Buenos Aires, 30 oct (EFE).- Greenpeace instaló hoy en el centro de Buenos Aires un gigantesco “teléfono rojo” para que los ciudadanos pidan simbólicamente a Moscú la liberación de 30 activistas detenidos por una protesta en el Ártico, entre los que se encuentran dos argentinos.
La iniciativa es parte de la “Jornada global de llamados” que desarrolla en 25 países hasta el jueves.
“Estamos convocando a gente de todo el mundo a que llamen a las embajadas rusas para pedirles que intervengan a favor de nuestros compañeros detenidos en Rusia”, explicó a Efe el vocero de Greenpeace en Argentina, Hernán Giardini.
La organización ambientalista invita telefonear a la embajada rusa en Buenos Aires donde, además, es posible comunicarse con la sede diplomática directamente desde el lugar donde se ha levantado este “teléfono rojo” gigante.
Giardini sostuvo que “la respuesta de la gente es muy grande”, ya que el tema en Argentina “es muy conocido por la presencia de Camilia (Speziale) y Hernán (Pérez Orsi), lo que hizo que sea un tema de discusión cotidiana entre la gente”.
La Justicia rusa dictó ayer las primeras acusaciones de gamberrismo contra cuatro de los 30 tripulantes del rompehielos “Arctic Sunrise” de Greenpeace, detenidos el 19 de septiembre en el puerto de Múrmansk por protestar contra la explotación del Ártico ruso.
La semana pasada, el Comité de Instrucción de Rusia (CIR) rebajó de “piratería” a “gamberrismo” los cargos contra los 28 activistas de Greenpeace, un cámara y un fotógrafo independientes, lo que implica asimismo una reducción de pena de 15 a 7 años.
Más de 1,7 millones de personas en el mundo han firmado una petición para que los activistas, que proceden de 17 países, sean liberados, documento que también está disponible en la página de internet de Greenpeace. EFE
