El sistema penitenciario mexicano se encuentra sumamente sobrepoblado, pero ello no constituye un problema aislado; trae consigo un sin fin de aspectos negativos que afectan las condiciones de internamiento así como las posibilidades de un tratamiento individualizado para los reos. La sobrepoblación varía de acuerdo al estado: de las 32 entidades federativas, ocho presentan una sobrepoblación mayor a 50% (D.F., 88.33%; Estado de México, 74.03%; Jalisco, 73.15%; Nayarit, 72.32%; Morelos, 60.84%; Tabasco, 57.26%; Sonora, 50.44%; Hidalgo, 50.38%) y 10 cuentan con una sobrepoblación que oscila entre 1.40% y 50%.
Lo anterior supone que más de la mitad de las entidades federativas se enfrentan a la sobrepoblación en sus centros penitenciarios así como a todos los posibles conflictos que este problema trae consigo. La consecuencia inmediata de dicha sobrepoblación, se traduce en hacinamiento. El Distrito Federal, como ya se mencionó, es la entidad con mayor sobrepoblación de todas. Como ejemplo de lo anterior, en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte existen celdas con capacidad para albergar a seis internos, en las que viven hasta 45. Para dormir, algunos de ellos se cuelgan de las rejas con diferentes objetos (en el argot carcelario a estos internos se les denominan vampiros), otros de ellos duermen sentados sobre sus piernas o sobre los talones (en cuclillas), otros acomodan tablones de madera sobre las tazas sanitarias y duermen sobre éstas.
Cuando estudio el tema de la sobrepoblación, siempre me pregunto cuánto espacio debe de tener cada interno. ¿Cuántos metros cuadrados debe tener cada persona para vivir en condiciones dignas? El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos y Degradantes ha recomendado usar un espacio de cuatro metros cuadrados por persona como medida útil cuando se tenga como objetivo mejorar los niveles de hacinamiento totalmente inaceptables. Lo anterior es recomendado para celdas que alojan a un solo interno, cuando la prisión presenta hacinamiento. Evidentemente en México no pasa esto y en algunos centros del Distrito Federal, los internos no tiene ni un metro cuadrado para cada uno.
Ante tal situación, las autoridades de algunos centros habilitan áreas destinadas para otros fines en dormitorio, y utilizan los almacenes de la cocinas para alojar internos. Es evidente que un área como un almacén de cocina no cuenta con las condiciones de superficie mínima, alumbrado, calefacción, ventilación, instalaciones sanitarias e instalaciones de baño y ducha, establecidas en las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos de Naciones Unidas.
Por otro lado el hacinamiento, no sólo es consecuencia de la sobrepoblación, también se ve afectada por los privilegios que se les conceden a algunos internos que por su posición económica o social, son alojados en áreas específicas para ellos, sin ocupar el totalidad de las instalaciones de dichas áreas.
Considero que la sobrepoblación es uno de los principales problemas de nuestro sistema: ¿cómo se pretende reinsertar a un individuo cuando viven prácticamente unos encima de otros, cuando durante la noche tienen que colgarse de los barrotes para poder meterse todos en la celda y por ende durante el día intentan dormir en los espacios comunes; cuando conviven todo tipo de internos sin importar si son primodelincuentes o multireincidentes? Definitivamente tenemos que replantear nuestras políticas criminológicas.
@criminologiamex