El PAN, como perros y gatos

20/03/2012 - 12:00 am

El Partido Acción Nacional (PAN) se ufanaba de ser el de la mayor institucionalidad interna, pero Felipe Calderón lo transformó en el más conflictivo del sistema de partidos, sobre todo por “cochineros” como el de este domingo en el Distrito Federal y otras conductas que violentan los derechos de los propios panistas.
Los juicios que los militantes de los tres principales partidos han promovido ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), acumulados en el sexenio de Calderón, son elocuentes: Mientras que los priístas promovieron 700, los del PRD duplicaron la cifra con mil 591, pero los panistas sumaron 40 mil 147.
Sí, 40 mil 147 juicios iniciados por panistas contra decisiones de las diversas instancias de su partido, desde afiliaciones hasta defraudación electoral consentida por la cúpula, tal como ocurrió este domingo en la capital del país, más las 47 impugnaciones que están en curso por la elección de senadores y diputados hace un mes.
Estas cifras, que son del 1 de noviembre de 2006 al 8 marzo de este año, demuestran una conflictiva interna que no se explica sólo por la “tradición” legalista del PAN, que se ha desvanecido como otras –incluyendo la de honestidad–, sino por una disputa por el poder sin referentes éticos.
¿Hay responsables de esta priización o perredización del PAN? Por supuesto: El principal es Felipe Calderón, quien desde que usurpó el cargo que ostenta ha violentado reglas para imponerse como el caudillo de su partido, como lo prueban las imposiciones de Germán Martínez Cázares y César Nava como presidentes.
De hecho, uno de los argumentos de Martínez para presidir el PAN, en 2007, fue que Espino, entonces presidente, alentaba los conflictos, porque en los primeros nueve meses de gobierno de Calderón –de diciembre de 2006 a septiembre de 2007– se habían promovido ante el TEPJF un total de 884 juicios, mientras que los perredistas sólo habían presentado 206 y los priístas 96.
“Somos el partido con más conflictos en el Tribunal Electoral. ¡Y esto se tiene que acabar!”, exclamó en el registro de su candidatura única, en el que acusó al CEN de provocarlos. “No podemos aspirar a seguir gobernando el país cuando dejamos de gobernarnos a nosotros mismos”.
Sin embargo, en la gestión de Martínez, que dejó inconclusa ante la debacle de 2009 –cuyo periodo completó Nava–, fue cuando se dispararon los conflictos y la violación a los derechos de los militantes del PAN: Acumularon más de 10 mil juicios ante el TEPJF en el periodo 2007-2010.
Pero con Gustavo Madero, quien asumió la presidencia del PAN en diciembre de ese año, la tendencia a la alza siguió y se disparó: Sólo durante su primer año de gestión, de enero a diciembre de 2011, los juicios por violación de derechos sumaron 26 mil 375, mientras que el PRI registró sólo 191 y el PRD 120.
Desde el 1 de noviembre de 2006 y hasta el 8 de marzo, el PAN acumulaba entonces 40 mil 147 juicios de protección de derechos políticos y electorales promovidos por sus militantes, y lo más seguro es que este número aumente sobre todo porque la cúpula panista está siendo omisa de la práctica ya generalizada de conductas antidemocráticas y francamente delincuenciales en los procesos internos.
En muchos casos los conflictos terminan en el TEPJF, que es la última instancia, pero en otros se traducen en renuncias como la más reciente de la diputada local Lía Limón, quien definió como “cuadrilla de cuatreros” a quienes la derrotaron y a los que hay que llamar como lo que son: criminales.

Apuntes

Es probable que la renuncia al PAN de Lía Limón –hija de Miguel Limón Rojas, ex secretario de Educación Pública con Ernesto Zedillo y ex esposa del ex consejero del IFE, Luis Carlos Ugalde– ayude a que el amplio sector de la opinocracia capitalina entienda que el PAN no utiliza prácticas de defraudación electoral recientemente, como todavía hay quienes por ignorancia o pereza lo difunden, sino que es ya parte de sus usos y costumbres. Y ya se sabe que quienes practican la defraudación electoral en procesos internos, en especial en el PAN, lo hacen en las elecciones constitucionales... El PAN es hoy todo lo que antes combatió. Está podrido.

Álvaro Delgado Gómez
Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.
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