En México parece imposible saber la verdad, parece imposible aprehenderla. Ante la guerra sucia del pasado prevalecen las incógnitas del presente; ante los abusos de ayer persisten las preguntas de hoy. Pasa el tiempo y el esclarecimiento se convierte en una demanda de hombres viejos, en una colección de hojas marchitas, en una amnesia obligada. Hoy, ante la muerte de Miguel Nazar Haro, responsable de asesinatos, desapariciones y torturas, México se enfrenta a la posibilidad real de la amnesia obligada.
Por Denise Dresser