La semana pasada, a consecuencia de la publicación del Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género, me propuse buscar datos que comprobaran si en México existía la perspectiva de género al momento de juzgar. Evidentemente es muy complicado encontrar datos acerca de las diferencias existentes entre homosexuales, heterosexuales, transexuales, transgénero y bisexuales, sin embargo, en cuanto a hombres y mujeres se refiere, sí que se puede comprobar las diferencias que existen al momento de juzgarlos, con todos los problemas metodológicos que esto implica.
El dato más significativo que encontré es que a las mujeres se les dicta una sentencia 25% más prolongada que a los hombres en cuanto al delito de homicidio se refiere en la Ciudad de México. Este tipo de delito es uno de los mejores para comparar dos conjuntos de datos por dos razones: primero porque es el que menos cifra negra tiene y segundo porque siempre acaba con el mismo desenlace: la muerte de la víctima.
Es importante describir en general el tipo de homicidio que llevan a cabo tanto mujeres como hombres: el primer grupo, en un 76%, mata a algún familiar y el resto de los homicidios es llevado a cabo en riñas o bajo los efectos de alguna sustancia. Por su parte, los hombres casi en un 50% matan a sus víctimas en alguna pelea y sólo el 8% de ellas son familiares. Estos datos podrían hacernos pensar que se castiga más a las mujeres porque están matando a un pariente y esto podría ser un agravante, pero comparando el promedio de las sentencias dentro de los delincuentes tanto hombres como mujeres que asesinaron a un familiar es para los primeros de 18 años y para las féminas de 24 años.
¿Qué implica que las mujeres reciban una sentencia de privación de libertad 25% más larga que los hombres? ¿Por qué sucede eso? Las respuestas populares que obtuve ante esta incógnita fueron: porque las mujeres son madres, porque una mujer mala es más mala, por el instinto maternal es mucho más fuerte que el paternal, porque los hombres son más violentos, porque son los encargados de defender a la familia, entre otras. ¿O sea que se castiga más a la mujer por su condición de ser mujer? ¿Por qué se les juzga más fuerte ante las mismas condiciones? Evidentemente y la respuesta más sensata es porque por lo menos en el D.F. y con estos datos se comprueba que no existe perspectiva de género al momento de juzgar y los jueces no aplican el derecho a la igualdad en el trato y en las oportunidades al momento de llevar a cabo su trabajo.
Los jueces se dejan llevar por la ideología y la cultura popular mexicana la cual dicta que el rol de las mujeres se enfoca primordialmente a cuidar a los hijos y de todos los integrantes de la familia y que son ellas de quien se espera una conducta más perfecta y más involucrada que los hombres, por lo que si no cumplen con este rol o hacen algo en contra de "su" naturaleza se les debe castigar más fuerte que a los hombres que lleven a cabo las mismas acciones.
Quiero dejar claro que no estoy en desacuerdo en que se les castigue y se les imponga las sentencias correspondientes, sin embargo, en lo que no concuerdo en lo más mínimo es que se les castigue más a las mujeres por el simple hecho de serlo.
@criminologiamex