México

Olvídense de 1994: Si gana Trump, la debacle económica en México será peor, advierten analistas

30/09/2016 - 7:30 pm

El Gobernador del Banxico, Agustín Carstens Carstens, advirtió el jueves pasado que “se avecina una tormenta” para México por el cambio de Presidente de Estados Unidos. Pablo Cotler Ávalos, director del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana, estimó que en caso de que el republicano Donald Trump gané, “el cambio climático” se agravaría en el país y la fuerte lluvia sería permanente. El escenario en el corto plazo sería un dólar a más de 22 o 23 pesos, que elevaría el precio de bienes y servicios; esto obligaría al banco central a seguir elevando las tasas de interés, lo que encarecería aún más las deudas y entorpecería el consumo. Además habría una fuga de inversiones extranjeras y un freno en las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Es decir, el escenario con el magnate neoyorquino en la Casa Blanca sería igual o peor que en diciembre de 1994.

Ciudad de México, 30 de septiembre (SinEmbargo).– El peso vale poco, muy poco frente al fortalecido dólar. Ante ello, las deudas de las empresas se disparan, quiebran y miles quedan en la calle. Las deudas de los ciudadanos alcanzan el cielo: con tasas más altas deben más dinero del que pidieron prestado a los bancos. Otros venden sus casas o automóviles a precios ínfimos. El poder adquisitivo se desploma. Hay incluso suicidios. Los inversionistas, ante la incertidumbre por el contexto político-social y el endeudamiento, desconfían de México y sacan su capital para llevarlo a un país más seguro. La bóveda de reservas internacionales del Banco de México (Banxico) está vacía por lo que el Gobierno no tiene dólares con qué pagar su alta deuda. La inflación vuela, el déficit de la cuenta corriente es alarmante y la cifra de pobres se dispara. Eso era México en 1994, y así podría ser 2017 si el ganador de la Presidencia en Estados Unidos resulta Donald Trump, prevén analistas.

El Gobernador del Banxico, Agustín Carstens Carstens, dijo el jueves que “se avecina una tormenta” para México por el cambio de Presidente de Estados Unidos.

Si Trump se convierte en el sucesor de Barack Obama, “México podría estar bajo el mismo escenario que la crisis de 1994. Sería parecido porque ahora tenemos un tipo de cambio alto y se daría una recesión muy fuerte”, reconoció Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base.

“La crisis de 1994 y 1995 fue financiera porque estalló por un desequilibrio monetario y logró resolverse con el apoyo de la Reserva Federal de Estados Unidos. Ahora ya no sería una crisis desatada en el sector financiero, sino en el real. Es decir, surgiría por un freno importante a la actividad económica por la entrada de barreras a las exportaciones y el menor atractivo hacia las inversiones extranjeras”, aseguró Pablo Cotler Ávalos, director del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana.

“En caso de que ganara Trump no sería una tormenta, la cual es transitoria. Sería un cambio climático, algo que quedaría permanente”, remató.

De acuerdo con Carstens Carstens, del discurso de los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump –hoy virtualmente empatados– “se desprende que hay una política de protección hacia el sector productivo norteamericano, y eso tiene que analizarse con cautela”.

Estados Unidos es el principal socio comercial de México, pero Clinton y Trump planean renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC), que elimina las barreras comerciales entre ambas naciones e impulsa las operaciones. Además, la demócrata está en contra del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y el republicano busca colocar un arancel del 35 por ciento a las exportaciones provenientes de México, así como bloquear las remesas.

“Eso afectaría severamente las exportaciones del país, provocaría una severa recesión y se perderían empleos”, aseguró Siller, analista de Banco Base.

De enero a agosto de este año, México ha reportado un total de 241 mil 18 millones de dólares por exportaciones, cuya mayoría [el 85 por ciento] se dirige a Estados Unidos.

Además, como parte de la política proteccionista, ambos candidatos buscan revertir la Inversión Extranjera Directa (IED) de empresas estadounidenses que traen capital a México.

“Si comienzan a haber barreras a las exportaciones, las compañías estadounidenses y de otros países que vienen a invertir también frenarían su inversión. Eso provocará una menor entrada de divisas, lo cual depreciará más al peso”, expuso el académico Pablo Cotler Ávalos.

“Se podría dar una fuga de capitales que desestabilizaría la economía nacional, lo cual se vería reflejado en el incremento del tipo de cambio. El peso se depreciaría hasta llegar probablemente a los 22 por dólar”, añadió la analista Siller. “Si se cancela el TLC, estaríamos por encima de los 22, 23 pesos muy rápidamente”, estimó por su parte el economista Pablo Cotler.

Asimismo, con Trump como mandatario del país más poderoso del mundo, el peso se presionaría más y con ello la inflación subiría.

“No solo tendrías un mayor tipo de cambio, sino mayor presión en los precios de bienes y servicios que resultará en una mayor inflación. Eso llevaría seguramente al Banxico a tener que seguir subiendo las tasas de intereses, con lo cual el costo de la deuda de empresas y las personas comenzaría a elevarse, y frenaría el dinamismo de la economía con su respectivo impacto en la creación de empleo y aumento en la pobreza”, desarrolló Cloter Ávalos, economista de la Universidad Iberoamericana.

Actualmente, de acuerdo con la analista económica Gabriela Siller, México no está en crisis porque no se ha perdido el control de las variables económicas como la inflación, la inversión  y el Producto Interno Bruto (PIB). Pero para el académico Cloter Ávalos, el país atraviesa “una crisis sistémica” que podría empeorar con Trump: desde hace mucho tiempo hay una tasa de crecimiento demasiado baja (un promedio del 2 por ciento), se tiene una de las tasas más altas de informalidad (58 por ciento de los trabajadores no tienen seguridad social) y de pobreza en América Latina, justificó.

De 1994 a 1996, el porcentaje de personas en situación de pobreza se elevó de 52.4 a 69 por ciento, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y casi 17 millones de personas perdieron su patrimonio en sólo dos años. Actualmente hay 55.3 millones de pobres.

DEVALUACIÓN DEL PESO, LAS RESERVAS Y LOS PRECIOS

En 1994, la crisis se desató por la devaluación del peso, pero el ambiente socio político también tensó a los inversionistas como sucede actualmente.

El 1 de enero, cuando entró en vigor el TLCAN, estalló en Chiapas la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Además, asesinaron al Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo; al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, y al secretario general priista, José Francisco Ruiz Massieu.

Hoy el temor se resume en dos palabras: Donald Trump.

Ante la desenfrenada caída del peso, la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León hizo ebullición y decidió devaluar el peso un 14 por ciento. El 19 de diciembre de ese año el dólar valía 3.50 pesos y al otro día se vendió en 3.90 pesos. La reacción de los empresarios fue rápida y sacaron su dinero: un día antes del anuncio, las reservas internacionales eran de 10 mil 497 millones de pesos, pero para el 21 de diciembre habían caído a 5 mil 584 millones de dólares y días después, a un nivel de tres mil 483 millones de dólares.

En diciembre de 1994, México registró una fuga de capital de más de 4 mil 771 millones de dólares.

Ante la desenfrenada caída del peso, la administración de Enrique Peña Nieto ha ajustado el gasto público y aumentado las tasas de intereses.

Agustín Carstens, cabeza de Banxico, informó a los senadores panistas durante su encuentro que la turbulencia en la cotización del dólar se prolongará hasta al menos el 8 de noviembre, cuando son las elecciones en Estados Unidos. Ante ello, México, dijo, debe prevenirse “y tener perfectamente visualizadas cuáles son las complicaciones que pudieran presentarse”.

Durante este 2016 el peso ha perdido un 12 por ciento de su valor. Ayer viernes el dólar se vendió hasta en 19.82 pesos en bancos y si gana Trump llegaría a los 22 pesos, de acuerdo con Banco Base.

Contrario a lo registrado en 1994, el saldo de las reservas se ubicó la semana pasada en 175 mil 935 millones de dólares, niveles de 2013. En febrero, Banxico decidió suspender el mecanismo de subastas diarias de millones de dólares, luego de registrarse una importante reducción en las reservas sin lograr controlar el desplome de la moneda nacional.

El problema no está en la reserva de dólares y oro. Vendría a raíz del periodo alcista de las tasas de interés, actualmente en 4.75 por ciento, pues frenaría el consumo.

A pesar de que la inflación sigue sin rebasar el objetivo del 3 por ciento, el banco central optó por incrementar la tasa de interés en febrero y en junio para contrarrestar la volatilidad. Ayer volvió a hacerlo por tercera ocasión en el año. La analista de Banco Base estimó que si Trump derrota a Clinton, la subirá más en diciembre. El académico Pablo Cloter coincidió: Trump tumbaría el peso y con ello la inflación subiría, lo que obligaría al banco central a elevar más los rendimientos.

Para evitar que esos ásperos riesgos se trasladen al mundo real, “por el lado fiscal, las autoridades deben ir disminuyendo el déficit y por el lado de la política monetaria ya lo hicieron al subir la tasa de referencia. En diciembre, si gana Donald Trump, Banxico tendrá que subir nuevamente las tasas”, dijo Gabriela Siller.

El incremento a la tasa de interés “definitivamente” se traspasará a las tasas cobradas al ciudadano por las tarjetas de crédito o hipotecas, un escenario similar al de 1994.

Agustín Carstens, añadió el economista Pablo Cloter, está pensando en “el desequilibro fiscal que hay y el gran incremento que ha tenido la deuda pública en los últimos seis años. Está preocupado ahora que el Congreso está discutiendo el Paquete Económico 2017. Los diputados y senadores deben ser cuidadosos para tratar de reducir el fuerte incremento de la deuda. También que se preocupen por la composición del gasto para que se oriente más a la parte productiva”.

Ante la tormenta de 1994 que azotaba a los mexicanos, endeudados, desempleados y sin patrimonio, en 1995 el ex Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, realizó un fuerte cabildeo para enviar un paquete de ayuda a nuestro país por 20 mil millones de dólares, para impedir que cayéramos en moratoria de pagos.

Sin embargo, ¿Trump, la causa del debacle, haría lo mismo?

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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