En seis de las 145 sedes de la Universidad del Bienestar los alumnos han manifestado falta de maestros, planteles y convenios para servicio social o prácticas. Y luego de un retraso en las primeras generaciones, ya se están entregando los títulos profesionales. En el resto, las construcciones y clases avanzan.
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).– La Red Nacional Estudiantil de la Universidad del Bienestar “Benito Juárez” ha aglutinado en reuniones virtuales solicitudes de mejoras en seis de las 145 sedes universitarias, particularmente por la falta de maestros, construcción de planteles, convenios para servicio social o prácticas y abuso de autoridad, lo que ha derivado en algunas protestas en Palacio Nacional, Yucatán o Guerrero e incluso un paro en Guanajuato por opacidad en el manejo de recursos y un cierre en Chiapas por inseguridad de la zona.
Las 145 sedes de las UBBJ, coordinadas por la maestra Raquel Sosa, tienen el objetivo de formar profesionales en las comunidades más marginadas y excluidas por el sistema educativo.
En el ciclo 2021-2 registra 37 mil 585 estudiantes –en su mayoría mujeres– en carreras como Ingeniería ambiental o agroforestal, Enfermería, Medicina, Derecho, Contabilidad, Patrimonio Histórico, Formación Docente, entre otras según la necesidad de la localidad. Tienen acceso a una beca mensual de 2 mil 450 pesos. Para 2023, el programa contará con un presupuesto federal por mil 476 millones de pesos, un aumento de 44 por ciento respecto a los mil 024 millones de pesos recibidos este 2022.
En la primera reunión virtual con más de 100 asistentes, el 16 de octubre de 2021, se habló sobre represión de coordinadores por formar consejos estudiantiles, acoso sexual, despidos de profesores, falta de equipo y cuestionamientos hacia los planes de estudio, modelo del Caleidoscopio y los métodos de titulación.
Sin embargo, Joan Ramírez, estudiante de Ingeniería en Gestión Integrada del Agua en la UBBJ sede Iztapalapa, y administrador de una de las páginas de la comunidad estudiantil, dijo que no todas las sedes tienen problemas, sino solo las que se han manifestado en Ticul (Yucatán), San Agustín Iturbide (Guanajuato), Venustiano Carranza (Chiapas), Tlalpan (CDMX), Río Blanco (Veracruz) y Tixtla (Guerrero), casos en los que, consideró, la coordinadora Raquel Sosa debería ser “más conciliadora” con sus peticiones.
“Del total de sedes que hay en el país, más de la mitad no tienen problemas y están trabajando bien. Las escuelas ya están dando los títulos, acabo de subir en la página [Memes UBBJ] el caso de un compañero [de Derecho] que ya le dieron su título y ya descargó su cédula”, aclaró. “Pero sí está muy mal lo que hace la maestra [Sosa], los regaña y no les pone la debida atención a los compañeros. En la página me cuentan que la comunidad estudiantil no está tan contenta con su gestión porque va a regañar en vez de explicar y apoyar, es solo que se coordine de mejor manera”.
En abril, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 75/2022 de reparación de daño por la falta de expedición oportuna de títulos profesionales a tres alumnos que desde diciembre de 2019 habían egresado de la carrera de Derecho en la sede de la Alcaldía Cuauhtémoc, incluyendo un adulto mayor, lo que violó su derecho al libre ejercicio de la profesión.
El retraso se generó por entradas en vigor de reglamentos escolares en 2020 y 2021, ya que los tres estudiantes ingresaron a la entonces EDPA en 2016, institución privada de educación superior con Reconocimiento de Validez oficial otorgada por la SEP, pero a partir del 30 de julio de 2019 la EDPA se convirtió formalmente en la Sede Cuauhtémoc de las UBBJ.
Pero este septiembre y octubre se graduaron las primeras generaciones de las UBBJ de Campeche, Tabasco, Yucatán, Estado de México, CDMX, a quienes ya les entregaron sus títulos. “Era un sueño que tenía desde hace muchos años, lo había intentado muchas veces y desafortunadamente no se me había dado”, dijo Manuel Cuevas, un orgulloso egresado de Ingeniería en Agricultura en la sede de Calkiní.
ESTUDIANTES SIN PLANTEL
La coordinadora general de Universidades del Bienestar “Benito Juárez”, Raquel Sosa, reconoció en una entrevista con La Jornada que 107 sedes de las UBBJ cuentan con instalaciones propias, pero 30 más se encuentran en fase de construcción como la de Tixtla, Guerrero; la de Tlalpan, al sur de la Ciudad de México; o la Río Blanco en Veracruz.
No hubo respuesta ante la petición de SinEmbargo de una entrevista.
La falta de maestros en algunas carreras se deriva en que “no hay quienes quieran ir hasta la sierra a dar clases”, comentó Joan Ramírez, estudiante de la UBBJ sede Iztapalapa.
El viernes 21 de octubre, durante una gira del Presidente Andrés Manuel López Obrador en Chilapa, Guerrero, estudiantes del plantel de Tixtla de la carrera de Enfermería se manifestaron para exigir una “sede digna”, ya que llevan tres años en espera de un plantel.
“Hemos tenido que pagar para rentar un cuarto donde nos den clases y a veces, de seis materias, solo hemos tomado cuatro porque no había maestros”, dijo una de las estudiantes.
El coordinador de la sede Abel Hernández les informó que se construirá en un terreno conocido como “Ojitos de Agua”, sitio que rechazan por carecer de servicio de agua potable y ubicarse lejos del centro de la comunidad. Esta semana se reunieron para dialogar con la coordinadora general Raquel Sosa.
Por su parte, un grupo de estudiantes de la Escuela de Medicina integral y Salud comunitaria de la UBBJ en Tlalpan marchó afuera de Palacio Nacional el jueves 13 de octubre por la falta de una plantilla docente completa y un plantel definitivo para clases presenciales y prácticas en laboratorio, ya que la última sede sufrió daños estructurales por el sismo de septiembre.
“La matrícula de nuestra escuela se hizo mucho más grande [en ciclo 2021-2 hay 619], lo cual nos parece excelente. Estamos solicitando que nos asignen presupuesto para una sede de mayor tamaño, donde podamos tomar clases de manera adecuada”, dijo en el megáfono una estudiante de Medicina que expresó que actualmente están tomando clases en línea.
Asimismo, los alumnos de Ingeniería en Energías Renovables de la sede Río Blanco, en Veracruz, llevan cuatro generaciones sin la construcción de su escuela. El único terreno factible es el campo “CIDOSA”, pero la comunidad se niega a donarlo por su pasado deportivo.
Si no se logra acordar la construcción del plantel en en ese lugar, se tendría que construir afueras de la ciudad “siendo peligroso para los alumnos, además del transporte que esto llevaría”, denunciaron en la Red Nacional Estudiantil de UBBJ.
OTRAS PROBLEMÁTICAS
En Guanajuato, la sede de San José Iturbide mostró desde la semana pasada una bandera rojinegra en la reja de la entrada. Los alumnos de la carrera de Medicina decidieron irse a paro para exigir la destitución del coordinador del plantel, Pedro Hernández Tenorio, a quien acusan de generar un ambiente de acoso a los estudiantes y docentes.
Los alumnos y padres de familia señalan hostigamiento, opacidad en el manejo de los recursos, falta de materiales para las prácticas y nula respuesta a sus oficios. “Algunos docentes optaron ya por renunciar porque las actitudes que se han tenido por parte del coordinador no han sido de manera adecuada”, dijo un universitario a la prensa local.
Dentro de su pliego petitorio resalta la exigencia de una auditoría sobre los ingresos y egresos que ha tenido la sede San José Iturbide de los ejercicios 2020, 2021 y 2022.
Además, en el municipio Venustiano Carranza, Chiapas, se decidió cerrar la sede a inicios de este mes por inseguridad. A través de la Red Nacional Estudiantil, los alumnos de Medicina Integral expresaron estar “hartos” de las múltiples interrupciones de las clases presenciales, las cuales consideran esenciales para su formación como médicos.
“Los alumnos nos declaramos en contra de regresar a dicha sede, priorizando así nuestra seguridad y nuestra formación académica”, comunicaron adjuntando los resultados de una encuesta interna donde el 62 por ciento rechazó seguir tomando clases en la localidad.
La Universidad para el Bienestar “Benito Juárez García” sede Venustiano Carranza comenzó su primer ciclo el 20 de mayo de 2019 con 120 alumnos, luego del curso de inducción en el Auditorio municipal a falta entonces de instalaciones. En el ciclo 2021-2 estaban 835 inscritos.
En los últimos días de los cursos de inducción, los alumnos salieron corriendo a camiones para huir de la cabecera municipal ante actos de violencia por parte de la llamada “Casa del pueblo” registrados en el centro de Venustiano Carranza.
El primer y segundo semestre les prestaron instalaciones en la escuela primaria “Cuauhtémoc” del municipio Venustiano Carranza, pero comenzó el confinamiento por la COVID-19. Cuando se pudo regresar a clases presenciales, acudieron a otra escuela primaria hasta ser interrumpidos de nuevo por conflictos sociales de los comuneros, quienes cerraron todos los accesos al municipio, incluyendo la carretera La Angostura-Comitán, en el tramo correspondiente al Hospital Rural del IMSS. Tuvieron que culminar en línea los últimos meses del semestre.
Finalmente, aún la comunidad en conflicto, los alumnos accedieron al plantel construido en el municipio con seis aulas, auditorio y oficinas. Pero el 26 de septiembre el personal administrativo de la Universidad les notificó que se suspendían clases hasta nuevo aviso. Sin embargo, no se llegó a arreglos con el grupo social y se ordenó a los alumnos que “regresáramos a nuestros lugares de origen mientras se evalúa el cambio de sede y a dónde sería”.
También a inicios de octubre, el miércoles 5, un grupo de alumnos de Medicina de la sede Ticul, en Yucatán, marcharon por deficiencias en el número de maestros, en las prácticas, en el internado y en el término de construcción de las aulas.
“Queremos maestros y clases de verdad, estamos exigiendo educación de calidad”, gritaron a lo largo de la carretera Ticul-Chapab.