¿Y si AMLO no gana?

25/06/2012 - 12:01 am

Domingo primero de julio, 6 de la tarde. La autoridad electoral, en boca del presidente del IFE, Leonardo Valdés, declara que la jornada se está desarrollando (todavía falta que cierren las casillas de algunos estados del noroeste) en completa calma, sin incidentes mayores que reportar. La afluencia de votantes estará en torno a un sesenta y cinco por ciento.

8 de la noche. Las encuestas de salida que dan a conocer los medios de comunicación declaran que Andrés Manuel López Obrador quedó en segundo lugar. Según estas mediciones, los candidatos oscilan dentro de las siguientes bandas: Peña Nieto, entre 40 y 45 por ciento de los votos, AMLO 27-32%, Josefina Vázquez Mota entre 24 y 29.

A esa misma hora comienzan a fluir los resultados del PREP (Programa de Resultados Electorales Preliminares). Apenas un puñado de casillas. Confirman los datos anteriores: Peña Nieto 42%, AMLO 29, Josefina 25, Quadri 3 y uno por ciento de votos nulos.

Este resultado, si bien es muy parecido al que pronosticaron las encuestas a lo largo de la campaña, causa sorpresa entre los seguidores de López Obrador y entre buena parte de la sociedad mexicana. Desde el equipo del candidato empiezan a hacer declaraciones de que hubo fraude. Hablan de manipulación cibernética, de fraude “a la antigüita”, de compra de votos, acarreo, etcétera. Con el paso de las horas este tipo de expresiones van a arreciar.

11:45 de la noche. Como estaba acordado, aparece una vez más el presidente del IFE, esta vez para dar a conocer los resultados del conteo rápido que llevó a cabo la propia autoridad electoral. Es un recuento de poco más de 7,500 casillas a nivel nacional. Peña Nieto 39 por ciento, AMLO 27, JVM 26, Quadri 3. Los votos nulos alcanzan el cinco por ciento de la votación. A estas alturas de la noche, el PREP ya muestra un avance del 45 por ciento de las casillas, con cifras muy similares.

Después de este anuncio, los eventos se precipitan. Inmediatamente sale el presidente Calderón, en cadena nacional; sostiene que la jornada electoral ha sido un rotundo éxito, que los mexicanos votaron en libertad y decidieron claramente quién será su Presidente en los próximos seis años. En la sede de su partido, el candidato priísta se proclama ganador indiscutible con una amplia ventaja. Afirma que también contará con mayoría en el Congreso, aunque los datos no reflejan esta última aseveración.

Al filo de la media noche, por fin, aparece López Obrador. Se le nota con el gesto trabado. Tiene la mandíbula apretada y cara de enfado.

A pesar de las declaraciones hechas por miembros de su equipo de campaña, dice que la decisión electoral no le favorece. Reconoce al ganador, aunque afirma que durante el proceso y la campaña hubo irregularidades. Impugnará ante el tribunal electoral, entre otras cosas, el gasto desmesurado del vencedor. Ahora toca abrir un periodo de reflexión, para ver cuál será su futuro y el de su movimiento, dice.

Segundo escenario: sus declaraciones recuerdan las de seis años atrás: “el fraude fue generalizado”, tanto ese día como durante la campaña. La intromisión de las televisoras y de los poderes facticos fue descarada; “la mafia”, una vez más, quiere robarle la elección, sostiene. No lo va a permitir. Anuncia movilizaciones e irá hasta donde sea necesario para que se reconozca su triunfo. 2006 reeditado.

Lunes 2 de julio, 8 de la noche. Después de 24 horas de funcionamiento, cierra el PREP. Se capturaron los resultados del 99.2 por ciento de las casillas. Las cosas cambian muy poco. EPN 40.5 por ciento, AMLO 27.5, Josefina 25.5.

¿Y luego, qué sigue?

 

Twitter: @jose_carbonell

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