El reconocimiento que entregó Miguel Ángel Mancera a Coca Cola es un reconocimiento establecido por un organismo empresarial, el Consejo Empresarial de Salud y Bienestar, para distinguir a las empresas que, de acuerdo a sus propios criterios, desarrollan ambientes saludables en sus centros de trabajo. Al parecer hay un acuerdo entre el Consejo para la Prevención de la Obesidad del GDF y el Consejo Empresarial de Salud y Bienestar para otorgar este reconocimiento. El reconocimiento fue otorgado a otras empresas como Pepsico. Sin embargo, la publicidad en los medios fue promovida por Coca Cola y por eso es la que apareció principalmente. Claramente, el reconocimiento sirvió a los intereses de marketing de imagen de la empresa Coca Cola.
El Consejo contra la Obesidad capturado
El tema más preocupante está en la conformación del Consejo para la Prevención de la Obesidad del GDF. El Consejo es creado como parte de la Ley para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios del Distrito Federal que establece una representación empresarial en este consejo. El Consejo, de acuerdo a sus estatutos, es: “la instancia colegiada permanente de diseño, consulta, evaluación, concertación y coordinación de las estrategias y programas en materia de prevención y atención integral del sobrepeso, la obesidad y los trastornos alimenticios en el DF”.
En el acta de su primera reunión del 29 de noviembre de 2010 aparecen como miembros de este consejo encargado del diseño de las políticas de obesidad en el DF, con voz y voto, un representante de la empresa Bimbo (industria procesadora de alimento, representando a todo ese sector agrupado en Conméxico, principal actor en contra de las regulaciones que se han querido implementar como los lineamientos en las escuelas, la publicidad dirigida a la infancia, las recomendaciones sobre bebidas) y Sanofi Aventis (representando la industria farmaceútica que promueve la medicación desde los estados pre-diabéticos en contra del tratamiento basado exclusivamente en dieta). En esa primera sesión, dentro de la orden del día, en el punto 10 se presentó la propuesta del “Dr. José Armando Ahued Ortega, titular de la Secretaría de Salud del DF, propone incluir como invitado permanente al consejo al Lic. Jesús Eduardo Cervantes Cuevas, Director de Asuntos Públicos de Coca Cola”. La incorporación de Coca Cola fue por interés del Secretario de Salud del DF, no por mandato de la ALDF.
A estas circunstancias se suman un gran número de convenios firmados entre estas empresas y el GDF para mejorar las condiciones de algunas canchas en escuelas, la promoción de actividades físicas, etc. Basta destacar que al inicio del gobierno de Marcelo Ebrard se dio un convenio con Pepsico para poner en avenida Reforma el árbol de navidad más alto de todo el mundo y al cierre de su administración se realizó un convenio con Coca Cola para que patrocinara el concierto de rock de Paul McCartney en el Zócalo, uno de los conciertos más caros. Estas actividades establecen relaciones y se convierten en favores correspondidos. En estas circunstancias es imposible esperar una política pública de combate a la obesidad libre de conflicto de intereses.
El conflicto de interés desde la OMS
La Dra. Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, a pesar de las presiones de diversos gobiernos, ha denunciado el papel de estas empresas en el deterioro de la salud de la población y, especialmente, de sus estrategias para impedir políticas públicas que afecten sus intereses. Una de estas políticas, la principal, es comprar los favores de los funcionarios encargados de la política pública a través de diversas estrategias como introducirse en este tipo de consejos, ofrecerles apoyo en programas de activación física, realizar acuerdos para eventos que hagan lucir a las autoridades, etcétera, lo que puede llamarse la colonización: el cambio de espejos por perlas. En el caso de Coca Cola, el relator especial de Naciones Unidas por el Derecho a la Salud le ha llamado Cocacolonización.
Ante la reciente Asamblea Mundial de la Salud, refiriéndose a la transición epidemiológica que hemos sufrido, al pasar de las enfermedades transmisibles a las generadas por los hábitos de vida, especialmente por el deterioro de la alimentación, la Dra. Chan dijo: “Los mosquitos no tienen grupos de presión y de cabildeo. Pero la industria que contribuye al aumento de las enfermedades no transmisibles sí los tienen. Cuando las políticas de salud pública son interferidas por los intereses económicos creados, nos enfrentamos con una gran oposición, una oposición muy bien orquestada y una oposición muy bien financiada”. Meses después, en Finlandia, agregó: “La salud pública debe enfrentarse a la Gran Industria de Alimentos y a la Gran Industria de Refrescos... Estas industrias odian las regulaciones y se protegen usando las mismas tácticas… El poder en el mercado se transforma en poder político. Pocos gobiernos dan prioridad a la salud sobre las grandes empresas”.
El reconocimiento a Coca Cola por parte del GDF se da a una empresa que ha mostrado públicamente su oposición constante contra las políticas públicas en salud: su campaña contra las Recomendaciones de Bebidas para una Vida Saludable presentadas en 2008 por la Secretaría de Salud, evitando que estas recomendaciones fueran difundidas ampliamente entre la población y en las cuales se recomendaba no beber refresco; su oposición a los lineamientos para alimentos y bebidas dentro de las escuelas presentados en 2010 a los que calificó de anticonstitucionales y que quedó documentado en el comentario que envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria contra esta iniciativa.
La emergencia por obesidad y diabetes en el DF
En el Distrito Federal debe declararse una emergencia en salud por la incidencia de obesidad, diabetes y muertes por diabetes, como pidió que se declarara a escala nacional por estas causas el propio Relator de Naciones Unidad por el Derecho a la Alimentación, Oliver de Schutter. Si México presenta uno de los mayores índices de sobrepeso, obesidad y diabetes en el mundo, el Distrito Federal presenta niveles superiores a la media nacional. La prevalencia de sobrepeso y obesidad entre hombres a nivel nacional es de 69.4%, mientras que en el D.F. es de 73.4; la de mujeres a nivel nacional es de 73% y en el D.F. de 73.4; en adolescentes a nivel nacional es de 35% y de38.6 % en el D.F. y en escolares a nivel nacional es de 34.4% mientras en el DF es de 35.4%. Los datos más graves se expresan en mortalidad por diabetes, mientras el promedio nacional ronda 80 muertes anuales por cada 100 mil habitantes, en el Distrito Federal esta cifra es superior a los 100 muertos anuales por cada 100 mil habitantes.
El refresco y su impacto
La evidencia científica sobre el daño a la salud que significa el consumo regular de refresco es contundente. Se ha demostrado que el consumo de un refresco al día en población infantil aumenta el riesgo de obesidad en un 60% y el consumo diario de una a dos bebidas en la población en general aumenta el riesgo de diabetes en 25%. Los daños en salud se registran también en población que se encuentra en su peso ya que aproximadamente el 40% de esta población presenta síndrome metabólico. Al respecto, la bibliografía es extensa para conformar el daño que causa esta bebida especialmente entre la población mexicana que presenta el mayor consumo a nivel mundial con más de 160 litros por persona al año en promedio.
Un extenso grupo de organizaciones sociales y académicos –ver la página www.actuaporlasalud.org– frente los altos índices de sobrepeso, obesidad, diabetes y muerte por diabetes y el colapso del sistema de salud pública del DF que no tiene la capacidad de cubrir la diálisis que sufren decenas de miles de capitalinos, demandamos al Jefe de Gobierno del Distrito Federal:
- Declarar emergencia en salud en el Distrito Federal por los altos índices de sobrepeso, obesidad, diabetes y muerte por diabetes.
- Abolir el actual Consejo para la Prevención y la Atención Integral de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios, iniciando con el retiro del invitado de la empresa Coca Cola.
- Establecer los criterios que permitan establecer un Consejo con la profesionalidad y la libertad de conflicto de interés que permita desarrollar una política efectiva de combate al sobrepeso y la obesidad.
Exigimos a la ALDF la reforma integral de la Ley para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios en el Distrito Federal con el fin de:
- Establecer claramente que las políticas públicas se diseñen, implementen y monitoreen libres de conflicto de interés.
- La desaparición inmediata del Consejo para la Prevención y la Atención Integral de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios.
- El establecimiento de un Consejo que cuente únicamente con la participación de instituciones y organizaciones de interés público e invitados expertos libres de conflicto de interés.
- Que se establezca como obligación la provisión gratuita de agua potable de calidad para beber en todas las escuelas, restaurantes, espacios públicos y comerciales.
- Que se regule la publicidad y toda forma de promoción de alimentos y bebidas no saludables dirigida a la infancia en establecimientos y la vía pública.
