En la semana Wall Street sufrió unas ventas masivas este miércoles, cuando el aumento récord de casos de la COVID-19 en varios países europeos llevó a sus autoridades a decretar confinamientos, como es el caso de Francia y Alemania, generando un gran temor a que vuelvan a aplicarse restricciones de movilidad severas en Estados Unidos que interrumpan la recuperación económica.
El Dow perdió 6.47 por ciento, el S&P 500 un 5.64 y el Nasdaq un 5.51. En el mes fue cercano al 2 por ciento, su peor mes desde marzo y el segundo consecutivo de descensos tras septiembre.
Por Nora Quintanilla
Nueva York, 30 de octubre (EFE).- A cinco días de unas elecciones en las que el candidato demócrata Joe Biden gana en las encuestas al actual mandatario, Donald Trump, que se atribuye la buena marcha de Wall Street los últimos cuatro años, los mercados parecen más preocupados por la segunda ola de la COVID-19 que por el ganador en las urnas, según analistas y expertos.
“Los mercados financieros están mucho más asustados de la pandemia que de las elecciones presidenciales. Independientemente del resultado de los comicios, hay argumentos sólidos a favor de cualquiera de los dos candidatos”, dijo a Efe el analista sénior de mercados Edward Moya, de la firma Oanda.
Wall Street cerró con pérdidas este viernes y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, bajó un 0.59 por ciento para despedir el peor mes del mercado desde marzo, cuando comenzó la crisis de la COVID-19, precisamente por la llegada de una segunda ola a Europa y EE.UU. que ha provocado ventas masivas esta semana.
Al término de la sesión en la Bolsa de Nueva York, el Dow recortó 157.51 puntos y se situó en 26 mil 501.60 enteros, lastrado por grandes cotizadas como Apple (-5.60), Boeing (-2.64), Nike (-2.21) o Salesforce (1.94).
El selectivo S&P 500 descendió un 1.21 por ciento o 40.15 puntos, hasta 3 mil 269.96 unidades; y el índice compuesto Nasdaq, que aglutina a las principales empresas tecnológicas, cayó un notable 2.45 por ciento o 274 puntos, hasta 10 mil 911.59 unidades.
Por sectores, el más perjudicado fue el de los bienes no esenciales (-3), seguido por el tecnológico (-2.44) y el de las comunicaciones (-0.99), mientras que sólo terminaron en verde el financiero (0.27) y el energético (0.19).
El parqué neoyorquino ha pasado una semana muy volátil, marcada por el aumento récord de casos de coronavirus en todo el mundo y la reimposición de restricciones en Francia y Alemania, lo que ha reavivado el temor a que la segunda ola de la pandemia interrumpa la recuperación económica.
En las últimas cinco jornadas, el Dow ha perdido un 6.47 por ciento, el S&P 500 un 5.64 y el Nasdaq un 5.51, y en el conjunto del octubre los indicadores han recortado en torno al 2 por ciento, su peor mes desde marzo y el segundo consecutivo de descensos tras septiembre, que puso fin al “rally” veraniego de Wall Street.
En buena parte, la decisión sobre cómo reaccionará EU a esta nueva ola que venían anticipando desde hace meses los científicos y que afecta más duramente a los estados del medio oeste, está vinculada al resultado de las elecciones presidenciales del próximo martes, y por eso los mercados ya están operando con nerviosismo.
El veterano analista Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research, señaló en una nota que el parón de actividad de marzo y abril podría repetirse a nivel nacional “si Joe Biden es el siguiente presidente y sus expertos médicos le dicen que cierre”, mientras que “es menos probable si Donald Trump es reelegido, ya que principalmente ignora a los expertos”.
¿QUÉ IMPLICACIONES TIENEN TRUMP Y BIDEN?
“Pensamos que un Trump o un Biden ganador, combinado con un Congreso dividido, tendría pocos resultados en cuanto a grandes cambios de política económica, aparte, quizás, de un paquete legislativo contra la COVID-19 más limitado”, explicaron en un informe los analistas de Wells Fargo, que tienen una perspectiva diferente si hay una “marea azul” y los demócratas arrasan.
En ese sentido, señalan que si Biden y los legisladores demócratas “barren” en las urnas es más probable un cambio en la política fiscal porque llegaría “el fin del discurso obstruccionista en el Senado”, dando paso a unos mayores impuestos a los ricos y las empresas, así como nuevas iniciativas de gasto en sanidad pública, energías limpias o infraestructuras.
“Los demócratas podrían ser más generosos con el estímulo fiscal que los republicanos y eso significa un crecimiento económico más fuerte, al menos el año que viene. Esto, no obstante, sería inflacionario y llevaría potencialmente a tasas de interés más altas a largo plazo, algo que puede no agradar al mercado”, explicó en una nota Mike Wilson, el jefe de inversiones de Morgan Stanley.
Para el analista Moya, la reelección de Trump “sería una gran sorpresa e implicaría que los recortes de impuestos no desaparecerán pronto, que los temores por la regulación se aliviarán y que habrá algo de gasto en infraestructura”, mientras que en el caso de Biden coincidió en que influirá si los demócratas también se hacen con una mayoría en el Senado o no.
“Los mercados financieros quieren unos resultados con puntualidad tanto en la presidencia como el Senado. Es más fácil contar con lo que haría para la economía una ‘marea azul’ que adivinar lo que podría hacer un presidente Trump reelegido con un Congreso bloqueado”, agregó, sin descartar otra caída bursátil si el control del Senado no se determina con claridad.
BIDEN, EL CANDIDATO DE WALL STREET
Biden ha recaudado hasta ahora más fondos del sector financiero para su campaña que Trump: casi 77 millones, frente a los casi 33 millones del actual mandatario, mientras que el sector dedicado a la bolsa y las inversiones ha donado 74 millones a Biden frente a los 18 para Trump, de acuerdo al Center for Responsive Politics (CRP).
Entre las figuras de Wall Street que han respaldado al candidato demócrata en su campaña hay líderes de grandes firmas como Blackstone, JPMorgan Chase, The Carlyle Group o Kohlberg Kravis Roberts, según reportó el canal CNBC, a la vez que Trump ha perdido grandes donantes del mundo financiero, como los empresarios Ronald Lauder o Peter Thiel.
“Muchos líderes están cansados de la imprevisibilidad del presidente Trump y el camino de desglobalización que ha tomado la economía. Las guerras comerciales de Trump han sido terribles para las multinacionales y pobres para las previsiones económicas globales. Una presidencia de Biden supondría potenciar las relaciones con Europa”, sostuvo Moya.
En total, a cinco días de las elecciones la recaudación de Biden se aproxima a los mil millones de dólares frente a los casi 600 millones de Trump, según CRP, una organización no adscrita a ningún partido.