Big brother: un mundo nos vigila

17/03/2013 - 12:01 am

En los últimos años el mundo de la tecnología ha rebasado fronteras y se ha inmiscuido en la esfera privada de los ciudadanos. No sé si han hecho el ejercicio de buscar su nombre en Google, o de buscar información de alguna persona que les interese. Pareciera que con las redes sociales es difícil esconder información y todos estamos expuestos al mundo.

Muchas consecuencias positivas son resultado de la tecnología: en general la vida se ha vuelto más fácil, pero el problema sucede cuando los gobiernos utilizan estas herramientas como medio para controlar a toda la población, violando la privacidad y el derecho a la intimidad.

Ejemplo de lo anterior lo constituye FaceIT, un sistema que escanea caras a través de cámaras y analiza ochenta puntos del rostro entre los ojos, nariz y pómulos y al final compara las caras con una lista predeterminada de personas buscadas. Es decir, vas caminando por la calle y sin saberlo tu cara está siendo revisada por computadoras y por personas específicas.

Por lo pronto, esta tecnología es altamente utilizada en Estados Unidos. En México no sé hasta dónde hallamos llegado, pero creo que no estamos muy lejos de tenerlo entre nosotros, aunque ya en el Distrito Federal hay muchas cámaras funcionando.

Ahora, si en los últimos años has viajado al país vecino del norte, el gobierno ya tiene tus huellas, iris, tus características grafológicas y tu cara. Más aún si ya has caminado por ciudades como Tampa, por el simple hecho de ir por la calle en un paseo familiar, tu cara y la de todos los integrantes de tu familia están siendo analizadas en ese mismo momento.

Evidentemente cuando se empezaron a utilizar este tipo de artefactos, ya hace casi una década, las protestas por parte de organizaciones que luchan por las libertades civiles y los derechos humanos no se hicieron esperar, ante lo cual la autoridad respondió que de no haber una coincidencia entre los rostros captados y los de su lista negra, las imágenes se borran a los 10 segundos. Yo realmente dudo esto, ya que dicha aseveración no puede ser comprobada por los ciudadanos; esta información es clasificada y nunca llegará a manos de los mortales.

Quiero aclarar que no estoy en contra del adelanto y del vanguardismo, al contrario, estoy convencida de que grandes beneficios en todos los niveles se pueden obtener a través de esto, pero en lo que difiero es cuando el Estado se convierte en un guardián y no en un benefactor que protege y procura a sus ciudadanos.

Cada vez más en México y en general en todos los estados neoliberales, se está exportando políticas policiales en las que el Estado se convierte en un vigilante eterno, en un ojo que todo lo ve y todo lo castiga, pasando de un estado bienestar, –el cual luchaba por la inclusión de todos los ciudadanos a través de la defensa de los mismos de las fuerzas del mercado procurándoles los servicios sociales (educación, sanidad, pensiones)–,  a un Estado policial represivo y excluyente.

@criminologiamex

Mercedes Llamas
Doctoranda en Gobierno y Administración Pública por el Instituto Universitario Ortega y Gasset de la Universidad Complutense de Madrid, Maestra en Criminología y Política Criminal por el INACIPE y Licenciada en Educación Especial en Infracción e Inadaptación Social por la Escuela Normal de Especialización.
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