Rita Varela Mayorga
27/10/2013 - 11:17 pm
PRD: Tan cerca de Los Pinos, tan lejos del Zócalo
Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) confirmaron ayer que el Zócalo de la Ciudad de México, la plaza pública más importante del país, es su lugar. Su espacio natural. AMLO, a su vez, mostró que, más allá de las filias y fobias que levanta en cada paso, sigue siento el […]
Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) confirmaron ayer que el Zócalo de la Ciudad de México, la plaza pública más importante del país, es su lugar. Su espacio natural. AMLO, a su vez, mostró que, más allá de las filias y fobias que levanta en cada paso, sigue siento el líder más influyente de la izquierda mexicana en los últimos 15 años.
Lo es ahora, después de dos intentos por llegar a la Presidencia de la República; lo es como opositor a las reformas Hacendaria y Energética del Presidente Enrique Peña Nieto y porque es una figura que aglutina –lo vimos ayer- a cada vez más simpatizantes de la izquierda que rechazan la cercanía del PRD de Jesús Zambrano y Jesús Ortega, “Los Chuchos”, con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y con el gobierno federal de Peña Nieto.
El PRD, por sí mismo, nunca ha llenado el Zócalo.
Lo llenó en sus inicios, hace 20 años, cuando Cuauhtémoc Cárdenas era su símbolo y canalizó el descontento de la sociedad frente al PRI. Lo llenó cuando Vicente Fox Quesada, siendo Presidente de la República, quiso desaforar a AMLO y fue por él, no por el PRD, que esa plaza se abarrotó. Lo llenó siendo el propio López Obrador candidato a la Presidencia, y ahí el perredismo era parte de una coalición.
El propio PRI, ya instalado en Los Pinos, trató de llenar el Zócalo para la ceremonia del 16 de septiembre de este año, y no pudo. El actual gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto, dio su primer grito de Independencia en la plaza del pueblo incluso con acarreados que tenían banderines del PRI, que portaban cachuchas, paraguas, impermeables tricolores y aun así se quedó a la mitad de su capacidad.
Algo está mal en México: no hay líderes políticos de arrastre porque los partidos no recogen las exigencias de los ciudadanos y, por ello, no se ve rumbo ni dirección.
El tabasqueño, guste o no, lo mismo con críticas que con elogios, es el único capaz de llenar esa plaza pública. Ni el PRI y mucho menos el PRD de Jesús Zambrano pueden hacerlo y hoy, menos que nunca... pues los militantes, los de verdad, saben que su partido esta hoy más cerca de Los Pinos que de la sociedad.
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