La alta aceptación ciudadana al Presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido representada en el “AMLITO”, un peluche basado en la caricatura que hizo en 2006 el monero Hernández, para quien esta figura representa el cariño que la gente le tiene. “Es como tenerlo cerca”, dijo una de sus simpatizantes.
Ciudad de México, 30 de septiembre (SinEmbargo).– La popularidad de Andrés Manuel López Obrador, hasta hoy Presidente de México, no sólo queda manifestada con los altos niveles de aprobación con los que cierra su sexenio, sino por la forma en la que sus simpatizantes han encontrado en el uso de su imagen una forma de promocionar los ideales políticos del fundador de Morena, el partido que ya ganó dos elecciones presidenciales en 10 años de existencia.
“Más que representar al político López Obrador, lo que él [el AMLITO] representa es el símbolo del cariño que la gente le tiene al Presidente, que es algo inédito también porque es un Presidente que los representa, un Presidente de una clase a la que pertenecemos la mayoría de los mexicanos y que representa a la mayoría de los mexicanos y no a las élites. La gente lo entiende así, y la gente lo quiere”, dijo en entrevista el Monero Hernández, creador del AMLITO, la figura caricaturizada de López Obrador que se popularizó en el marco del “fraude electoral” del 2006 y de la que ahora se venden peluches, muñecos parlantes, tazas, ropa e infinidad de artículos.
El monero dibujó la caricatura de López Obrador en una reunión en la que se discutían estrategias para contrarrestar la campaña sucia iniciada por el Partido Acción Nacional (PAN) y Felipe Calderón, en la que se describía a AMLO como “un peligro para México”. Bertha Maldonado, “La Chaneca”, publicista de la campaña de López Obrador, vio la caricatura del monero Hernández y, sin ningún cambio, avaló que se difundiera junto a la frase: “Sonríe, vamos a ganar”.
El monero Hernández recuerda que, por lo avanzada que estaba la campaña, fue hasta después de la elección denunciada por el obradorismo como fraudulenta que se popularizó la imagen del AMLlTO, inspirado en el estilo de la icónica Mafalda del caricaturista Trino.
“En el plantón de Reforma –donde por más de 40 días simpatizantes de López Obrador se congregaron para denunciar un fraude y mostrarle su apoyo– había varias tiendas, incluso actividades culturales, conciertos, mesas redondas. Nos invitaban a dar pláticas con la gente y hacían talleres para niños, fotocopiaban el AMLITO y los niños los coloreaban y pegaban en las tiendas, entonces veías muchas tiendas llenas de amlitos de colores. Pasa el sexenio de Calderón y en 2012, cuando vuelve a ser candidato [presidencial] López Obrador, viene un segundo aire del AMLITO. Por eso digo que lo importante es él, porque ha habido varios políticos que han tratado de tener su amlito”, recuerda Hernández.
Desde su creación, narra que políticos como Dante Delgado, actual dirigente de Movimiento Ciudadano (MC), así como perredistas y morenitas le han pedido una caricatura de ellos, pero los rechaza porque Hernández asegura que el éxito de la caricatura se basa en el personaje que los inspiró.
Previo a las elecciones de junio de este año, políticos de Morena como Marcelo Ebrard, próximo Secretario de Economía, o el legislador Ricardo Monreal difundieron peluches de su imagen, lo mismo hicieron la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, o la exalcaldesa de Cuauhtémoc Sandra Cuevas; todas y todos ellos sin siquiera rozar el éxito del AMLITO.
“Es algo que vamos a estar viendo porque es muy común que cuando algo funciona se quiera imitar con la idea de que se reproduzca ese éxito, en este caso, un éxito electoral. Pero es no entender las cosas, es creer que una imagen amable o simpática le va a dar a un político lo que no tiene, y es también subestimar a la gente. Los que sigan a ese político les gustará, lo tendrán y lo consumirán, pero la gran mayoría de la gente, si ese político no representa, no tiene prestigio, esa trayectoria de lucha social o de cosas importantes dentro de la política, sobre todo congruencia y una buena reputación, pues ningún muñequito te lo va a dar. Por eso digo que es irrepetible o si llega a suceder va a ser porque lo importante sea el personaje y no el muñequito”, insistió el Monero Hernández.
AMLOFEST EN MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Carmen, una seguidora de la trayectoria política de López Obrador desde que fue Jefe Gobierno del entonces Distrito Federal, abrazaba sonriente un peluche con el rostro del Presidente. Contó que quería uno desde hace tiempo y lo consiguió en el último AMLOfest, el festival que desde hace años organizan simpatizantes para mostrar su apoyo y que se realizó este domingo 29 de septiembre en el Monumento a la Revolución.
“Al tenerlo, de alguna manera sientes como una pertenencia, es tenerlo cerca. No es una obsesión, como mucha gente dice, sino que te hace sentir este empoderamiento que le ha dado a la gente, o sea, te hace sentir bien”, dijo.
Ella considera que la diferencia entre la aceptación del mandatario, el interés por tener una imagen suya, y otros expresidentes es que ellos “nunca se acercaron a la gente”.
“Escuchabas de presidentes y sabías que eran inalcanzables, y él siempre ha estado con la gente, y sobre todo por la más necesitada, yo creo que por eso”, afirmó.
PEJELANDIA
Además de quienes buscan un peluche o un objeto con la imagen de López Obrador para “tener un recuerdo del mejor Presidente”, como menciona Leticia Castillo, otra de las asistentes, también están quienes lo respaldan y han encontrado en la comercialización el sustento de sus familias, un ingreso extra, además de una forma de politizar a más personas.
Este es el caso de Armando Monter, fundador del Frente Obradorista, y de las familias que desde 2023 instalaron a un costado de Palacio Nacional, en el Zócalo capitalino, una carpa y mesas en donde venden artículos que ellos diseñan y elaboran con el rostro de López Obrador y más recientemente también de la morenista Claudia Sheinbaum, la presidenta electa. El lugar se llama “Pejelandia”, en referencia a “Peje”, el apodo que opositores dieron al político por un pez típico de Tabasco, el pejelagarto.
Monter fue uno de los organizadores de las protestas frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en contra de los privilegios de ministros y ministras, también promovió el voto a favor de legisladores Morena para que avanzaran las reformas constitucionales presentadas por López Obrador en febrero, entre ellas la del Poder Judicial, recientemente aprobada.
“Desde aquí hemos exhibido a un sin fin de funcionarios corruptos. No crean que nada más es vender aquí, no. Aquí es un centro de información de concientización para politizar a más gente, porque tengo bien claro que un pueblo informado es algo muy importante”, comentó detrás de la mesa donde se observan llaveros, imanes, tazas, pantuflas, termos y hasta vasos tequileros con la caricatura y fotografía de López Obrador.
Ernesto Mondragón, un joyero, es otra de las personas que decidió difundir la imagen del político y el logo de Morena porque comparte los principios que promueve el partido, como la mención a poner en el centro de las políticas públicas a la población de menores ingresos, por eso celebra la decisión, de por ejemplo, dar becas a estudiantes.
“Lo que me motivó a hacer esto, porque de oficio me dedico a la joyería y fabricó artículos promocionales para los diferentes eventos de la Ciudad de México, es que vi un cambio social, una participación de la ciudadanía y una diferencia en el proyecto de nación o la administración. Vi la aceptación al licenciado Andrés Manuel, asistí a sus mítines y me di a la tarea de fabricar artículos tanto del partido como del presidente”, menciona mientras sostiene una manta negra con distintos pines y una hoja de papel donde se lee: “La cuarta transformación de la vida pública de México”, como López Obrador planteó que se llame el periodo de su gobierno federal.
También Lorenzo Pedraza, un comerciante de Lerma, Estado de México, cuenta que él y su familia comenzaron a vender muñecos de pasta elaborados por ellos mismos con el rostro de AMLO desde 2018, cuando asumió la Presidencia. Asegura que desde entonces, en plazas o estadios, siempre venden al menos un llavero o pares de aretes.
“La gente ahora sí que se ha identificado mucho con este Presidente y lo quiere mucho, se ha dado a querer el viejito, el cabecita de algodón, le dicen. Yo pienso que AMLO ya se quedó para siempre en el corazón de la gente y siempre se va a vender, aunque a lo mejor va a bajar un poco la cantidad de venta, pero yo siento que siempre se va a vender”, afirmó.
Las encuestas dan muestra de la aceptación del funcionario. López Obrador comenzó su Presidencia en diciembre de 2018 con entre 60 y 80 por ciento de aprobación, de acuerdo con las encuestas Enkoll, De las Heras Demotecnia y del diario Reforma.
En el periodo de la pandemia se redujo un tanto, pero culminó su Gobierno con altos niveles: 77 por ciento (Enkoll), 73 por ciento (De las Heras) y 73 por ciento (Reforma), lo cual contrasta con el término del peñismo que, tras escándalos de corrupción, culminó en porcentajes de desaprobación muy altos.
López Obrador termina este 30 de septiembre su Presidencia, un cargo que buscó en tres ocasiones. Comenzó su carrera política en la década de los 70, en Tabasco, de donde es originario, entidad que buscó gobernar en dos ocasiones, en procesos donde denunció fraudes electorales. Dejó el PRD en 2012, cuando el partido decidió aliarse con el PRI y PAN en el Pacto por México. Con las bases sociales que inició desde Tabasco y que extendió desde las calles a nivel nacional, conformó Morena, el partido que ha ganado elecciones en 24 de 32 entidades.