México

Valeria, 22 años, tuvo un esposo celoso. Se fue y volvió, pero para matarla. Deja 2 niños huérfanos

30/07/2018 - 8:00 pm

Valeria Zúñiga, madre de dos niños de cuatro y dos años, fue asesinada por su ex esposo, seis meses después de separarse de él. Juan Manuel “N”, presunto responsable, continúa prófugo.

La familia de la víctima exige justicia para la joven de 22 años. Que las autoridades avancen en la investigación, que de verdad busquen al sospechoso y logren su captura, dicen sus cercanos. “Nada nos la va regresar pero tendríamos un poco de alivio de saber que tanto el asesino como su cómplice están pagando por el crimen”, dice Naylea, hermana de Valeria.

Ella misma lanza una petición a los ciudadanos para que si ven al sospechoso lo reporten y denuncien. “Que se pongan en nuestros zapatos”, pide.

Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).- Valeria Zúñiga Salazar, de 22 años, acudió con engaños a la vivienda de su ex pareja y ahí encontró la muerte la mañana del pasado 18 de enero en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Juan Manuel “N”, ex esposo y presunto responsable, continúa prófugo. Ni siquiera hay una orden de aprehensión en su contra, denuncia Naylea Zúñiga, hermana mayor de la víctima.

“Pellu”, como le decían sus familiares de cariño, era madre de dos pequeños de cuatro y dos años de edad, y trabajaba por las noches en una maquiladora. Tenía un poco más de dos meses con ese empleo, pues seis meses antes se había separado de Juan Manuel, con quien vivió en concubinato seis años.

Valeria fue descrita por su hermana como una persona muy noble, pacífica, sin malicia hacia la gente y que siempre ponía por delante a sus dos pequeños hijos.

“Ellos [sus hijos] eran el pilar de su vida. Los que hacían que permaneciera de pie”, agrega la hermana.

Valeria salía a las 7 de la mañana, llegaba a su casa, dormía cerca de dos horas y se despertaba para llevar al niño al kínder; luego dormía otras dos horas, iba recoger al pequeño de la escuela y ya se quedaba despierta, narra su familiar.

“Casi no descansaba por cuidar a sus hijos. Eligió el turno de noche para poder cuidarlos bien. Siempre quiso sacar a sus niños adelante. Todas las personas que la conocieron sabían la linda persona que era ella”, dice su hermana mayor.

Valeria vivió violencia por parte su pareja: un hombre celoso en exceso, posesivo, que la limitaba, no le permitía arreglarse, e incluso le prohibía ir con su propia madre.

“Ella aguantó, primero, porque él se mostró poco a poco después de que se juntaron. Cuando tuvieron al primer hijo, empezó a celarla, a presionarla. Ella soportó porque, desde su infancia hasta su adultez, tuvo una vida difícil donde sintió la ausencia de su padre, y por eso mismo ella toleraba no separase de su esposo, para que sus hijos no sufrieran lo que ella sufrió: no tener una familia incompleta”, dice la entrevistada.

Sin embargo, después de seis años de relación, la joven optó por poner fin a toda esa situación y en julio de 2017 dejó al cónyuge. Tras la separación, Juan Manuel empezó a hostigar, intimidar, acosar e incluso amenazó de muerte a Valeria, manifiesta Naylea.

“Le decía que si no regresaba con él, la iba a matar; pero ella no quería regresar. Él venía en la noche y nos ponchaba la llantas, él era muy celoso” platica la entrevistada.

En agosto de 2017, Valeria interpuso una denuncia para el pago de pensión, porque Juan Manuel no respondía sus obligaciones. No obstante, el proceso no prosperó. La familiar considera que parientes del acusado obstaculizaron o movieron influencias para que no procediera la demanda.

“Pellu” no denunció las amenazas de muerte que recibió de Juan Manuel “porque ella no tenía malicia, no pensó que él le iba hacer tanto daño, no de esa manera”, expone la consanguínea.

Valeria cumpliría 23 años a finales de este mes. Foto: Especial
Tras seis años de vivir con Juan Manuel se separó de él. Seis meses después el hombre presuntamente la asesinó. Foto: Especial

LOS HECHOS

La mañana del 18 de enero, Valeria terminó su jornada laboral y abordó el camión de transporte junto con una tía -quien trabajaba en el mismo lugar y turno-.

Al llegar a la colonia Las Palmas, la joven anunció su descenso del autobús y su tía la inquirió. Eran las siete de la mañana.

Naylea narra el diálogo:
–¿ A dónde vas?– cuestionó la tía a Valeria.
–Es que Juan me invitó a desayunar porque dice que quiere arreglar lo de los niños y ya me va a empezar a dar dinero– replicó.

“Mi tía, fue la última que la vio. Nos contó que [Valeria] iba muy emocionada, porque por fin él ya había reaccionado, que quería hablar bien y que aunque ya no estuvieran en pareja que querrá estar en paz con los niños y empezar a darle pensión”.

A 12 del medio día, un periodo local en Tamaulipas empezó a transmitir vía Facebook Live la noticia de que una mujer fue encontrada sin vida en una vivienda de la colonia Las Palmas.

Una prima de Valeria vio la transmisión y reconoció el inmueble: era el de Juan Manuel.

La familiar llamó a la Naylea.
–¿Oye, dónde está Valeria? – le cuestionó la prima.
–No sé, yo creo que en casa de mi mamá–replicó la hermana Valeria.
–Lo que pasa es que encontraron a una muchacha muerta en la casa de Juan y a lo mejor es ella– notificó.

Naylea llamó a su mamá al recibir la noticia. La señora Salazar, madre de la víctima, ya había recibido la noticia y estaba en el lugar de los hechos.

Valeria fue estrangulada hasta la muerte. El informe del médico forense establece que la hora en que fue asesinada oscila entre las siete y media de la mañana. En su cuerpo quedaron las huellas dactilares de Juan Manuel, afirma la hermana de la víctima.

“En el peritaje hallaron sus huellas en el cuello, ella estaba en su casa, donde nada más vivía él”, sostiene.

La entrevistada también agrega que la madre de Juan estaba en la casa desde las 8 de la mañana pero que no avisó hasta el medio día. Afirma que vecinos vieron que alrededor delas 8 de la mañana entró la suegra de Valeria y Juan salió del inmueble.

“Como que él, Juan, le llamó por teléfono a su mamá y ella entró a la casa [a las 08:00 am] y no avisó hasta las 12:00 pm, pues para dar tiempo a que él se fugara. Ella permaneció con el cuerpo hasta las 12 del medio día y no nos avisó a nosotros, no nos habló por teléfono, nada”, añade Naylea.

Juan Manuel huyó y no hay rastro de él desde ese día, explica.

La familia afirma que no hay pistas y no se ven avances en la investigación para dar con el paradero de Juan Manuel, presunto responsable del feminicidio.

Hasta el momento la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas “no se han girado orden de aprehensión. Sinceramente, las autoridades no nos han tratado bien. […] nada más nos dicen que sí, que lo están buscando y que no han sabido nada de él, pero sólo hasta ahí nos mantienen. No nos han dado otra pista”, comenta la pariente cercana.

Para Naylea la madre de Juan tiene un grado de complicidad y cuestiona que no haya sido detenida. “Ella estuvo con el cuerpo, con el cuerpo no habló a la autoridad para que no detuvieron a su hijo. Ella anda en la calle como si nada”, comenta.

La familia de Valeria exige justici, que las autoridades avancen en la investigación, que realmente busquen al sospechoso y logren su captura.

“Mi hermana tenía toda una vida por delante. Nada nos la van a regresar pero tendríamos un poco de alivio de saber que tanto el asesino como su cómplice están pagando por el crimen, eso nos daría un poco más de alivio”, apunta.

Los familiares piden a la ciudadanía para que, si ven al sospechoso, lo reporten y denuncien. “Que se pongan en nuestros zapatos”, puntualizan.

La familia pide apoyo a la ciudadanía para reportar al sospechoso. Foto: Especial

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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