Frente a la actitud de la empresa ferrocarrilera mexicana de no transportar mercancías hasta que se evitara que los migrantes suban al techo de los vagones para trasladarse al norte, se generó una reunión en Ciudad Juárez, donde participaron Fobierno del estado, instituto Nacional de Migración, Ferronal y la patrulla fronteriza de Estados Unidos en El Paso. 

Dos días después del convenio, llegaron al estado de Chihuahua más de mil migrantes precisamente en los techos del ferrocarril.

La Gobernadora de Chihuahua, más preocupada en salvarse del juicio comunitario por su acción inhumana de detener los libros a los niños de educación básica, abrió una polémica agresiva contra el Gobierno Federal acusando lo de no cumplir el convenio.  

Veamos primero a grandes rasgos los términos del convenio.

Está planteado para abordar los problemas de los ferrocarriles y de la patrulla fronteriza de Estados Unidos y no contempla lo principal, que son los seres humanos que se encuentran en calidad de migrantes en la frontera o en tránsito hacia la frontera Norte de México. 

Contiene  tres partes principales:

La primera es tomar medidas para evitar que los migrantes sigan viajando en el techo de la plataforma de los ferrocarriles.

Dice el acuerdo: “Ferrocarriles e Instituto Nacional de Migración con apoyo de la Guardia Nacional, con apoyo de las diferentes autoridades, van a ubicar los puntos críticos del trayecto y van a diseñar una estrategia para ir resolviendo esos puntos críticos”.

Poner en practica ese acuerdo debe llevar por lo menos un par de meses, es todo un operativo logístico que implica no solo la localización de los puntos críticos, sino las decisiones prácticas de la solución del problema, pero la reacción explosiva de las autoridades del estado fue a los dos días de acordarse el convenio. Está bien que se reclamen católicos y creyentes de la virgen de Lourdes, pero en materia de migración de miles de personas no hay milagros, simplemente hay políticas públicas que deben de establecer primero sus prioridades, que siga viendo migrantes viajando en el techo de los ferrocarriles no significa incumplir el convenio. Se perderá mucho tiempo para poder cancelar esa forma de traslado de los migrantes y sustituirla por alguna otra más decente y humanitaria. Yo sugeriría que Ferronal agregara carros de pasajeros para que ahí se trasladaran los migrantes. 

La segunda parte del convenio firmado pretende que el Gobierno de México va a desarrollar una “política de traslado rápido” por vía terrestre y aérea a los migrantes que va a devolver la border patrol, de EU a México. Sean o no sean mexicanos, las autoridades nacionales –incluso el Senado– deben revisar ese compromiso contraído por funcionarios sin competencia para decidir sobre tratados internacionales, ese convenio tiene que llevarse a las autoridades competentes en México y en Estados Unidos para su ratificación y conversión en un tratado internacional.

La tercera parte del convenio es cómo atender a los migrantes que ya están en Ciudad Juárez: esta muy claro en sus letras “los tres niveles de Gobierno se pondrán de acuerdo para atender humanitariamente a los migrantes que ya se encuentran en Ciudad Juárez abriendo inclusive centros de refugios de puertas abiertas”.

Hasta aquí los acuerdos principales de los funcionarios migratorios, empresariales y la Gobernadora del estado de Chihuahua. 

Es obvio que ese convenio no resuelve el problema migratorio, porque aunque el Gobernador Abbot y Maru Campos quieran una política de cerrar las puertas a los migrantes y de devolverlos a Juárez, y de ahí a sus países, esa no puede ser la política migratoria ni humanista de México.  

Es un problema grave y ciertamente la Federación debe poner recursos, pero según la Ley de Atención a Migrantes del Estado de Chihuahua, para atender a los migrantes que ya están aquí circulando en nuestras ciudades existen un consejo de migración y un consejo especializado que debe ponerse a funcionar para atender ese problema y seguramente también deberá aumentar el presupuesto el Gobierno del Estado y deberán de hacerlo los municipios que enfrentan la crisis,  y el consejo que prescribe la ley Estatal no se ha reunido en el último año. 

La lógica de aplicar la parte dura, la parte de expulsión de los migrantes, es una propuesta totalmente inhumana. Detener a los migrantes que se reciben de Estados Unidos y que se les traslada a sus países de origen, sobre todo cuando Estados Unidos ha generado una política de acogimiento a los migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua… 

Esa es la propuesta mas congruente que está planteada en el escrito publicado por la Gobernadora: quieren sacar a los migrantes y cerrarles las puertas del estado de Chihuahua.

Pero nosotros no vamos por ahí,  no queremos convertir al Estado en el más inhumano de México. Y es que la Gobernadora y sus acólitos sí son inhumanos, así se portan con los migrantes, con personas con discapacidad, con los tarahumaras, con los niños de educación básica, con los pobres del estado.  Son un Gobierno inhumano y esa es la característica principal de María Eugenia Campos Galván. 

Gustavo De la Rosa

https://www.sinembargo.mx/author/delarosa

Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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