Rosario Piedra, candidata a la presidencia de la CNDH, señaló que hasta ahora la Comisión ha sido una institución nula e ineficaz. “Fue una instancia más de simulación para creer que en nuestro país se respetaban los derechos humanos”, dijo.
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo).- La activista Rosario Piedra Ibarra, candidata a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), aseguró que de llegar a la titularidad garantizará la autonomía del organismo y que no se someterá frente a ningún poder.
“Obviamente esta no es una tarea de una sola persona, debe haber un equipo de hombres y mujeres comprometidos con la justicia y con no ser sumisos a ningún poder, sino el tener esa congruencia, valentía, porque se requiere de valentía, porque uno no está para cuidar un cargo, sino para cuidar que la justicia, tan anhelada, algún día se llegue con todo el pueblo”, señaló Piedra Ibarra, hija de la reconocida activista y fundadora del Comité Eureka, en entrevista con SinEmbargo.
Piedra Ibarra dijo que hasta ahora la Comisión ha sido una institución nula e ineficaz. “Fue una instancia más de simulación para creer que en nuestro país se respetaban los derechos humanos, era para engañar a la población”.
Además, destacó de ser favorecida con la mayoría de los votos, hará un cambio de fondo en el organismo. Empezará con la revisión de sus reglamentos, “las leyes que rigen actualmente a la CNDH, ver qué limitaciones tienen para que realmente que esta instancia pueda llegar a esa autonomía”.
“Yo creo que hasta debe de tener otro nombre, para que las personas sepan que no es lo mismo, que no sólo es un cambio de nombre, sino un cambio conceptual, de acción, que se convierta esa Comisión que vaya siempre de mano de las víctimas”.
Las Comisiones de Justicia y de Derechos Humanos del Senado de la República eligieron este martes a una terna de candidatos para ocupar la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que el próximo titular desempeñará por un periodo de cinco años.
José de Jesús Orozco, Arturo Peimbert y María del Rosario Piedra Ibarra, son las personas que integran la terna.
Piedra Ibarra, a quien se le identifica con el partido Movimiento Regeneración Nacional, insistió en que podrá garantizar la autonomía y un trabajo de lado de las víctimas, sin anteponer afinidades partidistas.
“Sí lo puedo garantizar porque primero está mi conciencia, mis principios, el imperativo ético de defender la justicia, y no las afinidades partidistas o de amistad, de compadrazgo”, señaló.
La candidata agregó que ella aspira a este cargo desde su condición de víctima y desde el lado del pueblo, como “ciudadana común y corriente, pero que, a la vez, desafortunadamente me ha tocado saber lo que es la impunidad, la represión y la simulación”
En relación a los señalamientos de sociedad civil y críticas que se levantado el proceso de designación y la terna elegida por el Senado, la candidata Ibarra consideró que el trabajo de designación ha sido igual para todos los aspirantes. “Las comisiones que eligieron la terna, todos fuimos escuchados, tuvimos piso parejo para todos y eso es algo que habla bien”, comentó.
La elección de la terna se dio en medio de críticas al proceso. El Senador Emilio Álvarez Icaza critico que la terna no “cumple con los indicadores acordados por las comisiones unidas de DDHH y de Justicia, y el propio pleno del Senado”.
Algunos otros nombres que se han propuesto para conformar la terna pero siguen en cuestionamiento son: la panista Kenia López Rabadán, Michael Chamberlin y Rosy Laura Castellanos del Consejo Consultivo de la CNDH, así como Ricardo Bucio Mújica, actual Secretario Ejecutivo del Sipinna.
El dictamen con la terna de candidatos para encabezar la CNDH recibió 7 votos a favor, cuatro en contra y una abstención.
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–¿Qué la motivo a lanzarse como aspirante a la presidencia de la CNDH?
–Me motivó que he padecido la represión del Estado mexicano por más de 40 años, no sólo yo sino muchas compañeras, familiares, madres y esposas hijos, hermanos, todas las familias que hemos sufrido la desaparición forzada de algún familiar, y esto es algo que lamentablemente no es cosa del pasado, sino que, increíblemente, contra todo pronóstico de nosotros, es una práctica que se continuó repitiendo de una manera más alarmante en los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. La injusticia que hemos estado buscando no ha sido encontrada, no hemos tenido esa respuesta tan anhelada, y la CNDH que, en teoría debería de ser una instancia dedicada a acompañarnos a las víctimas a defenderlas a encausarlas para encontrar justicia, no lo ha hecho y eso es algo que me motivó y que creo que lo puedo hacer por esa convicción que tengo y que no puedo traicionar a mi consciencia.
No puedo traicionar a mis compañeros de lucha, a todo el pueblo de México, porque yo creo que cada ciudadano, en alguna forma han sido violentado sus derechos, sobre todo los de las clases más pobres, donde esa condición de pobreza exacerba.
–Su cercanía al partido que actualmente está en el poder y al Ejecutivo, ¿cómo va a garantizar una autonomía?
–Sí lo puedo garantizar [la autonomía] porque primero está mi conciencia, mis principios, el imperativo ético de defender la justicia, y no las afinidades partidistas o de amistad, de compadrazgo. Nada de eso, yo creo que este país tiene que cambiar esa cultura y a veces es difícil cambiar las estructuras mentales de la población, precisamente, o de ciertas capaz de la población o de personas que no entienden lo que es tener esa convicción y que ese es un interés superior a cualquier otro.
Yo, como víctima que he sido, sería como traicionarme a mí misma, a mí conciencia y a las compañeras durante muchos años de lucha, y sobre todo traicionar a mi madre, que ella ha sido un ejemplo para mí, donde uno se da cuenta que ella ha tenido que sacrificar muchas cosas por defender una causa, la causa de la justicia contra la represión, contra la desaparición forzada y de muchos otros ciudadanos mexicanos y mexicanas que se acercaron a ella con esos reclamos de justicia, pero que lamentablemente estaba limitada en sus alcance, porque era muy difícil luchar contra todo un régimen, que entonces sí era hegemónico, yo creo que ahora no es hegemónico, precisamente porque hay el interés de que esto cambie, y antes sí existía esa cuestión, que a cualquier instancia que uno acudía pues no encontraba la justicia porque todo dependencia de un presidencialismo y yo creo que eso es lo que tenemos que cambiar, y si esto no sucede, para eso está la CNDH, para señalar con qué cosas no se está cumpliendo, y que están inscritas en nuestra Constitución, en el marco jurídico que nos regula a todos .
–¿Cuál es su proyecto y cuáles serían las primeras acciones de ser elegida?
–Yo creo que garantizar la autonomía
–¿Cómo?
–Revisando la estructura, los artículos, las leyes que rigen actualmente a la CNDH, ver qué limitaciones tienen para realmente que esta instancia pueda llegar a esa autonomía. Porque tenemos que revisar, si ya están garantizadas, en la misma regulación, ver si lo garantiza, y si ya lo garantiza quiere decir que quien estuvo no cumplió con ello, y si no lo garantiza, pues también significa que quien estuvo jamás le interesó cambiarlo, porque no quería esa autonomía, entonces eso es lo primero que tenemos que hacer.
Obviamente esta no es una tarea de una sola persona, debe haber un equipo de hombres y mujeres comprometidos con la justicia y con no ser sumisos a ningún poder, sino el tener esa congruencia, valentía, porque se requiere de valentía, porque uno no está para cuidar un cargo, sino para cuidar que la justicia, tan anhelada, algún día se llegue con todo el pueblo.
–¿Qué diagnostico da a la CNDH, cómo ha sido la actuación del organismo?
–Totalmente nula e ineficaz, puesto que vivimos, por supuesto no estoy descubriendo el agua hervida ni el hilo negro, vivimos una crisis humanitaria desde hace varias décadas, y sin embargo, ¿qué se ha hecho para que esto no siguiera ocurriendo y sobre todo para sancionar a las personas que han incurrido en delitos que son parte de las mismas instancias de cuidar y proteger al pueblo, o de ejercer justicia.
Desde ahí tenemos que señalar todas estas fallas y que esto no llegue a convertirse en algo que se perpetúen estas practicas, tenemos que hacer lo necesario para cambiarlas
–¿A qué lo atribuye?
–A que fue una instancia más de simulación para creer que en nuestro país, se respetaban los derechos humanos para engañar a la población. Me da pena decirle, pero creo que así fue porque la CNDH fue creada por Carlos Salinos de Gortari, en su sexenio la creó, y fue la respuesta que nos dio a los familiares del Comité Eureka para decirnos que se iba a resolver ese reclamo, de años, de los desaparecidos políticos, que nosotros íbamos a saber de ellos, que se iba a investigar, y pasaron muchos años y esto nunca sucedió.
Se convirtió en esta instancia burocrática donde pues entrevistaban, había los visitadores, había 50 mil pasos, pero burocráticos y no se llegó a concretizar nada.
Creemos que es lo que hay que denunciar, y que no vuelva a ocurrir con ella [CNDH] lo que ha ocurrido, y sino pues para qué la queremos, si esto no sirve pues hasta que desaparezca, pero yo creo que hasta debe de tener otro nombre, para que las personas, -que ya se han dado cuenta- sepan que no es lo mismo, que no solo es un cambio de nombre, sino un cambio conceptual, de acción, que se convierta esa Comisión que vaya siempre de mano de las víctimas.
Tendrá que haber un trabajo junto con las víctimas y no desde oficina. Se va a tener que, quien esté en esta comisión. Si yo llego a ser favorecida con ese voto, eso es lo que se va a tener que hacer: estar acorde con las víctimas. Se tiene que recorrer el país, los lugares donde exista una denuncia, conocer de viva voz lo que sucede con este pueblo nuestro tan violentado en todos los aspectos, porque yo estoy hablando desde mi experiencias desde familiar, que ha tenido una de las violaciones más graves, que es la desaparición forzada, que es un crimen de lesa humanidad, pero por muchas formas yo me entero de estas violaciones de otro tipo.
–¿Qué va a pasar con los funcionarios actuales y con esta reestructuración?
–Lo bueno tendrá que permanecer y lo que se tenga que cambiar se tendrá que cambiar. El hecho que se criminalice a una víctima, aunque fuera culpable esta víctima de algún delito, tiene derechos, y eso es lo que hay que hacer entender a la población, porque también la han vuelto en ese discurso de que, por ejemplo, lo que sucedió en el sexenio de Felipe Calderón, que fue una criminalización de las víctimas.
A todas esas personas, que a mi juicio fue desaparición forzada, y sin embargo, se les trató de cambiar de nombre y decirles “levantones”, y de decir que todos ellos pertenecían a la delincuencia organizada o que eran daños colaterales, como lo dijo el mismo Presidente [Calderón]. Y eso no puede ser. No puede ser que a costa de disque combatir a la delincuencia organizada se violenten los derechos de civiles, de personas que no tienen por qué padecer este tipo de situación o de incluso perder la vida.
–¿Ve usted voluntad política y compromiso del nuevo Gobierno con los derechos humanos?
–Yo creo que sí, pero precisamente lo que mencionaba hace rato, es muy difícil que de la noche a la mañana se desarticule todo un aparato que ha estado gobernando desde hace varios sexenios y eso es difícil desarticular. Y a lo que me refiero de que haya gente que no solo quiera cubrirse o taparse la espalda, sino es difícil romper estructuras por costumbres, de modos de trabajar, es difícil desprenderse de eso, y eso es algo que también le compete a la CNDH.
Yo quiero difundir lo que son los derechos humanos, educar a la población, pero realmente educarla. Incidir desde las primarias, todo lo que es la educación básica, y no se diga en las universidades, donde realmente todos los planes y programas de estudios se incorporen materias que hablen sobre los derechos humanos, pero no desde una cuestión teórica nada más, sino que sea práctico, para sensibilizar a la población de lo que se tiene que hacer.
También tenemos que incidir en los medios de comunicación, porque creo que eso es importantísimo. Que los medios de comunicación no tengan un doble discurso, donde se hace una capsulita de no al machismo, pero, sin embargo, en sus programas hay una violencia simbólica a las mujeres sigue permeando.
–¿Considera que las recomendaciones de la CNDH deberían de ser obligatorias o cómo hacer para que estas recomendaciones no parezcan “solo llamados “a misa” a las autoridades?
–Tiene que haber un mecanismo para que cuando esa denuncia sea verdadera, se tendrá que investigar bien que esa denuncia , pero que se escuche a la víctima imparcialmente y que se tenga esa estructura, que pueda hacer que esa recomendación realmente se acepte y si no se aceptan que pueda ver la forma de que la misma CNDH pueda acudir a Ministerios Públicos y pueda hacer una queja forma, que la CNDH tenga esa autoridad para que ese funcionario o instancia no quede en una mera recomendación, sino que sea acreedor a la sanción que amerita, ese servidor o instancia.
Se tiene que garantizar que la víctima sienta que, al acudir a una instancia de esta naturaleza, no solo va a ser escuchada, sino que va a contar con los mecanismos legales, jurídicos pertinentes para que esto realmente tenga un efecto satisfactoria, y no que sea una mera simulación y ese trabajo no lo queremos seguir manteniendo.
–¿Qué ofrece Rosario Piedra, además de su trabajo en Comité Eureka, a la CNDH y qué piensa de los demás aspirantes?
–Algunos de los aspirantes los conozco de nombre, sí he leído algo de ellos, no los conozco a profundidad, pero yo creo que este trabajo de la Comisión es un trabajo de todos, y dentro de esos aspirantes supongo que hay personas muy preparadas y de buenas intenciones, y qué quieran también cambiar esta comisión, pues yo creo que en caso de yo quedar, bienvenidos todos, el que quiera trabajar de deveras.
Esto tiene que ser un trabajo de todo un equipo y no solo de una persona, no solo acompañada de las víctimas, sino de expertos en las diferentes materias, porque se requiere de muchas profesiones que coadyuven para poder alcanzar la justicia.
–¿Qué piensa de las acciones tomadas por Gobierno en el tema de seguridad, con respecto a lo ocurrido recientemente en Culiacán?, ¿cómo la ve desde su perspectiva?
–Yo creo que eso es a lo que nos tenemos ir acostumbrando, a romper paradigmas y estructuras mentales donde siempre se ha optado por la violencia. La violencia no se combate con la violencia. Hay veces en que es necesario sí ejecutar acciones para lograr someter, detener a quien haya delinquido, pero cuando está de por medio la seguridad de terceros -tengo entendido y al menos eso es lo que yo he leído en los medios- la seguridad de terceros que no tienen nada que ver en ese conflicto lo que otros llamaban, en el otro sexenio llamaban “daños colaterales”, creo que eso se debe de evitar.
Eso que sucedía hasta hace muy poco, casos donde gente inocente perdía la vida, o era detenida injustamente, detenida antes de investigar, siendo torturada, incomunicada, sin derecho a tener un juicio, eso no debe de suceder.
–¿Cómo valuaría sus resultados, de llegar usted a la CNDH?
–Yo creo que la misma sociedad es la que va a evaluar, porque yo puedo decir muchas cosas muy bonitas, pero yo creo que va a ser la ciudadanía va a evaluar que realmente encuentre respuesta, y eso va a evaluar el desempeño.
–Ha habido señalamientos al proceso de designación, asociaciones han exigido piden una elección limpia y sin compadrazgos, ¿Cómo se ha sentido en este proceso de elección?
–Pues coincido que debe de ser transparente. Hasta ahorita estuve haciendo antesala, el día que me tocó comparecer, vi que todos los aspirantes se nos escucharon por las comisiones que eligieron la terna, todos fuimos escuchados, tuvimos piso parejo para todos y eso es algo que habla bien.
Yo espero que quien quede realmente sea autónomo y eso es algo que yo me exijo a mí misma. Por eso quiero tener gente –bienvenidos todos– pero sí quiero tener gente cercana, no que esté dentro de la Comisión, pero sí tener gente cercana que realmente sean mis amigos porque quien es amigo de alguien le va a decir las verdades y no le va a decir cosas que le endulcen el oído. Yo creo que es muy importante tener gente de mucha confianza y que te diga cuando no vamos por el camino, cuando se tiene que corregir algo, y que me haga ver mis fallas, porque yo creo que todos somos susceptibles a cometer errores, pero creo que siempre es bueno tener alguien cerca que nos los pueda señalar, esto es algo importante, y creo que eso es garantía de una autonomía.