A los señalamientos que pesan contra el proceso interno de la oposición se suman los perfiles anunciados ayer para integrar el Comité Organizador, que está conformado por siete miembros, provenientes tanto de los partidos como del extinto Instituto Federal Electoral (IFE) luego de que días antes el original Comité Electoral Ciudadano se disolviera, aún antes de entrar en funciones, porque los partidos cambiaron “el esquema bajo el cual se llevará el proceso de consulta”.
-Con información de Manuel González
Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).- A una semana de que fuera anunciado el método para designar al Responsable Nacional que construirá el Frente Amplio por México, como parece denominarse ahora el bloque opositor del PRI-PAN-PRD, su carácter ciudadano ha sido cuestionado por diversas voces que ven de fondo un control partidista e incluso, señalan algunas, de élites del viejo régimen, al tiempo que han lamentado que se copie a Morena un modelo que viola la Ley Electoral.
El proceso consiste en tres etapas. En la primera, deberán registrarse a partir del 4 julio y recolectar 150 mil firmas. En una segunda etapa, se elegirán mediante estudios de opinión pública a los tres mejores perfiles. Finalmente, los finalistas participarán en más encuestas y una consulta ciudadana que designará a su candidato el cual se hará público el 3 de septiembre, tres días antes de que se anuncie el del oficialismo.
El politólogo Bernardo Barranco consideró que la sucesión presidencial se ha vuelto un juego de poder de ambas partes. “Estamos en un conjunto de espejos, la oposición criticó mucho por el adelanto que se hizo por parte de Morena en establecer casi al día siguiente de las elecciones en el Estado de México un programa que se materializa y se emplea, y hace finalmente lo mismo, un sistema complejo, entre firmas, encuestas, careos, foros, una especie de elección primaria y otra vez encuestas, un proceso muy complejo donde lo previsible es que sean precisamente las élites las que decidan quién. Se han bajado muchos, se bajó el famoso mini-INE, ese comité de ciudadanos que dijo ‘esto está manejado desde arriba, más bien lo que somos nosotros con esta invitación es ser sujetos de una simulación’.
“Yo sí creo que el método está hecho para que no se les salga de control a las dirigencias, y que pasen a la final aquellos que tengan la preferencia por conocimiento. Y sí creo que están buscando el control partidista con estos padrones. Ahora, me alarma que se haya salido el comité ciudadano, era el que le daba validez. ¿Quién va a revisar las firmas? ¿Van a existir de verdad o no? Si las va a revisar cada partido, ahí quiero ver”, cuestionó a su vez el Senador panista Damián Zepeda Vidales, un crítico de la actual alianza opositora, y quien habló con SinEmbargo previo a la designación del nuevo Comité Organizador.
A los señalamientos que pesan contra el proceso interno de la oposición se suman los perfiles anunciados ayer para integrar el Comité Organizador, que está conformado por siete miembros, provenientes tanto de los partidos como del extinto Instituto Federal Electoral (IFE) luego de que días antes el original Comité Electoral Ciudadano se disolviera, aún antes de entrar en funciones, porque los partidos cambiaron “el esquema bajo el cual se llevará el proceso de consulta”.
Este miércoles, una primera campanada dentro del bloque opositor la dio la Senadora Lilly Téllez, quien se perfilaba en las encuestas publicadas hasta ahora como la mejor carta del PAN —partido en el que aunque anunció su afiliación nunca culminó su registro— y quien se bajó del proceso interno cuestionándolo y señalando una supuesta injerencia: “No podemos combatir la ilegalidad violando la ley, no podemos oponernos al clientelismo gubernamental echando mano del clientelismo partidista o corporativo y no vamos a contener a la nueva oligarquía morenista de la mano de los oligarcas del viejo régimen”, dijo Téllez en un video.
He tomado la decisión. pic.twitter.com/Yk5FMIZGYZ
— Lilly Téllez (@LillyTellez) June 28, 2023
El día de ayer también declinó la Senadora priista Claudia Ruiz Massieu, al cuestionar la legalidad del proceso. “En el método presentado veo una respuesta pragmática para hacer frente a la precampaña ilegal de Morena, pero en congruencia, no puedo participar en un proceso que puede caer en la simulación”, expresó.
He decidido no registrarme al proceso del #FrenteAmplioporMéxico. Aunque hay aspectos del método que no comparto, respeto este y cualquier otro esfuerzo por darle alternancia a México en el 2024. Con los principios y la congruencia que me caracterizan, seguiré luchando por… pic.twitter.com/ie1GRp281L
— Claudia Ruiz Massieu (@ruizmassieu) June 29, 2023
Para Barranco el hecho de que tanto la oposición como el oficialismo se desempeñen al margen de la ley, con el inicio de procesos antes tiempo, manda un mensaje muy claro: que no importa la ley, ni los ciudadanos sino la obtención del poder. “El tema es este: cuál es la relación entre ciudadanos y política. Cuáles son los principios del fin común donde estamos todos, con los principios de la política. Es un ejercicio de poder, muchas veces torcido por abusos, y que estos son antesalas de la corrupción, de la impunidad. El gran problema es qué pasa cuando las élites políticas carecen de ética, de valores, de respeto a las reglas, de coraje para conducir la sociedad: el desencanto emerge, lo social pierde sentido y los ciudadanos pierden la paciencia”.
“El tema es serio, vimos un proceso inédito, donde hay un conjunto de espejos sociales que nos quieren hacer creer que es a través de encuestas, pero no hay debates, en el caso de Morena no hay confrontación de proyectos. igualmente la coalición opositora está echando por delante la carreta con los candidatos pero no tiene un proyecto de nación, hasta ahora no lo conocemos. ¿Cómo plantear el candidato idóneo para un proyecto que no existe? Entonces sí, vivimos un momento anómalo en términos de las concepciones clásicas de la política, de la conducción política de poder, en la que lo más importante es la consecución del poder: ganar a costa de todo”, planteó Barranco.
A inicios de este año, los dirigentes del PRI y PAN, Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés Mendoza, respectivamente, anunciaron que el primer partido llevaría mano en las candidaturas de 2023 —como sucedió— y el segundo en el siglado del aspirante presidencial.
Los cierto es las dos principales cartas que comienzan a barajarse para esta contienda, al menos las más visibles, son Xóchitl Gálvez, quien se ha definido a sí misma como una “mujer rebelde”, de orígenes humildes y sin “militancia partidista”, y quien además no lo es ajena a las cúpulas de la oposición, como ella mostró en la grabación que hizo en 2014 de la fiesta de Diego Fernández de Cevallos a la que fue invitada, y el Diputado Santiago Creel, quien ha sido vinculado por el expresidente Felipe Calderón con “los cadeneros”, un grupo de dirigentes panistas que tienen en su control el padrón del PAN.
Para el politólogo Victor Alarcón Olguín, profesor-Investigador Titular en la UAM-Iztapalapa, la oposición podría tener en Xóchitl Gálvez a su mejor aspirante, por encima de los demás contendientes, una candidatura que, expuso, construyó, sin quererlo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador al entrar en una confrontación directa con ella cuando solicitó una réplica en la mañanera.
“Me parece a mí que curiosamente el Presidente escogió a su némesis y ahí es donde se ve muy interesante la lectura que la oposición pueda tener porque ciertamente Xóchitl tampoco se puede decir que es parte de una nomenclatura, es una es una mujer de la cultura del esfuerzo y eso ya de alguna manera, pues es el otro mecanismo que hubiera sido encontrar un candidato candidata de mediación que pudiera ser aceptable para la sociedad civil, pero con un arrastre popular”, planteó Alarcón Olguín, quien señaló la importancia de entender a los partidos como “élites políticas” y no a partir de una “narrativa de buenos contra malos”.
El Senador Gustavo Madero Muñoz, exdirigente del PAN y hoy integrante del llamado Grupo Plural a partir de sus diferencias con la actual dirigencia panista, vio con buenos ojos la interna de la oposición a la que consideró como un proceso natural de depuración. “¿Qué pasa? Pasaron dos cosas: surge un método y sale una nueva aspirante, que se llama Xóchitl Gálvez. Es un método que al principio los partidos lo tenían como un método copular y gracias a las organizaciones de la sociedad civil lograron abrirlo a la participación de ciudadanos, con ciertos requisitos mínimos”, expuso el legislador quien no vio un pleno control partidista en el método.
“La debilidad la veo yo en la necesidad de una mayor participación de la ciudadanía como árbitro, y que sea que garantice la transparencia. Tenía mayor expectativa en eso, pero todo lo demás, no es un proceso que ya se sabe el resultado como dice Andrés Manuel, o que está relacionado con el dinero, tiene que haber un respaldo mínimo para competir, habrá un jaloneo, una depuración, una elección primaria”, resumió.
Para el Senador Damián Zepeda el método está muy mal enfocado porque no privilegia la libre competencia ni el debate. “Le da una ventaja inexplicable al PRI, le dieron bola o lo dejaron en ridículo al dirigente del PAN; si yo fuera el PRI me estaría carcajeando de lo que se logró. Increíble. ¿Cuántos militantes tiene el PRI? Dos millones registrados. ¿Cuántos tiene el PAN? 250 mil. El PAN no es partido de estructura, no tenemos esa capacidad de movilización territorial”.
“En qué momento se les ocurrió meterse en una guerra de movilización territorial con el PRI, que lo único que le queda es eso. Ve lo que hicieron en Coahuila o el Edomex con su estructura, aunque perdieron tuvieron un montonal de votos. Está mal planteado”, señaló Zepeda Vidales, para quien el problema de fondo es la alianza precisamente con el priismo.
“En lo personal, lo que he dicho es que me parece primero que es un error continuar este camino de la alianza PAN-PRI, ha tenido un fracaso electoral en el pasado y lo tendrá en el futuro, es un proyecto que la ciudadanía rechaza. Y el método, la verdad de las cosas, no garantiza una libre competencia, es un método que tiene varios errores, el principal es que no va a dar como resultado una candidatura competitiva”, opinó.
“UN ERROR SEGUIR A MORENA”
Desde el 16 de junio, los seis aspirantes del oficialismo: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubon, Adán Augusto López Hernandez y Ricardo Monreal Ávila, de Morena, así como Gerardo Fernández Noroña, del PT, y Manuel Velasco, del Partido Verde, que siempre se une al partido en poder, arrancaron la carrera para ser la o él Coordinador Nacional de Defensa de la Transformación, un eufemismo para señalar a su candidato presidencial.
A partir de ese momento, se ha acusado a la llamada “Cuarta Transformación” de incurrir en actos anticipados de campaña, una situación que el propio PAN denunció ante las autoridades electorales. Frente a ello, la oposición aseguró que la conformación de un Frente es una figura establecida en la Ley y defendió la legalidad de su proceso, una situación con la que no están de acuerdo algunas voces.
“Cayeron en el error de seguirle la agenda de Morena de decidir en septiembre cuando ellos tienen una circunstancia distinta, con un partido fortalecido con preferencia electoral alta, a ellos les hace sentido cerrar filas e irse a la elección. A nosotros no, nos convendría un proceso público, abierto, transparente, que permita mostrar perfiles y lograr genera un liderazgo competitivo que el día de hoy no tenemos”, lamentó el Senador Damián Zepeda.
El legislador panista consideró que al igual que ocurre con el proceso de Morena, la oposición también incurre en una simulación. “Este argumento de ‘la ley habla de un frente’. No seas simple. Todos sabemos que no se elige eso. Yo prefiero hablar con honestidad a la gente, qué vas a querer convencer a alguien: si camina como pato, si suena como pato, es pato. Más bien el INE no ha puesto orden, en esa lógica estableció reglas permitidas fuera de la ley y bajo esas reglas se está abriendo”.
“Las actividades tanto de Morena como de sus aliados y la oposición aliancista ya son propias de una precampaña y se están adelantando meses a que el proceso empiece. Por lo tanto estos actos anticipados de campaña no solamente son ilícitos sino también tramposos. Y son un problema profundo, porque le mandan mensajes a la sociedad de que se vale todo. El tema del poder está ahí, el poder a costa de todo no importa con quién ni cuánto, es un objetivo por sí mismo. Y ese es un mensaje funesto, porque las élites juegan digamos con el ánimo público, con la dimensión, por así decirlo, de una sociedad que espera por lo menos respeto y legalidad de la gente que conduce los destinos de la sociedad. Cuando las dirigencias no conducen bien, o son mañosas, tramposas, o utilizan artilugios, es un mensaje pésimo”, planteó a su vez Bernardo Barranco.
Para el profesor Victor Alarcón Olguín la autoridad electoralmente debe “meter pierna para todos parejo y hasta donde tope” o existe el riesgo de que ya iniciado en forma el proceso no tenga forma de controlar la campaña. “La autoridad electoral, pues precisamente va a ser todo menos el ejercicio de la autoridad y nadie le va a creer ni de un odio ni de otro y eso sí es un factor muy inquietante que puede poner en riesgo, no solamente la legitimidad, sino la propia legalidad de la elección”.
No obstante, no todos comparten esa visión. Para el Senador Gustavo Madero Muñoz, el proceso y el método anunciado por la oposición no es ilegal. “Si fuera así obviamente somos los primeros que estamos cuidadosos porque sabemos que vamos a tener doble rasero, se nos va a medir con una vara distinta, se nos va a exigir mucho más de lo que se le va a exigir al proceso organizado por Morena. Estamos muy apegados y tenemos la confianza de que cualquier impugnación será resuelta de manera favorable”. El día de ayer también declinó la Senadora priista Claudia Ruiz Massieu, al cuestionar la legalidad del proceso.