El pasado viernes 22 de marzo, como parte de la consulta del Plan Nacional de Desarrollo, se realizó la mesa sobre riesgos sanitarios coordinada por usted como Comisionado Federal de la COFEPRIS, Mikel Arriola. Sabemos que en la mesa que presidió no estuvo presente ninguna representación de la sociedad civil y si en cambio de la industria de alimentos y bebidas, así como de la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad y la industria farmacéutica.
No sólo no estuvo representada la sociedad civil en la mesa, tampoco en el salón donde se realizó el evento. No fuimos invitados a este evento las organizaciones que hemos venido trabajando el tema de las regulaciones de etiquetado y publicidad de alimentos y bebidas, considerados factores determinantes del ambiente obesigénico y, por lo tanto, de la epidemia de obesidad que vive el país.
En la mesa que presidió estaban los principales actores, que en defensa de sus intereses empresariales, se han opuesto abiertamente a que los consumidores contemos con etiquetados frontales en los productos que realmente nos orienten a elecciones saludables y que, en cambio, han desarrollado etiquetados que engañan, violando la norma oficial mexicana 051, sin que la COFEPRIS haya actuado para sancionarlos.
También, a su lado estaban sentados quienes se han opuesto a que se establezca la regulación de la publicidad dirigida a la infancia de alimentos y bebidas como lo ha recomendado la Organización Mundial de la Salud. El gobierno no ha atendido esta recomendación y ha permitido que estas empresas desarrollen una autorregulación que no cuenta con ningún criterio nutricional y permite a las empresas utilizar mecanismos muy efectivos de engaño y manipulación a los niños para llevarlos al consumo de productos no saludables, como es el uso de “regalos” y personajes ficticios y populares. Al realizar reformas al Reglamento a la Ley General de Salud en Materia de Publicidad le solicitamos que estableciera en él la protección de la infancia frente a este tipo de publicidad, sin embargo, no lo hizo.
Las empresas y organismos empresariales que sí invitó a este evento y a presidir la mesa fueron los mismos que se opusieron a las Recomendaciones sobre Bebidas para una Vida Saludable que presentó en 2008 la Secretaría de Salud, los mismos que en sus comentarios a los lineamientos para la venta de alimentos en las escuelas los declararon anticonstitucionales y que cabildearon para debilitarlos.
Por lo que se nos comenta, en esa mesa donde se discutía el futuro Plan Nacional de Desarrollo para los próximos seis años se enalteció la autorregulación empresarial, el “seguir trabajando con la industria” y ampliar su relación con la SSA, SAT y PORFECO, SAGARPA y la SE, y apoyar la autorregulación para no sobrecargar a la COFEPRIS” y en voz de los empresarios: “apoyar al Congreso para que no proponga regulaciones sin el análisis de riesgo del que COFEPRIS es experto y a quién nosotros apoyaremos”.
Señor Mikel Arriola, sabemos que nuestras críticas a la COFEPRIS en materia de etiquetado y publicidad de alimentos y bebidas no son de su agrado, sin embargo, usted es un servidor público y debe defender el interés público. Le solicitamos tome en cuenta las posiciones de quienes trabajamos en la sociedad civil defendiendo el interés público, quienes sustentamos nuestros análisis en estudios académicos, en investigación científica, en recomendaciones de organismos internacionales. Nuestros planteamientos están basados en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, de las instituciones internacionales y nacionales más prestigiadas. Este es el caso del documento elaborado por la Academia Nacional de Medicina donde claramente señala el engaño que representa el etiquetado que las empresas han desarrollado para sus productos, engaño que también señala un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública.
El documento de la Academia Nacional de Medicina también señala que es necesaria la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia como lo ha recomendado la Organización Mundial de la Salud. En este documento avalado por el INSP, el INNCMSZ, la Academia Mexicana de Pediatría y la UNAM se expone que la autorregulación empresarial de este tipo de publicidad solamente ha mantenido una práctica que atenta contra la salud de la población infantil.
El Presidente Enrique Peña Nieto acaba de declarar que el sobrepeso y la obesidad “se ha convertido en una de las más grandes amenazas para la salud de los mexicanos” y que “para hacer frente a la obesidad y la diabetes tomaremos las medidas más efectivas de acuerdo a la evidencia científica disponible, anteponiendo la salud por encima de cualquier otro interés”. En este caso, en la consulta que usted presidió, prevaleció el interés privado por encima de la evidencia científica, por lo menos, en lo que se refiere al problema del sobrepeso y la obesidad.
Como organización de la sociedad civil hemos recibido invitación a participar en las mesas sectoriales de la Secretaría de Economía, un área en la que hemos trabajado pero nunca con la intensidad con la que hemos trabajado el tema de la epidemia de sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, por parte de la Secretaría de Salud y COFEPRIS ninguna invitación hemos recibido. No somos solamente una organización de la sociedad civil, somos varias las que hemos trabajado el tema, denunciando, realizando estudios, presentando propuestas. Ninguna de nuestras organizaciones fue convocada a la mesa que presidió ni tampoco a otras referidas al tema.
Nos preguntamos si la consulta del PND es, por consigna, selectiva y excluyente de quienes hemos venido demandando acciones urgentes y efectivas para combatir la epidemia de sobrepeso y obesidad, para quienes hemos venido denunciando que el gobierno ha claudicado frente a los intereses empresariales en esta materia, quienes afirmamos que el gobierno ha violado por omisión el derecho a la salud de los mexicanos al permitir el desarrollo de un ambiente obesigénico que ha provocado que tengamos uno de los mayores índices de sobrepeso y obesidad en el mundo, el mayor índice de mortalidad por diabetes en el continente americano, la mayor caída en lactancia materna, el mayor consumo de refrescos, todo lo que ha llevado al colapso del sistema de salud pública.
