Texas interpuso una demanda contra el Gobierno federal la semana pasada en torno a la destrucción del alambre de púas en Eagle Pass, donde miles de migrantes cruzaron a finales de septiembre.
McAllen, Texas, Estados Unidos, 30 de octubre (AP).- Una Jueza federal ordenó el lunes a agentes de la Patrulla Fronteriza que no interfieran con el alambre de púas que instaló Texas en un cruce de gran actividad migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México, determinando que sólo se puede cortar la barrera para brindar asistencia durante emergencias médicas.
La orden temporal de restricción que firmó la Jueza federal de distrito Alia Moses permite que los agentes federales corten el alambre de púas a fin de “brindar ayuda médica de emergencia” a migrantes, algunos de los cuales sufrieron cortes o quedaron enredados en el alambre después de cruzar el río Bravo, también conocido como Grande, en su intento por ingresar a Texas. Pero fuera de eso, Moses determinó que las barreras deben permanecer intactas por el momento, mientras el caso avanza por el sistema judicial.
Texas interpuso una demanda contra el Gobierno federal la semana pasada en torno a la destrucción del alambre de púas en Eagle Pass, donde miles de migrantes cruzaron a finales de septiembre y desbordaron los recursos federales de procesamiento y la ayuda humanitaria.
“Otra victoria para Texas y nuestra histórica misión fronteriza”, publicó el Gobernador Greg Abbott en X, la plataforma conocida anteriormente como Twitter.
Portavoces de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus iniciales en inglés) no han respondido de momento a los mensajes en busca de comentarios.
La orden de Moses únicamente menciona en específico el alambre de púas que se instaló en Eagle Pass. Miembros de la Guardia Nacional de Texas también lo han instalado en otros tramos de la frontera con una elevada cantidad de cruces, como Brownsville y El Paso.
El alambre de púas es parte de la extensa misión de seguridad fronteriza de Abbott conocida como Operación Estrella Solitaria, la cual busca disuadir a los migrantes de ingresar desde México y desviar a quienes crucen hacia los puertos de entrada. Migrantes de todas las edades, incluidos niños, han sufrido cortes y lesiones luego de entrar en contacto con el alambre de púas.
Abbott ha convertido a Eagle Pass en el epicentro de su misión fronteriza que ha rebasado los límites en materia migratoria. En los últimos dos años, Texas ha instalado barreras flotantes en aguas internacionales, arrasado con islas sin autorización federal y ha enviado a miles de migrantes en autobús hacia ciudades con gobiernos demócratas en distintos puntos de Estados Unidos.
Ahora busca otorgarle facultades a todos los cuerpos policiales de Texas para detener a migrantes y ordenarles que salgan del país en virtud de un proyecto de ley que los republicanos impulsan por la legislatura estatal.
Texas argumenta que el gobierno federal está “socavando” sus esfuerzos de seguridad fronteriza al cortar el alambre de púas. En su demanda, el estado destacó que miles de migrantes han entrado al país de forma ilegal por Eagle Pass.
La orden se mantendrá en vigor hasta el 13 de noviembre. Se programó una audiencia en el caso para la próxima semana.