Ninguna bebida del continente americano, a excepción del Ron, tiene presencia mundial como el Tequila. El Tequila es un destilado de agave y, por lo tanto, es un mezcal. Actualmente, se ha iniciado un proceso acelerado de valorización también de los mezcales artesanales, tanto en el mercado nacional como en el internacional. La diversidad es enorme y, por lo tanto, su potencial de desarrollo también lo es. Existen 39 especies de agave utilizadas para la producción de mezcales en el país y estos destilados se producen en 26 estados de la república. El tequila es solamente uno de estos mezcales.
El mezcal es, sin duda, la bebida con la mayor diversidad biológica en el mundo. Se han elaborado denominaciones de origen para el Tequila, el Mezcal y el Bacanora. De las 39 especies de agave con las que se elaboran destilados 34 especies no están en la Denominación de Origen Mezcal (DOM), esto ha significado que 19 estados de la república hayan sido excluidos de esta denominación, sin ninguna explicación y en contra de toda base científica para establecer los indicadores geográficos que se requieren para las denominaciones de origen. Esto ha sido señalado por el propio Dr. José Sarukhán que preside la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO) que ha desarrollado un mapa del territorio mexicano identificando la gran diversidad de agaves que hay en el país, la mayor del mundo. Debe señalarse que la CONABIO nunca fue consultada para elaborar la DOM.
Detrás de cada uno de las variedades mezcaleras de agave y de los estados de la república excluidos de la DOM hay maestros mezcaleros y una centenaria cultura de producción y consumo de estas variedades que debe conservarse y que tiene un potencial enorme para el mercado nacional e internacional, como ya se está demostrando y lo advierten los propios comercializadores en los Estados Unidos, donde se consumen más destilados de agave que en México. El primer golpe que recibieron los productores de mezcal fue con la DOM que dejo a muchos de ellos sin la posibilidad de llamar mezcal al producto que han elaborado por siglos bajo ese nombre.
La exclusión que se inicia con la DOM en 1994 se pretende agudizar ahora con una Norma Oficial Mexicana (NOM 186), detrás de la cual se encuentran las grandes empresas tequileras que ven una amenaza en la competencia y el valor que los catadores, consumidores, restaurantes y bares le están dando a los mezcales elaborados bajo técnicas más artesanales frente a los tequilas que han perdido calidad al procesarse industrialmente.
Las grandes empresas tequileras, en manos actualmente de compañías extranjeras, iniciaron esta estrategia contra los productores de mezcal que se encuentran fuera de la DOM a través del anteproyecto denominado “Declaratoria por la que se regula el uso de la marca agave en Tequila, Mezcal y Bacanora” que presentó el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial ante la Comisión Federal de Mejora Regulatoria. A través de este anteproyecto se buscaba convertir en marca el vocablo “Agave” para uso exclusivo de los productores de Tequila, Mezcal y Bacanora, dejando fuera del derecho de usar ese vocablo a los productores de mezcales que están fuera de las denominaciones de origen. Es decir, ya no sólo no podrían llamar mezcal a sus destilados de agave, sino que tampoco podrían decir que su producto es un destilado de Agave. La opción que se les ofrecía es que llamaran a su producto “destilado de agavácea”. La intención de marginalizarnos del mercado llegó hasta estos extremos. La Comisión Federal de Competencia (COFECO), declaró que esta propuesta representaba una ventaja exclusivas a favor de los productores de las DO que resultaría contraria al proceso de competencia y libre concurrencia en el mercado y presentó una resolución vinculante, la primera que presentada por COFECO en toda su historia. Esto significa que el rechazo de la COFECO sólo podría echarse para atrás por una resolución presidencial.
Sin embargo, a pesar que la iniciativa de los tequileros de volver marca el vocablo “Agave” fue rechazada, la propuesta de NOM 186 sigue en discusión y, establece, entre otras cosas: que los destilados de agave fuera de la DOM sean llamados destilados de agavácea, insiste en ese propósito; impide que estas bebidas puedan indicar al consumidor si están elaboradas 100% de agave; establece que los destilados que contengan altos contenidos alcohólicos (sería el caso de los 100% agave) sean llamados “aguardientes”, entre otras medidas encaminadas a estigmatizar a estas bebidas y sacarlas de la competencia en el mercado. Podemos imaginar a un consumidor que encuentra en el comercio la opción de adquirir una botella de Tequila y una botella de “Aguardiente de Agavácea”, ¿por cuál cree usted que se decidirá?
Lo que no sabe el consumidor es que el Tequila, si no dice 100% de agave es porque tiene hasta 49% de sus azúcares provenientes de la caña de azúcar, es decir, en la práctica está adulterado en un 50% del producto. Tampoco sabrá que el “Aguardiente de Agavacea” es 100% de Agave y que se trata de un producto de excelente calidad. Lo que sorprende es que tanto la propuesta de volver marca el vocablo “Agave” como el de la NOM 186 han sido presentadas por las grandes empresas tequileras con el objetivo de proteger al consumidor y proporcionarles información veraz.
La primera versión de la NOM 186 no ha sido aceptada y está en proceso de reelaboración. Los productores de mezcales fuera de la DOM, los expertos de la academia, los consumidores, los comercializadores de esta bebidas en México y fuera del país y diversas organizaciones no gubernamentales, nos estamos reuniendo esta semana en la ciudad de México para rechazar las propuestas de regulación de la industria tequilera y para apoyar una normatividad que sea incluyente, que fortalezca la diversidad y la tradición cultural mezcalera del país, que se dirija a impulsar la economía de las comunidades mezcaleras que se encuentran en regiones pobres con altos índices de migración, que ofrezca al mercado nacional e internacional un producto de muy alta calidad con información veraz a los consumidores. Veremos cuál es el compromiso de las autoridades con las que nos reuniremos en estos días.