69 personas procesadas, entre ellas 11 mujeres, son el saldo de las protestas de este 1 de diciembre por la toma de protesta de Peña Nieto, acusados de ataque a la paz pública calificada en pandilla.
Estoy de acuerdo en que la obligación de la autoridad es procurar y guardar en todo momento la paz pública, pero en este caso, su actuación provocó más violencia y la detención de personas inocentes; actuó con un uso desmedido de la fuerza, realizaron detenciones arbitrarias y violaron los derechos humanos de los ciudadanos.
La CDHDF investigó que 22 de los detenidos ni siquiera se encontraban en el lugar de las protestas violentas; estaban en otros lugares protestando pacíficamente o simplemente tuvieron el error de estar en el lugar equivocado. Para muchos de ellos ni siquiera se tienen pruebas que muestren su culpabilidad, al contrario, existen múltiples videos y fotografías a su favor.
¿Quiénes son los detenidos? Entre los detenidos hay un bolero de zapatos, una cineasta graduada de la universidad Centro, un fotógrafo rumano que estaba tomando imágenes de las protestas y jóvenes estudiantes. Los detuvieron policías que ni siquiera portaban uniforme; elementos que no tenían la capacitación para controlar protestas, utilizaron instrumentos de tortura (choques eléctricos), tratos inhumanos y medidas vejatorias (golpes en los genitales, a algunos los desnudaron y les sacaron fotos así). Hasta Amnistía Internacional hizo un llamada a las autoridades a respetar y velar por los Derechos Humanos así como a garantizarles el debido proceso de todos los detenidos por este trágico acontecimiento.
La autoridad lo único que está haciendo es criminalizar un derecho de los ciudadanos, el derecho a la libertad de expresión y a la protesta pacífica; está convirtiendo una acción imprescindible en cualquier democracia, en un delito que se castiga con cárcel.
La historia es la de siempre: apresar inocentes para la tranquilidad de la sociedad, cumplir con cuotas, detener a chivos expiatorios, presentarlos en medios de comunicación como grandes enemigos de la sociedad. Esperemos que aunque todo apunte que así será, el gobierno de Peña Nieto no se caracterice por reprimir la pluralidad, la expresión y el disentimiento.
La historia es la de siempre, pero los mexicanos hemos cambiado; a las nuevas autoridades (tanto a nivel federal como del Distrito Federal) les digo que ya no somos una sociedad en la que nos puedan callar, que nos intimiden por medio del uso del poder que nosotros les otorgamos por medio del voto. Ahora tenemos nuestros propios medios de comunicación que nos permiten informarnos, organizarnos, reclamar pacíficamente y luchar por nuestros derechos.
¡Si uno de nosotros está preso, todos lo estamos! #TodosSomosPresos Son los lemas con que la sociedad (artistas, directores de cine, y ciudadanos en general) ha luchado contra esta injustica. NO dejemos que la autoridad con la que cuenta el gobierno gracias a nuestro voto, acalle nuestra conciencias y nuestra libertad de pensamiento.