inhóspitos e inusuales. Si existe un interés colectivo -sino total, al menos si en el grueso de los cineastas actuales- es el de desarrollar un cine de autor y cinematográfico (por extraño que suene esto), que intenta antes que nada mostrar una visión particular y una manera distinta de desplegar una narrativa visual. Algunos directores lo han buscado a través de corrientes como el realismo, el hiperrealismo o el realismo sucio utilizando la cotidianidad como motivo recurrente. ¿Y cómo la perciben? De formas radicales, críticas, satíricas y pesimistas. La violencia es una constante casi naturalizada en el contexto del cine nacional. Pero en muchos casos la violencia y la cotidianidad se miran desde ópticas enriquecedoras. Víktor Shklovski, un formalista ruso, introdujo el término de desautomatización o extrañamiento para hablar de esas obras que logran hacernos ver la realidad como si la viéramos por primera vez. Pienso que el cine mexicano está logrando sacudir en esos términos la forma en cómo vemos a México y por eso nos resulta incómodo acercarnos a ciertas obras. Directores como Michel Franco, Enrique Rivero, Fernando Eimbcke, Nicolas Pereda, Alonso Ruizpalacios, Amat Escalante, Carlos Reygadas, Natalia Beristáin, Rigoberto Perezcano, entre otros, se han arriesgado, se han equivocado sin duda, pero también han acertado y han llevado la práctica cinematográfica a geografías nuevas que nutren el espectro del cine en medio de una sequía creativa que domina el circuito comercial.
- Háblame de tus impresiones sobre el seminario y sobre la crítica cinematográfica
El día viernes unas horas después de que concluyó el Seminario nos reunieron a todos los participantes en la sala seis de la Cineteca. Ahí, Leonardo García Tsao, director del jurado, Jean-Christophe Berjon (Embajada de Francia), Aurélie Dupire (Contra Campo), Gustavo Ramírez (Cineteca Nacional), Sergio Huidobro (Corre Cámara) y Hugo Lara, anunciaron al ganador. Ahí supe que habían considerado que mi trabajo reunía las características de eso que ellos buscaban en un joven crítico. Sólo puedo decir que para mí es un sueño enorme que se vuelve realidad. Ganar creo que implica una responsabilidad muy grande con mi trabajo y el viaje es una oportunidad bellísima de aprender y de conocer más sobre el trabajo de la crítica y del cine, que es una de las disciplinas que más me apasionan ya que el cine ha sido el detonante de mi pensamiento, el pretexto para explorar la vida, de confrontarme como espectador con todo lo que me es ajeno o que creo ver por primera vez a través de una película. La crítica por su parte es el espacio donde confronto cada película con la historia del cine e inteno tejer una reflexión más amplia que no sólo involucre al séptimo arte, sino a otras disciplinas artísticas, porque el cine se construye de todo lo que se ve en la pantalla pero también de lo que está oculto y que se desborda siempre. La crítica me brinda además la oportunidad de poder ser un anfibio que se mueve en otros ámbitos, distintos e incómodos que finalmente pueden convertirse en puentes con otros lectores y espectadores que buscan respuestas en el arte.
- Algo que quieras añadir
Finalmente me gustaría recomendar el trabajo de mis compañeros: Jorge Javier Negrete Camacho, Luis Alberto Madrigal Pérez, Emiliano Enrique Serrano Lara, Icnitl Ytzamat-ul Contreras García, Pedro Emilio Segura Bernal, Tránsito Ceballos Centeno, Juan Carlos Ham Cruz, María Isabel Salinas Alvarez, Santiago Bonilla García y el de críticos como Alonso Díaz de la Vega, Rafael Paz Esparza, Arantxa Luna, Nancy Molina Diaz de León, Hipatia Arguero, José Ali López Pérez, Juan Pablo García Moreno, Alberto Acuña Navarijo, Eric Ortíz García, entre tantos otros que conforman la nueva crítica de cine nacional, todos ellos me inspiran.
Davo Valdés ha sido Beneficiario del Programa de Estímulos para el desarrollo y la creación artística en 2009 y en 2011 en las áreas de cuento y novela. A finales de 2011 fue ganador de la convocatoria para publicación de obra inédita del Fondo Editorial del Instituto de Cultura de Morelos con su libro, Ignoto. Lo conocí hace cinco años, yo tenía 18 años y él 21, las calles ardían y pintábamos versos en los rascacielos a punto de caer. Celebro al ganador de este concurso, las nuevas construcciones apenas comienzan.
Por último, aquí comparto dos de los textos que Davo escribió en el transcurso del seminario.
http://correcamara.com.mx/inicio/int.php?mod=noticias_detalle&id_noticia=5632
http://www.correcamara.com.mx/inicio/int.php?mod=noticias_detalle&id_noticia=5620