Tres de cada cuatro mexicanos que viven en ciudades se sienten inseguros. Esa es la principal conclusión de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, recién difundida por el INEGI; y lejos de disminuir, el sentimiento de inseguridad aumentó 4.5 puntos porcentuales desde diciembre pasado.
Un importante número de encuestados ha presenciado o se ha enterado de la comisión de algún delito recientemente. En particular, en los últimos tres meses, dos de cada tres entrevistados se enteró de algún robo o asalto, 56.5 por ciento de actos de vandalismo y el cuarenta por ciento supieron de la venta de drogas en la vía pública.
Prácticamente dos de cada tres mexicanos que residen en las urbes, cambió sus hábitos diarios por temor a sufrir algún delito, sobre todo con lo que tiene que ver con el uso de joyas o bien llevar dinero o tarjetas de crédito encima.
En cuanto a los visos de solución, la población se muestra bastante pesimista. Siete de cada diez encuestados percibe el desempeño de la policía –y en general de las instancias encargadas de la seguridad— como “poco o nada efectivo”.
El 27.6 por ciento cree que la situación de inseguridad va a empeorar en los próximos doce meses –frente al 15.4 que cree que mejorará—. Cifras que sin lugar a dudas muestran la desesperanza de los mexicanos en este tema, tanto en el presente como en su evolución futura.
Si bien la administración del Presidente Peña Nieto bajó el tono que le había impuesto el pasado gobierno en esta materia, en la percepción de los mexicanos la situación está lejos de resolverse o de siquiera mejorar. Por más que la inseguridad y la “guerra” contra el crimen organizado ya no ocupen los principales espacios en los medios informativos, ello no significa que se hayan resuelto.
Los datos –al igual que la realidad— son testarudos. No hay que olvidar, por mencionar solo un ejemplo, que durante 2013 los secuestros aumentaron en un treinta y cinco por ciento en el país.
Queda muchísimo trabajo por hacer para resolver la situación. La inseguridad –junto con el tema económico— es uno de los parámetros más importantes que la población usa para evaluar a sus gobernantes, y en consecuencia para salir a votar en las múltiples elecciones del futuro cercano.
Ya si no es por cumplir con su obligación, que sea por interés político-electoral, pero es urgente que nuestros gobernantes, sobre todo los estatales y municipales, se tomen en serio la gran inseguridad que se vive en la mayor parte de nuestras ciudades.
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