David “N”, el presunto feminicida de la joven Jael Martínez Pren, fue detenido y vinculado a proceso luego de estar nueve meses prófugo. La familia de la joven, que fue brutalmente asesinada y decapitada por su expareja, exige justicia, pero también espera que las autoridades amplíen la investigación pues estiman que David “N” no actuó solo y tiene al menos un cómplice.
Ciudad de México, 30 de septiembre (SinEmbargo).– Jael Martínez Pren decidió visitar la casa de su expareja, David, para recuperar sus pertenencias que aún estaban en el domicilio del hombre en Tecámac, Estado de México. Esa fue la última vez que la vieron con vida.
Fue el 12 de diciembre del año pasado la última vez que Jael fue vista con vida. No se tuvo más noticias de ella, lo que llevó a su familia a reportar su desaparición. Dos días más tarde, se hizo un descubrimiento devastador: Jael había sido asesinada de manera extremadamente violenta.
Desde el principio, la familia sostuvo que el principal sospechoso era su expareja, David “N”, con quien Jael había decidido poner fin a su relación por antecedentes de violencia, y además, se denunció él fue la última persona conocida que estuvo con la joven.
Luego del lamentable hallazgo, los primeros días y semanas fueron desoladores para los padres de la víctima ya que las pruebas contra David eran principalmente circunstanciales, y no se emitió una orden de arresto en su contra, lo que le permitió huir.
Nueve meses después, el pasado 25 de septiembre, las autoridades detuvieron a David “N” y dos días después fue vinculado a proceso.
Juan Carlos Gutiérrez, director de la organización Idheas, indicó que el Juez de Control terminó por otorgar prisión preventiva y un plazo de tres meses para el cierre de la investigación. No obstante, la familia y los abogados de la víctima ahora solicitan a las autoridades ampliar y profundizar la investigación ya que consideran que David “N” no actuó solo, sino que contó con cómplices.
“Nos dicen que hay un cómplice, creemos que no actuó solo, nosotros queremos justicia”, indicó la señora Carmen Pren, madre de Jael, quien aseguró que lo que exigen es justicia.
Ante la detención y vinculación a proceso del presunto feminicida de Jael, la familia espera que el caso se desarrolle de manera expedita y sin errores para que se le castigue con todo el peso de la Ley. “Que le den la pena máxima que merece el tipo”, expresó Hugo Martínez, padre de la víctima.
En el Estado de México, el delito de feminicidio tiene una penalidad de 40 a 70 años de prisión o prisión vitalicia, y de 700 a 5 mil días multa, de acuerdo con el artículo 281 del Código Penal del Estado de México.
Juan Carlos Gutiérrez explicó que actualmente la prioridad para la familia y sus abogados en el caso es concentrarse en dos cosas: lograr la consolidación de la causal probatoria contra David y verificar, que si otras personas participaron en los hechos, se les finquen responsabilidades y se les determine la orden de aprehensión.
“Nosotros hemos insistido en que se complemente la investigación porque, de acuerdo a nuestra teoría del caso, creemos que otras personas participaron, pero es una exigencia a la Fiscalía, ampliar la averiguación. Estamos seguros de que él no lo pudo hacer solo, hay muchos elementos que nos indican que requirieron de ayuda”, explicó el abogado en entrevista con SinEmbargo.
EL CASO DE JAEL
Jael Martínez fue vista por última vez el 12 de diciembre cuando salió de su hogar alrededor de las 18 horas con destino a la residencia de su expareja, David “N”. Esta visita tenía un motivo aparentemente sencillo: recoger algunas de sus pertenencias. David le habría solicitado que pasara por ellas alegando que se dirigía al estado de Puebla.
Sin embargo, lo que debió ser una tarea rutinaria se convirtió en una pesadilla para su familia. Según el relato de su padre, Hugo Martínez, durante su jornada laboral intentó comunicarse con su hija en varias ocasiones. La preocupación se apoderó de él cuando descubrió que el celular de Jael había sido arrebatado por David “N”, y sus llamadas y mensajes quedaron sin respuesta alguna. En un intento desesperado por encontrar a su hija, solicitó la ayuda de la hermana de Jael para dirigirse al domicilio del sospechoso.
La hermana llegó al domicilio, pero la búsqueda inicial resultó infructuosa, pues David “N” negó haber visto a Jael. La angustia de la familia se intensificó cuando, al día siguiente, Hugo Martínez regresó a la casa de David sólo para descubrir que su hija ya no estaba ahí.
Un elemento que inquietó más a los padres es que las amistades de Jael habían denunciado que ella había sido víctima de violencia por parte de su expareja.
El 13 de diciembre, Hugo regresó nuevamente a la casa de David, solo para encontrarla vacía. Ante la situación, el señor tomó la decisión de dirigirse al Ministerio Público para presentar una denuncia por la desaparición de su hija. Entregó los documentos requeridos y regresó a casa con la esperanza de que su hija regresaría sana y salva.
Cuando Hugo Martínez se presentó en el Ministerio Público para reportar la desaparición de Jael se encontró con una situación que, desafortunadamente, es familiar para muchos que han buscado ayuda en momentos de angustia. La respuesta inicial de las autoridades fue sugerir que regresaran más tarde, incluso a altas horas de la madrugada. Sin embargo, los familiares de Jael permanecieron en el lugar hasta ser atendidos, negándose a ceder ante la burocracia.
Finalmente, después de horas de espera y una persistente determinación, las autoridades tomaron medidas iniciales para ayudar en la búsqueda de Jael. Hugo Martínez explicó: “Como vieron que estuvimos ahí, las autoridades, el MP lo que hizo de primera instancia fue mandarme con agentes a reconocer el domicilio del citado para saber si ahí aún se encontraba mi hija, pero lógicamente esto sucedió como a las 2 de la mañana, fuimos y lógicamente no estaba, no obtuvimos respuesta, nos regresamos otra vez al MP y de ahí nos atendieron hasta las 6 de la mañana para levantar la denuncia”.
Las horas pasaron y la familia hizo sus propias búsquedas, pero para el 14 de diciembre la esperanza se desvaneció rápidamente. Durante la tarde de aquel día, la familia recibió una llamada devastadora en la que se les informó que habían encontrado un cuerpo que coincidía con las características de Jael.
Hugo, según narró, intentó ponerse en contacto con las autoridades, quienes ya estaban al tanto de la situación, pero fue entonces cuando recibió la terrible noticia de que el cuerpo se encontraba en la Fiscalía de Ecatepec. Además, se le informó que no podía ver a su hija debido a las condiciones del cadáver.
Las condiciones del cuerpo eran tan devastadoras que no se les permitió ver a Jael. En su lugar, se les pidió que identificaran sus tatuajes, lo cual confirmó el peor de los temores: el cuerpo pertenecía a Jael Martínez.
La exigencia de justicia de la familia se hizo fuerte pues temían que el caso de su hija quedara impune ya que inicialmente, a pesar de tener muchos elementos de sospecha contra David, las autoridades no liberaron la orden de aprehensión hasta dos meses después.
En marzo pasado, los familiares realizaron diversas manifestaciones en el Estado de México para exigir la captura de David “N”, quien se encontraba prófugo.
Fue hasta el pasado 25 de septiembre que el acusado fue localizado y detenido. En tanto que, el día 27 del mismo mes fue vinculado a proceso por una Juez de los Tribunales Penales de Ecatepec, quien determinó que existen elementos suficientes para seguir el proceso penal contra David.
“La juez que conoció el caso determinó que existían elementos convincentes de manera inicial y estableció un plazo de tres meses para continuar avanzando en la investigación y las diligencias preparatorias del juicio”, detalló Gutiérrez, abogado de la familia de Jael.
El defensor explicó que la teoría del caso que presentó la Fiscalía apunta que David “N” participó en el hecho y realizó el acto “motivado por una situación de misoginia, machismo, celotipia, y una serie de elementos expresados en los hechos y en las denuncias previas de violencia que ejerció este hombre contra Jael”.
Los padres de Jael, Carmen y Hugo, junto con la organización que los acompaña, consideraron que la vinculación a proceso de su presunto agresor es un avance en su caso particular que busca justicia, pero también subrayan la necesidad de abordar de manera integral la violencia de género en el país.
De acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros ocho meses de 2023 se han registrado un total de 572 asesinatos de mujeres investigados como feminicidios; en tanto que al menos 1 mil 740 mujeres fueron asesinadas y sus casos no se investigan como feminicidios sino como homicidios dolosos.
De los 572 asesinatos de mujeres reconocidos como feminicidios, el Estado de México encabeza las estadísticas con 64 casos, seguido por Nuevo León con 50, y Veracruz con 38. Cuando se analiza el número de muertes por cada 100 mil mujeres, Morelos lidera la lista con 2.95 casos, luego Colima con 2.91, y Campeche con 2.26. Estas cifras son alarmantes y requieren de una acción contundente por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto para poner fin a la violencia de género en México.
Las cifras de feminicidios en territorio mexiquense advierten que la problemática sigue y es grave. El Estado de México fue la primera entidad en la que se declaró la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, siendo un indicador de la gravedad de la situación en la región.
Hasta la fecha, esta entidad ha experimentado dos declaraciones de alerta, la primera en 2015 en 11 municipios, y la segunda en 2019 en respuesta al aumento de desapariciones de mujeres.