Al Estado mexicano le urge recobrar credibilidad para avanzar: analista de Universidad de Texas

30/12/2015 - 12:03 am

Guadalupe Correa Cabrera, profesora asociada del Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas en Brownsville, señaló como los principales problemas del peñismo la corrupción, la falta de credibilidad en las instituciones y los errores en la comunicación.

Foto: Especial, SinEmbargo
Guadalupe Correa consideró que México necesita recuperar la credibilidad en sus instituciones. Foto: Especial, SinEmbargo

Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– La poca credibilidad en las instituciones mexicanas y la falta de confianza que generan entre la sociedad ponen nuevamente a México en una situación complicada, en la que la estrategia de comunicación del Presidente Enrique Peña Nieto jugará un papel fundamental consideró Guadalupe Correa Cabrera, profesor asociado del Departamento de Gobierno de la Universidad de Texas en Brownsville.

Hasta ahora, indicó, la sensación es que no se está resolviendo ningún problema porque se han quedado pendientes muchos temas tanto en el desarrollo del marco institucional, como en el Estado de Derecho, la transparencia y la seguridad.

“Si bien la estrategia de comunicación del Presidente no ha sido un tema central, es un tema muy complicado; el hecho de que en Michoacán no se haya resuelto el problema de grupos armados y el tema de grupos criminales ligados a autodefensa, no lo tenemos claro, se dice que cuando llega la nueva administración quiere limpiar todo, pero tampoco se comunica”, señaló la académica, experta en temas sobre México.

Consideró que los huecos en la comunicación hacen que sea aún más preocupante la situación en Michoacán, Guerrero y Tamaulipas, principalmente en este último, del que públicamente no se habla ni se escucha mucho, pero que a través de redes sociales los ciudadanos dan a conocer que se siguen registrando enfrentamientos entre “civiles armados” –como los llama el Gobierno del estado- y cuerpos policiacos.

Otros tres temas en los que analizó que la comunicación no fue la adecuada fueron la fuga del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, del Penal de Alta Seguridad del Altiplano, el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como todo lo relacionado con los temas de corrupción y conflicto de interés que empezaron a surgir desde finales de 2014.

“La cuestión de ‘El Chapo’ me preocupa bastante porque pone en entredicho lo que es el sistema penitenciario en México. Refleja la debilidad institucional y los problemas del sistema penitenciario que es el último eslabón de la estrategia de justicia: si no tenemos una policía que funcione, que investigue, los juicios orales no operarán de una manera homologada en todo el país, hay lugares en los que todavía no se sabe en qué consiste el nuevo sistema de justicia penal y eso es un gravísimo error de la manera en la que se aterriza la comunicación desde el Presidente”, señaló Correa Cabrera.

Estimó que si de entrada es “gravísimo” que se fugue el narcotraficante más peligroso del mundo, es aún es más grave que el Gobierno no pueda explicar con claridad cómo es que se fugó y que a casi medio año.

LAS PIEDRAS EN EL ZAPATO DE PEÑA

Incluso, esta semana, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció en entrevista con Radio Fórmula que la fuga del capo y el tema Ayotzinapa habían sido las dos peores crisis del peñismo.

“De tres años me iría al primero y al tercero. El primero por concretar acuerdos con las diferentes fuerzas políticas que no fue nada fácil, y el tercero que pasa por el tema de Ayotzinapa, la fuga de El Chapo”, dijo el funcionario.

Sin embargo, en el tema de la desaparición de los normalistas, afirmó que la responsabilidad directa recae sobre las autoridades municipales.

“Nos tocó como gobierno, y el rebote dio al gobierno federal y tuvimos que entrarle, enfrentarlo, ir explicando que habían sido autoridades, pero autoridades del gobierno municipal, policías municipales”, recalcó.

Para Cabrera Correa, por más que a nivel internacional el Gobierno busque vender un país próspero, “tenemos un problema de seguridad que no se ha resuelto desde 2006, no ha habido una comunicación adecuada ni un reforzamiento o reconversión institucional, no ha habido este cambio que se necesita; el caso Ayotzinapa es producto de todas estas fallas, pero también un ejemplo más de la corrupción al más alto nivel”.

Recordó que México empezó el 2015 marcado por el tema de la corrupción, luego del escándalo que provocó la “casa blanca”, una residencia que compró la Primera Dama, Angélica Rivera Hurtado, en la exclusiva zona de las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, por un monto superior a los 7 millones de dólares.

“No tenemos ningún seguimiento en las investigaciones, pero sí tenemos problemas institucionales a todo lo largo de la cadena de justicia, y con funcionarios de más alto nivel, incluyendo el Presidente y su esposa”, expresó.

Otro tema, que a su juicio, es reflejo de la corrupción que impera en el país es la vinculación de altos funcionarios y ex funcionarios con el otorgamiento de contratos de energía e infraestructura.

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“En el tema de OHL –uno de los principales contratistas del Gobierno y en la que han trabajado o trabajan funcionarios y ex funcionarios- ha quedado todo abierto, es un ejemplo de la vinculación de funcionarios de alto nivel en casos de corrupción y esto es muy grave”, expresó.

Recordó que existen muchos cuestionamientos de empresas que se han beneficiado, por ejemplo, no se dio seguimiento a la vinculación del director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, con empresas de energía, así como su falta de capacidad para manejar a Pemex como una empresa competitiva, “los robos de gasolinas se siguen incrementado y ese es un tema que no se puede hacer a un lado; desde el último año de Vicente Fox, hay una investigación del Departamento de Justicia sobre los robos de gasolina y de gas condensando no sólo en ductos de Pemex sino a otras empresas trasnacionales”.

Sobre este tema, expresó, que lo único que se sabe es que el ilícito sigue aumentando –al primer semestre se había registrado un incremento de 51 por ciento en el robo de gasolinas- “y nos dice que debe haber alguna vinculación de carteles mexicanos en estas operaciones. Pemex está mal manejada y con un precio del petróleo tan bajo, ¿qué nos espera?”, cuestionó.

A manera de conclusión, señaló que durante sus primeros tres años de gobierno, la administración de Peña Nieto “ha estado nadando de muertito”, lo que lejos de sacara delante al país, lo tiene en un estancamiento económico y de parálisis institucional.

Sobre el tema de seguridad, expresó que no sólo se resuelve por la vía de la fuerza, estrategia que se ha venido siguiendo desde 2006, sino que se requiere una reconfiguración total de la estrategia y de las instituciones

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