Para mí, escribir supone un acto de valentía y muerte. Mato partes mías, reestructuro y doy vida a otras. Invento cosas, cambio nombres, hablo de más –siempre hablo de más–. Me pongo en los zapatos del otro para darme una mejor posición en el tablero. Rompo sacos con tal de caber en ellos. Me autoficciono [sic].

Tengo años pateando la escritura de este libro. La razón no importa porque siempre es la misma para casi todas las respuestas que expongan vulnerabilidad: por miedo.

Tengo años, también, cambiando los personajes, la trama, los símbolos, la forma de comunicarme con el lector para poder decirle: ten, soy todo lo que tengo. Acumulando pedazos de prosa. Utilizando una Moleskine para trazar la historia. Rayando mis pizarrones. Rehaciendo los borradores de cada capítulo. Y tirándolo todo por la borda porque un día me di cuenta de que por ahí no era.

Hoy que me siento más ligera vengo a compartir Te debo el cielo, mi primer manuscrito largo. La entrega será por capítulos (uno cada dos semanas) a través de mi perfil en Novelistik: @bibianafaulkner

A decir verdad, me alegra hacerlo hasta ahora. No maduré: me hice bien verde. Me gusta hacer las cosas al revés porque visto de cualquier forma es también un principio. Y el mío es verde.

Escribir se trata de ser honesta. De reconocer lo que está roto y repararlo. Es, de cualquier modo, kintsugi. Resiliencia.

Gracias, lector, por seguir aquí.

Para comenzar a leer: https://www.novelistik.com/books/tedeboelcielo

Julieta Cardona

https://www.sinembargo.mx/author/cardona

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