Patas de mula, uno de los mejores secretos culinarios de Colima

30/06/2024 - 12:01 am

Patas de mula es un bocadillo de sabor inigualable, crujiente, con sabor picante, de color bronceado y forma cuadrada.

Ciudad de México, 30 de junio (SunEmbargo).- ¿Qué son, dónde y cómo se preparan las patas de mula? PA lo largo y ancho de México existen decenas de recetas y presentaciones de los amados tamales, pero en Colima existe una versión de ellos que es un golpe de sabor. Considerado como una variante de los populares tamales, las patas de mula son esencialmente un dobladillo de masa de maíz nixtamalizado con relleno de frijoles refritos en manteca y mezclados con chile verde, serrano o de árbol.

Las cocineras tradicionales de Suchitlán, municipio de Comala, preparan este alimento, primero muelen el maíz nixtamalizado en un metate para después agregar natas, manteca, queso desmoronado y un poco de harina para suavizar la mezcla. A continuación se amasa varias veces hasta que quede suave y luego se deja reposar. Mientras esto sucede, se ponen a dorar unos chiles de árbol y se sofríen frijoles en manteca. Cuando los chiles estén listos, se parten trozos y se mezclan con los frijoles para dejarlos picositos.

Este alimento es preparado por las cocineras tradicionales. Foto: Secretaría de Cultura de Colima

Se regresa a la masa y con la palma de las manos se hacen unos sopitos, se agregan los frijoles en medio y se envuelven como “niños chiquitos” para conseguir la característica forma cuadrada de este platillo. Una vez que se haya terminado la masa, las patas de mula se meten al horno para cocerlas. Generalmente cada lado del bocadillo tarda en cocinarse una hora, por eso hay que estar atentos para que no se quemen. Una vez que adquieren un color apiñonado están listas para servirse.

Se dice que la “pata de mula” nació aproximadamente en el siglo XVI, durante el Virreinato. Gracias a la llegada del cerdo y sus derivados, los habitantes de la colonia perfeccionaron muchas de las recetas prehispánicas como la de los tamales. La manteca de cerdo vino a complementar este legendario platillo, del cual nacieron distintas variantes como esta delicia colimense. Por tales características, los nativos la nombraron así, ya que para ellos era similar a las patas de las “recuas” (animales de carga) que llegaron en aquella época.

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